The Legend of Zelda: A link to the past es uno de esos videojuegos que te marcan desde el mismo momento que enciendes la consola. Es difícil de explicar pero consigue que conectes con el desde el mismo momento en que ves la preciosa pantalla de título, el colorido de sus maravillosos sprites y la inspiradísima música del maestro Kondo crean la atmósfera perfecta para sumergirte en una aventura épica, inteligente y divertida. Y es que nos encontramos delante de un maravilloso cuento jugable, no tiene un argumento sofisticado ni complicado que derive en un montón de cabos sueltos como suele pasar con las producciones japonesas. Zelda va por otros derroteros, el mundo de Hyrule tiene sus propia mitología, sus propias especies, sus propias costumbres... el universo creado por Miyamoto es rico y consistente. Pero la trama de A link to the past huye de los delírios de cineasta de algunos directores de videojuegos y se centra en que vivas una aventura apasionante.
Al pobre Link las mujeres le traen de cabeza
Esto no quiere decir que no te metas en la historia o empatices con el personaje, al contrario. Si hay algo que está especialmente trasmitido en este juego es el sentimento de deber que impulsa a un joven Link a enfrentarse contra fuerzas que ni imaginaba por salvar a su mundo. Link es un joven especial, pero el no ha pedido ni ha querido serlo, no es un héroe de D&D que busque aventuras, no es un caballero que luche por el amor de su princesa, no es un trastornado mental con infancia difícil de esos que protagonizan habitualmente los Final Fantasy. El único proposito de Link es conseguir detener al villano que quiere acabar con su mundo, el único sentimiento que le impulsa a hacerlo es el deber, para consigo mismo y para su pueblo.
Esta sencillez y esta honestidad de nuestro mudo protagonista hace que todo el peso caíga en la aventura en si. Y es que A link to the past es una AVENTURA, de esas que llevan maravillando al mundo desde que el hombre sabe contar historias, conocerás razas mágicas, visitaras localizaciones bellas y peligrosas, combatirás casi sin descanso, harás amigos, rescatarás doncellas, ayudarás a los necesitados... Harás todo lo que se supone que un héroe hace en un mundo mágico, ¿típico y tópico? es discutible, yo creo que este juego conjuga un montón de elementos clásicos de la aventura pero los utiliza con tal maestría que en ningún momento tienes esa sensación de "deja vu" que tienes con otras producciones, sean juegos, libros o películas.
Benditas mazmorras
Pero donde A link to the past da un repaso al resto de juegos del universo es en las mazmorras, diseñadas con un buen gusto y con una inteligencia que para mi a día de hoy todavía no se ha superado. No solo es el genial apartado artístico del que hacen gala, que también, es lo trabajado de sus mecánicas, su integración con los objetos, la brutal disposición de todas y cada una de las salas que las conforman, lo puñeteros que son sus "habitantes"... Y es que si eres de los que empezaron la saga Zelda con el salto al 3D (con Ocarina vamos) las vas a pasar mas bien putas. La dificultad de todo el juego en general es mas alta por la mala leche de los enemigos pero en las mazmorras el tema se multiplica. Bolas de fuego giratorias, pinchos, trampas, baldosas que se levantan del suelo y van como kamikaces hacia ti, suelos que desaparecen... un infierno vamos.
Pero no solo eso, en algunas de ellas perderse puede ser algo bastante habitual si eres nuevo en las aventuras del elfo de Hyrule. Varios pisos, transportadores, salir por un lado para entrar por otro oculto... Muchas veces además entrar a la propia mazmorra será un puzzle en si, y aquí es donde el juego hace mejor uso de sus dos mundos paralelos, ya que todo lo que hagas en el mundo de la luz tendrá su reflejo en el mundo oscuro y viceversa. Esto da una nueva dimensión a otro de los elementos mas importantes de la saga, la exploración. Cualquiera que haya jugado a Zelda sabe que patearse hasta el lugar mas recóndito del mapa buscando secretos es por lo menos el 30% del juego, pues al tener dos mundos que se conectan entre ellos se consigue que tengas que redoblar tu ingenio. Para poder llegar a esa sospechosa tumba de encima de esa ladera o conseguir esa pieza de corazón aparentemente inaccesible tendrás que dar mas de una y dos vueltas al asunto.
El juego es precioso, da igual el tiempo que pase
También habría que destacar el gran salto que supuso este juego con respecto al The Legend of Zelda original de NES (la segunda parte la obviamos por ser tan apartado del resto) en la riqueza de Hyrule. En el juego original Hyrule era una zona llena de secretos que conectaba con las distintas mazmorras pero muerta de vida, vida que no fueran enemigos claro. La Hyrule de A link to the past es una pasada, llena de npcs con los que interactuar y a los que ayudar dando otra dimensión al mundo en este aspecto, que era lo único en lo que fallaba el título original. Otro elemento importante es que esta vez no te sentirás perdido en tantas ocasiones como en el primer título ya que los diversos npcs te darán pistas sobre que hacer o donde ir. Con esto quiero decir que A link to the past no sentó las bases de la saga pero si perfecciono la fórmula y se convirtió en el primer Zelda moderno.
Al final a este juego le hace enorme un montón de cosas grandes dentro de el, desde los objetos activo a los pasivos, desde lo alto de la montaña de la muerte al cementerio de Hyrule, desde la mazmorra mas profunda a esa cueva dentro de una catarata, desde el sonido de tu espada a la mejor de las melodías que nos acompañan durante la aventura... Todo en el juego es perfecto, todo encaja y nada sobra, es un engranaje perfecto de gráficos, sonido, jugabilidad y sensaciones... Simplemente es un juego especial dentro de una saga especial, por eso ser un juego de Zelda es un estatus (a pesar de que haya alguna excepción como los de CDi) logran atraparte en un mundo mágico y atractivo apelando al corazón que tenemos todos los que alguna vez soñamos con vivir aventuras en un mundo de fantasía tan maravilloso como imposible.
Los ojos gigantes son un enemigo recurrente en la saga
Por eso si no has jugado a The Legend of Zelda: A link to the past debes hacerlo. Por que es imposible no disfrutar de el, por que da igual los años que pasen, el juego es taaaaaan bueno que el paso del tiempo no existe para el. Por que es uno de esos juegos elegidos para representar la esencia de los videojuegos, pero mas que eso, para representar la esencia de las aventuras. Por que al igual que todos sabemos que El Señor de los Anillos es mas que literatura y que Star Wars es mas que cine Zelda es mas que videojuegos y este capítulo de Zelda es de los mayores exponentes de la saga de Nintendo. Una saga de la que hablaremos nosotros, hablarán nuestros hijos y también nuestros nietos.
NOTA: 10
@FastETC