Revista Fotografía
Con ese gracejo que se gasta para el requiebro postinero, ha piropeado
Luis María Asón a Jaume Matas, con los nardos apoyaos en la cadera:
"“Es hombre serio, prudente, equilibrado, trabajador tenaz.
Le albricia un sutil sentido del humor. Conversar con él es una delicia.
Está muy por encima de la mediocridad que consume a la clase política española.
Se comprende que los baleares le hayan votado reiteradamente”.