Cabal ha sido uno de los mejores juegos árcade de la época recreativa (el call of duty del 88), un soberbio juegazo que, sin duda alguna, nos ha dejado enganchados y ha terminado con nuestra pequeña economía juvenil de aquel entonces a base de monedas de 5 duros.
DESARROLLO:
El juego de disparos en tercera persona
Cabal consiste en no dejar títere con cabeza a lo largo de 5 fases divididas en 4 niveles y un jefe final en cada una de ellas para no variar y no salirnos de la rutina de muchos juegos. Las primeras fases siempre son las más facilonas y para la época de este juego (1988), implantaba muy bien la técnica de aumentar el nivel de dificultad a medida que vamos avanzando en los niveles.
Contamos con unos
escenarios enteramente destruibles pudiendo visitar una base aérea, un camino costero, una base aéreo naval y un pueblo que mezcla desierto y pueblo árabe. En el camino nos encontraremos a enemigos muy generosos que al abrir fuego contra ellos nos soltaran sus armas y granadas para hacer que el enfrentamiento con los jefes finales sea más llevadero. En el caso de las armas su duración no es muy prolongada pero durante ese tiempo su efectividad es única haciéndote quedar tu solo en el campo de batalla. La movilidad de nuestro personaje no es ni mucho menos para tirar cohetes ya que solo podemos movernos de derecha a izquierda pero con la mira de nuestra arma tendremos total disponibilidad en la pantalla pudiendo moverla por todo el escenario.
Los enemigos podemos clasificarlos en:
Soldado raso: en las primeras pantallas suelen ser casi inofensivos pero en las finales empiezan a ser molestos y pesados sobre todo cuando nos invaden con granaditas.
Helicóptero: este siempre nos lanzará una ráfaga de ametralladora. Un enemigo aéreo muy efectivo.
Avión: esta aeronave nos irá dejando tres regalitos en cada aparición. Disparándole nada más salir a escena podemos derribarlo.
Tanques: estos vehículos terrestres nos iran dando cañonazos en cuanto nos vean, por eso es recomendable no destruir todo el escenario ya que los muros nos sirven de cobertura.
No es un juego que digamos ni muchos menos largo, ya que la mecánica de juego era y es muy simple, pero tiene un nivel tremendo de adicción y gracias al emulador de maquinas recreativas MAME podemos tenerlo en nuestro PC, sin que con ello nos derive a una bancarrota en nuestra economía.
Existe otro juego de las misma características que el mencionado pero basado en el Oeste llamado “BLOOD BROS”.
Si teneis la oportunidad, quien no lo haya probado, por favor hacerlo, no os defraudará.