Ayer conocí a casi todos los padres y madres de la tutoría que este año me ha tocado. Y no sé si fue porque este año comenzamos la experiencia de los libros digitales, o porque eran nuevos, o porque les pedí insistentemente que pusieran normas a sus hijos, no recogieran la habitación adolescente y vigilaran la agenda escolar, que me pareció leer en sus caras que un monstruo malvado se había comido a su bebé y les había regurgitado a un desconocido joven de once o doce años...
