Karmelo nació casi en el inicio
del otoño de San Sebastián, allí mismo un 19 de septiembre de 1959. Hizo de todo
un poco en la vida y cuenta que aquello que más tiempo le llevó fue ser
camarero, actividad que desarrolló por más de veinte años.
Su andar dentro de “ La condición
urbana” solo le permitió formarse autodidacta.“Seguro que esta historia te
suena” pero es casi necesario aclarar que nunca fue un autor de “Serie
B” y aunque a veces estuvo solo presente ”Desde el fondo de la barra” su poesía
ha resultado trascendente.
En “La ciudad” vimos andar su
obra “Atravesando la noche” sin “Poemas
dispersos” casi, casi en “La Frontera” pero sin perder la dimensión de “El tamaño de
los sueños”
Y así fue que “Atravesando la
noche” bajo una intensa “Ola de frío” vimos pasar “Versos que el viento
arrastra” y nos fuimos buscando “Otra ciudad, otra vida”.
Y fue un día de frio y lluvia en
Buenos Aires que recordé un poema de Karmelo, que dentro de todos los títulos
de sus obras, varias de las cuales aparecen aquí encomilladas, llamó “Los paraguas, los taxis”
Es esta:
LOS PARAGUAS, LOS TAXIS
Acabo de tirarlo,
35 minutos bajo la tormenta
-esperando un maldito
Taxi- han podido con él.
Pero cómo se ha portado.
Ésa es la diferencia:
los taxis son como ciertos
amigos,
nunca están cuando más los
necesitas.
Los paraguas, en cambio, mueren
por ti.