Revista Cine

Retrospectiva Fatih Akin/I

Publicado el 17 agosto 2010 por Diezmartinez
Retrospectiva Fatih Akin/I
A partir de hoy martes la Cineteca Nacional enlaza su Novena Semana Cine de Alemán con una retrospectiva completa de los largometrajes del turco-germano Fatih Akin que, en la información que uno tiene, siempre fragmentada, siempre particular, es no sólo el más importante de los cineastas alemanes del nuevo siglo sino uno de los directores fílmicos europeos más consistentes de su generación.
Yo conocí el cine de Akin en el FICCO 2005, cuando se exhibió Contra la Pared (2004), que se coló al sitio número 2 en mi top-25 de la década pasada. A partir de ese filme, me di a la tarea de revisar toda la obra anterior de Akin y a esperar, pacientemente, que se estrenaran sus siguientes películas, algo que ha sucedido solamente con A la Orilla del Cielo (2007) -número 11 en mi top 25 de la década y número 2 en mi top-ten de lo mejor de 2009-, pues Soul Kitchen (2009), ya exhibida en Guadalajara 2010 y en la reciente Novena Semana del Cine Alemán, permanece inédita, comercialmente hablando.
En todo caso, desde hoy y hasta el 22 de agosto, la Cineteca Nacional presenta, pues, el ciclo "Un puente entre culturas: el cine de Fatih Akin". La retrospectiva inicia con su opera prima, Rápido y sin Dolor (Kurz und Schmerzlos, Alemania, 1998), un energético pero muy derivativo ejercicio de estilo scorsesiano en el que, de todas formas, ya se pueden notar algunos elementos temáticos claves que Akin desarrollaría luego, con mucha mejor fortuna, en su obra posterior.
Gabriel (Mehmet Kurtulus), un joven alemán de origen turco, sale de prisión después de purgar dos años debido a su temperamento violento que lo ha metido en innumerables peleas callejeras. A la salida, lo esperan sus amigos del alma, también hijos de inmigrantes: "el griego" Costa (Adam Bousdoukos, futuro protagonista de Soul Kitchen), un torpe raterillo de lap-tops, y "el serbio" Bobby (Aleksandar Jovanovic), que sueña en convertirse en un gangster de verdad, una especie de Scarface (De Palma, 1983) de Hamburgo.
Los vasos comunicantes entre Rápido y sin Dolor y algunas cintas son más que obvios: los tres amigos son meros adolescentes crecidos cuyos juegos ya no resultan particularmente graciosos. Más que meros bolsones patéticos como los de I Vitelloni (Fellini, 1953), los tres aspiran a la violencia trágica y al sacrificio absurdo de los aprendices de mafiosos de Calles Peligrosas (Scorsese, 1973). De hecho, ¿será mera casualidad que el más errático de los camaradas se llame precisamente Bobby (De Niro)?
De todas maneras, incluso bajo las sombras de Fellini/Scorsese, Akin subraya lo que luego será el interés central de su cine: el alma dividida de sus personajes, entre la Alemania en la que viven y la Turquía que añoran; la idealización del terruño de sus tradicionalistas padres; el entrecruzamiento de las vidas de sus emproblemados personajes. Por otro lado, Akin maneja a su joven reparto multicultural de forma notable y exhibe una impresionante seguridad estilística, como se hace notar en el espléndido tracking-shot de dos minutos en el que la cámara retrocede fluidamente mientras los tres amigos caminan por las oscuras calles de Hamburgo.
Al final, es cierto, no estamos más que ante un meritorio debut en forma de saqueo/homenaje scorsesiano por parte de Akin. Su siguiente película, En Julio (2000), que también se exhibe el día de hoy en la Cineteca Nacional, es mucho más lograda: la primera obra importante de Akin.
Rápido y sin Dolor se exhibe hoy en la Cineteca Nacional, a las 16:15 y 20:45 horas. En Julio, a las 18:30. ¡Función doble de Akin!

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