Retrospectiva 'Buffy, Cazavampiros': 1ª temporada

Como ya he señalado hace poco, he terminado de ver 'Buffy, Cazavampiros'. Y me parece intolerable. Estoy en ese punto en el que me maldigo por haberla visto tan rápido y hago pucheros cada vez que pienso en la serie. Afortunadamente, aún no le he dado carpetazo, pues DEBO compartir mis impresiones con vosotros. Así que, tirando de Wikipedia para repasar los capítulos que no me apetezca volver a ver, me dispongo a comentar cada temporada de forma individual. La extensión de las reseñas será variable, nada demasiado formal.
La primera temporada es la más floja de la serie, creo que todos estaremos de acuerdo. Es la que más ha envejecido, la menos pulida, la más convencional. Y sin embargo, es muy emotivo recordarla. ¡Era tan inocente, tan simpática, juvenil y desenfadada...! Y presentaba de puta madre las claves de la serie, las cosas como son. Desde el principio logró sorprender y meter algún giro a argumentos de fantasía que se movían muy bien entre lo inquietante y lo abiertamente paródico. Tenía sentido del humor, esa es una de las cosas que hizo que le cogiese cariño a la serie al poco de empezar. Al fin y al cabo, Joss Whedon está detrás de esto, por lo que no es de extrañar que se opte por tirar hacia la comedia en los momentos que se acercan peligrosamente a lo tópico, ni tampoco tener unos diálogos por encima de la media, sobretodo en este tipo de series. Después de todo, Buffy es una superheroína con todas las de la ley, todos los elementos del género están aquí. Y qué queréis que os diga, ya solo esta primera temporada me seduce más que 'The Flash', por poner un ejemplo actual. Dentro de unas limitaciones que se empezarán a romper en la siguiente temporada, es divertida, ingeniosa y define maravillosamente a los personajes.
Ese siempre ha sido el punto fuerte de la serie. Aquí aún están en la primera fase de su desarrollo, pero me caen bien todos, cosa importantísima. Buffy, Willow, Xander, Giles... hasta Cordelia. Todos se complementan a la perfección. Además, siento debilidad por los tríos de amigos inseparables: Luke/Han/Leia, Harry/Ron/Hermione, Aang/Katara/Sokka... Buffy/Willow/Xander entran en el saco de cabeza tras el (doble) primer capítulo. El azar les va uniendo hacia la primera gran pelea contra los vampiros, y sé que ya van a estar juntos toda la vida. Me llegó totalmente, y eso que acababa de conocerlos.
Quizá el único personaje importante que me da un poco igual, a pesar de tener unas características muy interesantes, es Ángel. Aun así, se harán cosas muy guays con él más adelante. Su romance con Buffy, eso sí, nunca va a llegarme mucho. Aunque agradezco que ya desde el principio lo vayan desarrollando poco a poco y se trate con cabeza y seriedad.
El Maestro, el villano de la temporada, no tiene mucha cosa. Malo, feo y funcional. No es lo importante. El tema de la temporada es la aceptación de la identidad por parte de Buffy. Comprender cual es su responsabilidad y aceptar su destino. Y oye, eso se hace bastante bien, y deja a una protagonista cojonuda. Una adolescente que solo quiere llevar una vida normal pero que a la hora de la verdad siempre se sacrificará para cumplir su cometido. Añadid a eso su tendencia a culparse de todo y la forma de burlarse de sus enemigos y... bueno, digamos que veo justificadas las comparaciones con Spiderman.
En definitiva, personajes carismáticos, ingenio y sentido del humor. Es suficiente para dejar una impresión positiva a la espera de que EXPLOTE. Y lo hará en breve, vaya que sí.