Con felicidad y entusiasmo abres la caja de tu nueva videoconsola. Ansioso por probarla la conectas a tu viejo y pequeño televisor de tubo. Extraes del envoltorio una enorme caja completamente negra y de su interior sacas el CD con las palabras Tomb Raider escritas en él. Tu hermano, a tu lado, se ocupa de introducirlo en el lector y darle al botón de encendido. Tras una trepidante introducción en inglés de la que no comprendes nada, obtienes el control del personaje femenino más exuberante que jamás viste en videojuego alguno. Avanzas a través de una oscura cueva, con la sensación de soledad atenazándote el corazón, consciente de que eres el primero en cruzar esas galerías virtuales en siglos. Tras varias horas de partida llegas a una especie de gigantesco valle subterráneo. La cámara tiembla mientras das muerte a unos velocirraptores. Tu cara es un poema cuando un inmenso tiranosaurio hace acto de presencia y te devora. Sin tarjeta de memoria y sin posibilidad de salvar, cosa que desconocías, debes empezar el juego desde el principio. Te da igual, ya estás enganchado, tras años dando guerra a tu Mega Drive y al PC de tu padre has descubierto el futuro del videojuego y es maravilloso.
Esta breve introducción tan literaria es ni más ni menos que la primera experiencia que tuvo servidor con el juego que vamos a retro analizar este viernes. Tomb Raider, su primera entrega, era en 1996 un completo desconocido. Es decir, el juego era de mucha calidad y llegó pegando fuerte, pero lógicamente aún no se había convertido en el icono que es hoy, sobre todo Lara Croft, su protagonista. Y en aquel momento en que me puse a los mandos yo no sabía nada de él, pero al instante percibí que sería una joya atemporal y aquí estamos hoy, en pleno 2014, recordándolo.
NARRATIVA
Tomb Raider nos pone en la piel de Lara Croft, una aristócrata inglesa con pasión por la arqueología que tiene más interés en buscar tesoros perdidos que en asistir a actos sociales. Tras una detonación nuclear en Nuevo México de un artefacto misterioso en el pasado, Jacqueline Natla, presidenta de la corporación Natla Tecnologies decide contratar a Lara para encontrar las piezas de ese artefacto, el Scion, una reliquia de la Atlántida, cuya primera pieza está en Perú, en la tumba de Qualohpec. Empieza así la aventura, que nos llevará a Perú, Grecia, Egipto y por último la Atlántida. A medida que vayamos avanzando iremos descubriendo la oscura verdad sobre el artefacto y las oscuras intenciones de Natla. Sin ánimo de destripar nada, si me gustaría decir que el argumento goza de algunos giros sorprendentes que uno no se espera, sobre todo entonces cuando aún no se sabía que la arqueología que investigaba Lara Croft solía tener bastante relación con mitos reales. De todas maneras el argumento no está muy presente, porque lo que se lleva mayor tiempo de juego es la parte jugable. No veremos muchas secuencias cinemáticas ni diálogos salvo al terminar algunos niveles.
Por cierto es mi obligación advertir que el juego está en completo inglés, sin subtítulos siquiera, nunca fue traducido en la época. En 1996 no eran tantos los juegos que se traducían al español. Pese a que esto puede ser un serio handicap para disfrutar del argumento, no lo es para disfrutar del juego, creedme, lo sé; en 1996 no entendía yo el inglés y aún así me lo pasaba genial con el juego.
APARTADO AUDIOVISUAL
Hablamos de un juego de 1996, de las primeras hornadas de PlayStation. Decimos esto porque lo que significa es que fue uno de los primeros juegos de la nueva generación 3D, de los 32 bits. El hardware de la máquina no estaba siendo aún explotado a su máxima potencia y por eso es un juego técnicamente limitado visto desde la perspectiva actual. No le pedimos que tenga los gráficos del presente, pero es un apartado técnico que no ha envejecido bien. La limitación técnica de la que hablamos se manifiesta sobre todo en la definición y en la distancia de visión, que es escasa, esto se ve sobre todo en las zonas grandes de los escenarios, como el valle del T.Rex, en el que no veremos al bicho hasta casi tenerlo encima.
Más allá de eso todos los escenarios tienen un aspecto muy cuadriculado, algo propio de la tecnología de la época, pero además en este caso influyente en la jugabilidad, pues es el indicativo de zonas por las que podrás moverte. Ese aspecto cuadriculado también está en Lara Croft, cuyas tetas son un triángulo, algo que cambiaría a partir de la segunda entrega.
Pese a lo antiguo de su apartado técnico la ambientación es sublime, el juego consigue transmitir como ningún otro una sensación de soledad, no horrorosa sino de que nadie había entrado en siglos en esas tumbas o templos del pasado. Y esa ambientación no se consigue solo con unos niveles muy bien diseñados con un gran respeto hacia las culturas en las que se ambientan, sino también con una banda sonora magistral. Quizá lo mejor de la banda sonora sea la sabia elección de sus creadores sobre en qué momentos debe destacar y cuándo debe pasar a un segundo plano o incluso desaparecer. Lo más sorprendente es que teniendo en cuenta la absoluta maravilla que es su tema principal y lo absolutamente presente que está en los momentos más espectaculares, como al descubrir las puertas de un inmenso templo, este tema no continuase en el resto de juegos, incluso en el remake lo cambiaron tanto que resultaba irreconocible. Misterios.
JUGABILIDAD
Tomb Raider es una aventura en tercera persona, combina acción, plataformas y resolución de puzzles. Nuestro deber es avanzar por cada nivel hasta llegar al final del mismo, por el camino tendremos que hacer frente a los retos que se nos presenten. los momentos de acción serán los combates, las ruinas que visitemos tendrán agresivos animales como lobos, osos, leones; también haremos frente a momias, dinosaurios o extraños atlantes. Para ello usaremos nuestro fiel par de pistolas con munición infinita, una escopeta, una magnum y un par de uzis, aunque todas estas armas tendrán munición limitada. Lara apuntará automáticamente a los enemigos cada vez que desenfunde sus armas, eso sí, no podemos elegir objetivo, ella lo hace por nosotros y si no hay enemigos disparará por defecto al frente. Los momentos más épicos son la lucha contra jefes, difíciles y poderosos capaces de aguantar muchas, muchas balas. También tendremos algunos enfrentamientos contra humanos, más puñeteros porque usan armas de fuego que hacen bastante daño. Posiblemente el enfrentamiento mejor diseñado del juego es contra el doppelganger, pues además de combate exige resolución de puzzles, ya que copia todos nuestros movimientos y dispararle es dispararnos a nosotros mismos.
Las plataformas es quizá la mayor parte del juego. Se trata de dedicarnos a saltar de plataforma a plataforma por el escenario. Muchas veces para avanzar por el escenario tendremos que ir buscando huecos en zonas altas o sortear trampas o evitar precipicios. Es por ello que los escenarios son tan cuadriculados, porque no dejan de ser plataformas por las que ir agarrándose, colgándose, saltando, etc. Insisto en que esta es una gran parte del juego. Pero no nos confundamos, esto no es Super Mario, aquí el control es más técnico (me niego a decir ortopédico) y nos obligará a medir y calcular la distancia del salto si no queremos acabar quedándonos cortos, con menos vida o, aún peor, con el cuello roto. Este control más técnico y menos fluido implica dar más órdenes a Lara, un ejemplo, en el último Tomb Raider Lara se agarra automáticamente a los salientes, en este hemos de pulsar el botón de agarrar o Lara caerá al vacío. Por supuesto esto implica que sea un juego más exigente con el jugador y por tanto es casi obligado salvar antes de un salto arriesgado. Este aviso es sobre todo para jugadores noveles que no vivieron esos años, porque actualmente ya no se tiene esa costumbre que antes era imprescindible para avanzar y hacer progresos en un juego.
Por último los puzzles. En muchos casos el puzzle es todo el nivel, es decir, la parte que bloquea el puzzle es justamente la que hay que cruzar para pasar el siguiente nivel y los elementos para su resolución, como piezas o palancas están distribuidas por todo el nivel. El diseño de los mismos es sobresaliente y aunque el objetivo de la mayoría es desbloquear una nueva área, están presentados con la suficiente diferencia y originalidad como para resultar únicos y frescos. Además suelen estar estructurados de manera que el gran puzzle del nivel se subdivide en más pequeños puzzles. Ejemplo, tengo que encontrar el engranaje que falta pero está tras una verja y no tengo la llave, está en lo alto de un tejado al que para acceder he de abrir una puerta cuyo interruptor está bajo el agua. Este tipo de construcción de niveles es una de las razones de que sea un juego brillante, en ningún momento tendremos la sensación de ir simplemente “palante”.
Por si fuera poco, los niveles del juego contienen áreas secretas con botiquines y munición a las que accederemos mediante combos plataformeros después de localizarlas. Las identificaremos por unos acordes sonoros que suenan al acceder a ellas.
CONCLUSIONES
Tomb Raider es una auténtica maravilla de videojuego que promete horas y horas de diversión. Es exigente con el jugador, tiene un acertadísimo diseño de niveles y un elenco de enemigos con alguna que otra sorpresa que deja al jugador con la boca abierta. Goza de un argumento sólido y una protagonista con una personalidad a prueba de bombas. Tomb Raider es en definitiva una joya que todo jugador debería probar al menos una vez en la vida.
Con felicidad y entusiasmo abres la caja de tu nueva videoconsola. Ansioso por probarla la conectas a tu viejo y pequeño televisor de tubo. Extraes del envoltorio una enorme caja completamente negra y de su interior sacas el CD con las palabras Tomb Raider escritas en él. Tu hermano, a tu lado, se ocupa de introducirlo en el lector y darle al botón de encendido. Tras una trepidante introducción en inglés de la que no comprendes nada, obtienes el control del personaje femenino más exuberante que jamás viste en videojuego alguno. Avanzas a través de una oscura cueva, con la…Puntuación
Gráficos - 80%
´Jugabilidad - 93%
Sonido - 93%
8989%
Resumen: Tomb Raider es una auténtica maravilla de videojuego que promete horas y horas de diversión. Es exigente con el jugador, tiene un acertadísimo diseño de niveles y un elenco de enemigos con alguna que otra sorpresa que deja al jugador con la boca abierta. Goza de un argumento sólido y una protagonista con una personalidad a prueba de bombas. Tomb Raider es en definitiva una joya que todo jugador debería probar al menos una vez en la vida.
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