Retroanálisis Mass Effect

Tras dos semanas publicando retronanálisis de juegos con más de una década a sus espaldas, hoy volvemos a la recién jubilada generación con un juego que primero vio la luz en Xbox360 y PC, para hace tan solo tres años aparecer en PS3. Estamos hablando de Mass Effect, uno de los RPG insignia de BioWare, y que aprovechando la rumoreada remasterización de la trilogía para PS4, volvemos a analizar para darlo a conocer a todos aquellos que todavía no le hayan dado una oportunidad.

Como decíamos, Mass Effect vio primero la luz como un título exclusivo para Xbox360 en noviembre de 2007, por aquel entonces BioWare era un estudio independiente y Microsoft se implicó en la producción del juego. Sin embargo, tras la absorción del estudio canadiense por parte de Electronic Arts y con el lanzamiento de la trilogía completa en el año 2012, un port realizado por Edge of Reality para PS3 saldría como parte de dicha trilogía y de manera individual a través de copia digital vendida en la PlayStation Store.

Realmente, todo aquel que haya jugado a la versión de Xbox360 no apreciará grandes diferencias entre ambas versiones, ya que tanto a nivel técnico como jugable el título se mantiene prácticamente igual, incluidos los pequeños bugs con los que ya contaba en 2007 y que veremos en el apartado correspondiente. Lo más «destacable» es que el juego incluía uno de los dos DLCs que se sacaron para él: El cielo se está cayendo, que agregaba una nueva misión secundaria de cierta duración a la historia original.

En una galaxia muy cercana

Como ya sabéis, no suelo extenderme mucho sobre el argumento de los juegos que analizo, pues no me gusta reventar la historia a la gente y siempre es mejor descubrir las tramas por uno mismo, así que haré un breve resumen de la premisa de la que parte Mass Effect.

Estamos en el año 2183, la humanidad, tras descubrir varios años atrás unas ruinas alienígenas en Marte, el denominado efecto de masa, que permite viajar más rápido que luz, y los relés de masa, pronto se encuentra visitando nuevos sistemas planetarios de la Vía Láctea. Tras un primer encuentro algo accidentado con una raza extraterrestre, la humanidad descubrirá que la «última frontera» está más que colonizada y que realmente nunca hemos estado solos en el universo. Después de finalizar una guerra y acordar la paz con las distintas especies que conforman el Consejo de la Ciudadela, el centro neurálgico y diplomático de la galaxia, la humanidad pasa a formar parte de esa gran comunidad intergaláctica y a tratar de encontrar su sitio en un vecindario que ha crecido exponencialmente.

La Alianza de Sistemas es el órgano político, económico y militar que se ocupa de todos los aspectos relacionados con el espacio y su colonización; respaldada por las naciones más potentes de la Tierra, representa a la humanidad ante el Consejo de la Ciudadela y será un miembro de su flota, un soldado, el protagonista de la historia de Mass Effect. El jugador tomará el control del comandante Shepard (pudiendo elegir el sexo, la apariencia y clase del personaje gracias al editor del juego), que, tras una accidentada misión en la colonia humana de Eden Prime, tendrá que desenmascarar a un Espectro del Consejo (algo así como un agente especial del orden, en palabras del propio juego: «la primera y última línea de defensa de la galaxia»), dar sentido a unas extrañas visiones de destrucción obtenidas tras entrar en contacto con una baliza proteana (los proteanos fueron un gran imperio galáctico que desapareció sin dejar apenas rastro 50.000 años atrás) y descubrir que todo eso no es solo más que el comienzo de un largo viaje para salvar la existencia misma de todas las especies de la galaxia.

Así pues, en Mass Effect os espera una historia épica, con sus grandes momentos, giros y sorpresas argumentales, acompañados, además, por un grupo de personajes bien desarrollados con los que Shepard entablará o no amistades (e incluso romances), que incluso continuarían en los siguientes juegos; hablamos de seis compañeros con los que podremos interactuar, llevando siempre a otros dos más a las misiones.

Una galaxia para explorar, combatir y perderse

A nivel de jugabilidad, se puede decir que Mass Effect sigue los pasos de los RPG clásicos: avanzar por los eventos principales para continuar la historia, realizar misiones secundarias y otras tareas de recolección, combatir, tomar decisiones y subir de nivel para ganar puntos que repartir entre los diferentes poderes activos y características pasivas de los personajes. Y aunque el juego está bien adaptado al control con mando, lo cierto es que se nota todavía el peso de los juegos de ordenador con los que BioWare ya había cosechado éxito (Baldur´s Gate, Jade Empire o Knights of the Old Republic), de manera que algunos aspectos de la jugabilidad, como tomar coberturas, se resienten bastante y pueden frustrar a aquellos que no terminen de dominar los controles del juego.

Lo primero que hay que señalar es que cuando creemos a nuestro Shepard podremos elegir entre seis clases distintas de especialización y eso va a determinar tanto las habilidades de las que dispondremos para el combate, así como el tipo de armas y armaduras que podremos llevar. Por un lado tenemos tres clases «puras», que se centran en un único aspecto y que son:

• Adepto: especialista en el uso de la biótica, que son los poderes en el universo de Mass Effect. Solo pueden llevar armaduras ligeras y usar pistolas, ya que toda su fuerza se centra en el uso de los poderes bióticos, bastante devastadores si se saben usar bien.
• Soldado: especialista en combate, una de las clases más sencillas de usar, ya que sus habilidades están todas relacionadas con el combate y la potencia de armas y escudos. Puede usar cualquier tipo de arma (siempre y cuando se inviertan los puntos de experiencia en ellas) y puede usar armaduras pesadas.
• Ingeniero: especialista tecnológico, es la clase que nos permitirá decodificar cerraduras y otros objetos, sobrecargar escudos enemigos, piratear enemigos sintéticos, utilizar drones de combate… Utilizan pistolas y armaduras ligera y media.

Y por otro lado tenemos tres clases combinadas:

• Vanguardia: es una combinación del adepto y el soldado, están pensados para debilitar rápidamente a los enemigos cargando contra ellos mediante el uso de sus poderes bióticos y su lugar es la primera línea de combate. Utilizan pistolas y escopetas y armaduras ligera o media.
• Centinela: combina al ingeniero y el adepto, combinando los poderes y habilidades de ambos para debilitar y acabar con los enemigos que lleven escudos o barreras. Utilizan pistolas y armaduras ligeras.
• Infiltrado: es la combinación del soldado y el ingeniero, pueden usar diferentes tipos de municiones para debilitar a los enemigos, así como el sabotaje y el camuflaje óptico, que les permite usar el rifle de francotirador con mayor eficacia. También pueden usar pistolas y armaduras ligera y media.

Cada vez que subamos de nivel, podremos adjudicar los puntos ganados en los diferentes poderes o habilidades que tiene cada clase. Además, cada uno de nuestros compañeros pertenece a una de estas clases, por lo que podremos ver en acción los diferentes tipos de estilos que presentan y conocer los efectos de los diferentes poderes y habilidades. Saber combinar las clases en el grupo de combate será importante para afrontar mejor los enfrentamientos que nos esperan.

Los combates serán en tiempo real, pues presentan la dinámica de un shooter en tercera persona. Podremos tomar cobertura aprovechando los diferentes elementos del escenario y dar algunas órdenes a los otros dos personajes usando la cruceta del mando; básicamente, que avancen a una posición, se cubran, mantengan posición o nos sigan. Al presionar L1 o L2 pausaremos la acción haciendo aparecer un menú radial. Con L1 tendremos acceso a todos los poderes y habilidades que tengamos desbloqueados y que podremos usar contra nuestros enemigos (teniendo en cuenta que después necesitarán un tiempo de recarga, tiempo que se puede acortar mediante el uso de determinados objetos). Mientras que con L2 podremos cambiar el arma que estemos usando; en el juego tenemos disponibles cuatro armas: pistola, fusil automático, escopeta y fusil de francotirador. Cada arma tiene sus ventajas y desventajas, como el rango y la distancia, la potencia de fuego o el recalentamiento, ya que en Mass Effect no existen los cargadores de munición, sino que es infinita, a no ser que recalentemos el arma, momento en el que dejará de disparar hasta que se enfríe. Además, no todos los personajes pueden usar todas las armas, como ya hemos comentado al describir las clases.

Todas las armas pueden equiparse con dos o tres mejoras, la primera tiene que ver con una característica general del arma y las otras dos con la munición: mejores mirillas, sumideros de calor, gran calibre, extensión de raíl, sensor de combate, munición radioactiva, de fase, incendiaria, criogénica… hay una gran variedad de mejoras con diferentes niveles que iremos encontrando a lo largo del juego.

Lo mismo se aplica a las armaduras, hay diferentes clases y para diferentes especies, y pueden colocarse mejoras que irán desde aumentar los escudos, regenerar salud, acelerar la recarga de poderes, etc. La elección de las mejoras, tanto en armas como en armaduras vendrá muchas veces dictada por elección estratégica a la hora de enfrentar a determinados tipos de enemigos, cuanto más dominemos el juego y conozcamos las debilidades de los enemigos, mejor uso de mejoras y poderes haremos.

El nivel de la IA no es de lo más sofisticado que se puede encontrar y aunque no nos pondrá las cosas fáciles, sobre todo en niveles altos, tampoco nos va a sorprender con movimientos envolventes o flanqueos, salvo en muy contadas ocasiones. Las más de las veces la dificultad radicará en los números y las habilidades y mejoras con las que cuentan los propios enemigos.

Pero como no solo de combates va el juego, pasada la introducción de la historia y una vez terminada la primera misión en la Ciudadela, podremos pasar a explorar una gran porción de la galaxia, visitando diferentes cúmulos y sistemas planetarios en busca de misiones secundarias o directamente ir a las misiones que nos harán avanzar por la historia principal. Pero si sois amantes de los RPG, seguramente prefiráis la exploración y reservéis las misiones principales para más adelante. El nivel de detalle en cuanto a lo que vamos a encontrar es bastante grande, todos los planetas que se pueden visitar y los que solo podemos ver desde la Normandía (la nave insignia de Shepard) cuentan con descripciones, algunas más en detalle que otras, pero ni un solo planeta se queda sin sus datos relevantes. Y los planetas en los que podemos aterrizar cuentan casi siempre con su propio paisaje y accidentados terrenos.

Esta exploración a nivel del suelo la llevaremos a cabo con el mako, un resistente (y trepador) vehículo que se complementa con una torreta para poder disparar a los enemigos con los que nos podemos cruzar. Metales, gases, medallas, insignias, sondas, bases secretas… son muchas de las cosas que podremos encontrar en los diferentes planetas y que nos ayudarán a ganar experiencia y subir de nivel. Aunque es cierto que pasadas las primeras horas de juego, la exploración se volverá un tanto repetitiva: bajar a un planeta, recorrer la parte accesible en busca de restos, anomalías, señales o la base oculta de turno. Además, las bases repiten su diseño y estilo en dos modelos diferentes, por lo que no nos será difícil aprendernos sus planos y saber movernos por ellas.

Por supuesto, las conversaciones con otros personajes también son importantes, pues nos ayudarán a conocer mejor a los compañeros y a meternos más en la historia que estamos viviendo. En los diálogos tendremos varias opciones de respuestas, que además irán configurando el carácter de nuestro Shepard, algo que junto a la toma de decisiones irán convirtiendo al personaje en alguien virtuoso o rebelde, de manera que según algunas de nuestras respuestas y acciones ganaremos puntos de virtud o rebeldía. Además, algunas decisiones repercutirán no solo en el desarrollo de algunos elementos de la trama, sino que también tendrán consecuencias en los dos siguientes juegos.

Como veis, Mass Effect es un RPG al uso, solo que con ambientación de ciencia ficción, con combates de disparos en tercera persona. Y por supuesto tendremos un extenso códice que rellenar, algo que no solo nos ayudará a conocer mejor el universo e historia de Mass Effect, sino también a ganar experiencia, pues cada entrada del códice desbloqueada nos dará puntos de experiencia también.

Así luce y suena la Vía Láctea

Cuando Mass Effect vio la luz en 2007, su apartado técnico fue más que notable (las buenas notas que recibió de la crítica ahí están), y hay que reconocer que Edge of Reality ha hecho un trabajo más que decente al traer el juego a PS3, pero no esperéis gráficos del final de generación y contad con algunos bugs que afean un poco el resultado final.

A nivel gráfico tenemos un juego que en general luce bastante bien, con muy buen diseño de escenarios, entornos y personajes, con un buen nivel de detalle y expresividad para el rostro de los personajes, sin embargo, vamos a notar la carga de texturas (algo que ya ocurría en su versión original para Xbox360), ciertas ralentizaciones y parones de vez en cuando que, aunque no llegan a entorpecer el juego, si que a veces resultan un poco molestos, y también vamos a encontrar dientes de sierra. Aunque a nivel de efectos el título cuenta con buen trabajo, tanto los poderes bióticos como los tecnológicos tienen sus efectos en pantalla, diferenciados según el poder que estemos usando, no llegan a ser espectaculares, pero quedan bien y le dan un toque curioso e interesante al juego. Además, el juego tiene la opción de poner un filtro de granulado de película, lo que le da cierto aire cinematográfico.

Y mención especial para los ascensores, que hacen las veces de pantallas de carga en la Ciudadela y en la Normandía; en los ascensores podríamos oír a los personajes hablar entre ellos u oír noticias de Extranet (un canal de noticias del universo de Mass Effect) o ser testigos de cómo la nave más avanzada de la humanidad tiene el montacargas más lento de la galaxia.

Respecto al sonido, encontramos también un trabajo muy bueno, sobresaliente en lo que doblaje se refiere, con unas voces muy distintivas para cada uno de los personajes, que además, gracias al buen hacer de los actores detrás de ellas, dotan a los mismos de una personalidad propia. Los efectos sonoros son buenos, aunque poco variados, y ayudan a crear cierta atmósfera, sobre todo en los espacios de la Ciudadela. La música da el toque final para crear tensión y epicidad en determinados momentos y escenas del juego.

Conclusión

Mass Effect es uno de esos juegos que, si eres fan de los RPG, no debería faltar en tu estantería. Cierto es que los años no le han sentado del todo bien, sobre todo en lo que a control y algún aspecto de su jugabilidad se refiere, pero tiene muchos más elementos positivos por los que merece la pena darle una oportunidad: su argumento, sus personajes, un nuevo universo y una historia inmersiva gracias a los pequeños detalles que iremos descubriendo durante el juego. Es el comienzo de una historia épica que ha marcado a muchos jugadores de la pasada generación. Como primer juego de la saga, mantiene una esencia clásica de RPG que después iría perdiendo en las dos entregas siguientes, algo que puede echar para atrás a algunos jugadores, pero que no debería ser impedimento para disfrutar de un título que ya casi podemos considerar un clásico. Si estáis dudando, no lo penséis más, dadle una oportunidad, comenzad la historia del comandante Shepard y salvad la galaxia.

Tras dos semanas publicando retronanálisis de juegos con más de una década a sus espaldas, hoy volvemos a la recién jubilada generación con un juego que primero vio la luz en Xbox360 y PC, para hace tan solo tres años aparecer en PS3. Estamos hablando de Mass Effect, uno de… Retroanálisis Mass Effect Retroanálisis Mass Effect 2015-02-27 Helena Ramírez

Muy Bueno

Gráficos - 75%

Sonido - 85%

Jugabilidad - 85%

82

82%

Mass Effect es uno de esos juegos que, si eres fan de los RPG, no debería faltar en tu estantería. Como primer juego de la saga, mantiene una esencia clásica de RPG que después iría perdiendo en las dos entregas siguientes, algo que puede echar para atrás a algunos jugadores, pero que no debería ser impedimento para disfrutar de un título que ya casi podemos considerar un clásico.

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