Hoy ha finalizado el Retro Madrid de este año dejándonos un sabor agridulce. Si bien la organización este año tenía una programación de excepción, ha habido grandes problemas para acceder a los espacios dedicados al evento y muchos asistentes han tenido que soportar interminables colas, o quedarse sin acceso.
Parece ser que el ayuntamiento de Madrid ha cambiado recientemente la ley de aforo de eventos de este tipo, siendo asignado para la categoría de Retro Madrid el espacio de una persona por metro cuadrado, limitando el acceso de los 1.500 visitantes estimados, a pocos más de 400. Si bien es absurdo que esta ley se aplique a eventos que ya han sido anunciados y cuyas entradas también han sido vendidas antes de su aprobación, los asistentes han sentido gran indignación por la falta de información y el enorme tiempo perdido en esperas sin la alternativa de poder devolver la entrada y tener su dinero de vuelta. Por no hablar de todos aquellos que viajaron a Madrid solo para asistir al evento y además de la entrada, emplearon dinero en el transporte y alojamiento.
Aparte de los problemas de aforo, la Retro Madrid ofreció un gran plantel de actividades y conferencias, donde se podía entrar en contacto con desarrolladores independientes que mostraban sus videojuegos, tiendas de productos retro o exposiciones de las consolas y ordenadores de antaño. Una verdadera lástima que la mala experiencia de las largas colas hayan hecho mella en la experiencia general del público.
El próximo año veremos si Retro Madrid ha aprendido de lo sucedido y nos ofrece una mejor organización de un evento que nos lleva de vuelta al pasado y no nos permite olvidarnos de los orígenes de los videojuegos.