Mario y Peach deciden tomarse unas merecidas vacaciones en una isla tropical del reino Champiñón, Isla Delfino resulta el lugar ideal para este propósito y tras una pequeña intro la pareja, acompañado del séquito de setas de Peach, llega a su destino, pero desde el primer momento se encuentran con problemas. Nada mas aterrizar nos encontramos con una horrible mancha de lodo que cubre gran parte del suelo, tras avanzar unos pasos nos encontramos un curioso aparato que responde al nombre de Acuamatic y que es obra del profesor Fesor, si es el mismo que el de la aspiradora de Luigi's Mansion. Nada mas hacernos con ella se nos explica los comandos básicos y nos ponemos a limpiar la mancha con nuestro nuevo juguete, de la mancha surgirá una planta piraña de barro que deberemos vencer, el juego no empieza del todo mal.
Planeando a pleno chorro
El problema viene tras este pequeño tutorial, se nos muestra una intro en la que se acusa a Mario de ensuciar toda Isla Delfino, en realidad lo hacen un impostor, y le condenan a limpiarla. De este vídeo a que empiezas a jugar de verdad, cuando llegas al primer mundo como tal después de pasearte un poco por Isla Delfino, pasa demasiado rato, mucho mas que en cualquier otro juego de Mario y se hace realmente pesado. Una vez dentro del primer mundo la estructura es la misma que en Mario 64 pero con matices, cada mundo tiene 8 soles (sustituyen a las estrellas) que recoger pero a diferencia de en el juego de Nintendo 64 el escenario está dividido en capítulos que además se deberán hacer en orden. En cada capítulo el escenario del mundo sufre numerosos cambios así que no es posible coger el séptimo sol en el primer capítulo como pasaba en el anterior título del fontanero. El único sol que se puede conseguir en cualquier capítulo es el de las 100 monedas (el noveno de cada mundo) y en este caso también habrá diferencias con Mario 64 ya que al conseguirlo saldremos del nivel y no podremos continuar buscando el sol del capítulo en el que estemos.
Lo cierto es que los capítulos suelen ser bastante variados, desde los meramente plataformeros hasta persecuciones contra el Mario impostor pasando pro emfrentamientos contra "jefes" de nivel. Además hay que destacar un tipo de niveles "retro" escondidos dentro de los propios mundos en los que sin la ayuda de la pistola de agua deberemos superar un montón de buenas plataformas haciendo gala de nuestra habilidad con el mando. Es cierto que hay algunos soles que son menos inspirados, como el de limpiar una playa en un tiempo determinado, pero se compensan con otros absolutamente geniales que ya iréis descubriendo. Los soles vuelven a ser 120 pero con trampa, mientras que en Super Mario 64 todos los soles (quitando alguno secreto) debías conseguirlos con el sudor de Mario en este caso han esparcido un montón de monedas azules por todos los niveles, 10 de estas monedas azules se pueden canjear por un Sol en un "chiringuito" de Isla Delfino, son demasiadas las estrellas a conseguir de este modo ya que recoger y encontrar las monedas azules está bien pero las últimas se hacen algo pesadas de localizar.
Vistas de Isla Delfino
Se que a algunos el desarrollo del juego se les hizo pesado por que no se adaptaron al uso de la pistola de agua pero a mi francamente me enamoró. Con el invento Mario tenía toda la agilidad que en anteriores juegos pero además se le añadían habilidades con los accesorios de la pistola, al básico que sirve para planear se le une un cañón que te lanza como un cohete hacía arriba y un propulsor que le hace avanzar a velocidades de vértigo y por supuesto la pistola en si con la que podrás "limpiar" los escenarios y aturdir a los enemigos. Si bien es cierto que los dos accesorios adicionales están poco aprovechados y se usan en momento mas o menos puntuales añaden variedad al desarrollo del título. Por su puesto Mario se maneja con una suavidad y una precisión absoluta, como en todos los juegos del fontanero si fallas un salto es por que eres un paquete, no le puedes echar la culpa de tus errores al control en ningún momento. Si bien es lo habitual en todos los títulos del héroe de Nintendo no es por eso menos destacable, si te gusta el desarrollo del juego disfrutaras como un enano manejando al protagonista de la aventura.
También Yoshi hace aparición en esta aventura pero a mi parecer de manera muy discreta y casi metida con calzador. El dinosaurio menos fiero de la historia es solamente útil en los capítulos expresamente creados para manejarle, es totalmente inútil para conseguir el resto de soles ya que mientras cabalgamos sobre el no podremos usar el Acuamatic lo que limita mucho su uso. Además la "vida" de Yoshi viene marcada por su contador de "zumo" que se va gastando según las acciones que realicemos, para recargarlo simplemente deberemos comer alguna de las frutas que hay repartidas por la isla. Cada fruta le da un color distinto a Yoshi y su zumo tiene otras características pero el juego pasar por encima de esto de manera muy discreta, todo lo que tiene que ver con el dinosaurio se queda en simple anécdota.
¡Yoshi!
El otro principal handicap del juego es la poca variedad de ambientaciones, al contrario que en el resto de juegos del fontanero toda la aventura se desarrolla en un clima tropical, así que podéis olvidaros de los típicos niveles de nieve por ejemplo. Si bien es cierto que han intentado que los mundos sean bastante variados dentro de las posibilidades que brinda Isla Delfino, tenemos un parque de atracciones, un bonito hotel encantado situado en una preciosa playa en la que jugaremos al atardecer, un puerto, bastante limpio por cierto, una preciosa cala llena de corales y de un colorido pasmoso... Pero a pesar de los esfuerzos por darle variedad a los escenarios les sigue faltando la tremenda variedad e imaginación que tenían en Super Mario 64. No es que sean ni muchísimo menos malos, de hecho hay algunos simplemente brillantes, pero entre que son muchos menos mundos y encima menos variados el juego pierde claramente la partida con respecto a su predecesor.
Ahora bien, a pesar de la menor variedad de mundos, del pesado inicio, del desaprovechamiento de los accesorios de la pistola de agua y de Yoshi, del sistema mas cerrado para conseguir soles y de todo lo que he dicho durante el texto lo cierto es que no he podido parar de jugar a Super Mario Sunshine. Y es que el juego a pesar de todo esto sigue siendo MUY DIVERTIDO, no es tan brillante como Mario 64, quizás ningún juego lo sea, y Galaxy le ha pasado por la derecha pero Sunshine sigue siendo un juego muy por encima de la media cuando hablamos de plataformas 3D. No se las veces que he dicho "un sol mas y lo dejo" mientras viciaba pero han sido unas cuantas, simplemente es un juego que me ha enganchado por divertido y que pienso que si la gente que lo dejó de lado por no saber adaptarse a la nueva jugabilidad con la pistola de auga le diera una nueva oportunidad se sorprendería. Es un juego que además es considerablemente largo y que tiene picos de dificultad en algunos soles que harían sudar al mas experto pero que con constancia se consiguen superar, como en todo buen juego de Miyamoto.
Hasta los soles son simpáticos
Y si ya nos metemos en aspectos técnicos y visuales hay que quitarse el sombrero, el juego gráficamente es una auténtica maravilla, es difícil, muy difícil, que un juego con 10 años a sus espaldas se vea tan bien a día de hoy. Su colorido, su simpatía, el detalle en todos sus escenarios, el maravilloso efecto del agua, las preciosas vistas desde los puntos mas altos del escenario, sus preciosos efectos de luz, el maravilloso modelado de Mario y sus fluidas y pulidas animaciones... podría tirarme horas hablando de las miles virtudes visuales del juego de Gamecube. Si ya queréis rizar el rizo jugarle en Dolphin, el maravilloso emulador de Gamecube y Wii para ordenadores, y subirle a resolución, simplemente es un juego que al igual que Galaxy no os chirriaría en una 360 o en una PS3. Creo que es difícil que el estilo estético y visual de los juegos del fontanero mejore con las siguientes generaciones, solo algo mas de detalle y sobretodo mas resolución, pero lo que es la base de su mundo y su estética me parece inmejorable desde este título.
La banda sonora a mi me parece de las mas trabajadas del maestro Koji Kondo, melodías totalmente adaptadas a la ambientación del título, pegadizas y agradables al oído con algún que otro homenaje a las canciones clásicas de la saga del fontanero. Los ritmos caribeños destacan mucho si, pero perfectamente adaptadas a la idiosincrasia de los sonidos que han acompañado a Mario durante toda su vida. Todos los efectos sonoros rayan al mismo gran nivel que el resto de apartados técnicos del juego, la música y el sonido en general siempre han sido muy cuidadas en los juegos de Mario y esta no es una excepción, Mario Sunshine es el típico juego que te da rabia jugar con el volumen bajo.
¿Querías plataformeo? pues toma.
Mario Sunshine es un gradísimo juego de plataformas que se intenta desmarcar de los otros juegos de Mario para ofrecer su propia personalidad. A muchos no les sentó bien por que la gente quiere mas de lo mismo cuando se trata de sus vacas sagradas pero me parece un Mario excelente, aunque no llega a los niveles de brillantez y perfección de 64 y Galaxy. En cualquier caso y huyendo de las comparaciones con otros Super Marios ojalá todos los plataformas 3D que salieran tuvieran la calidad en términos globales de la aventura tropical de nuestro fontanero preferido.
NOTA: 9
@FastETC
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