Ayer los padres de los alumnos de 1º de Educación Infantil tuvimos reunión con las tutoras de nuestros hijos. 3 clases, 3 tutoras, muchos padres y madres. Muchos aunque no todos, puedo afirmar que no llegábamos ni a dos tercios de los convocados. Creo que una reunión con los profesores, aunque sea de grupo es siempre interesante y beneficiosa. Aunque comprendo que el trabajo y otras circunstancias no siempre lo ponen fácil. Pero creo que, a pesar de todo, fuimos muy pocos los asistentes.
Nos expusieron los temas ya trabajados, cómo había ido la adaptación en el primer trimestre (están muy satisfechas en este punto), lo que van a trabajar en este segundo trimestre, objetivos a cumplir y cómo reforzar en casa. Dividieron los contenidos en tres aspectos:
- Actividades académicas propiamente dichas: aprendizaje de colores, números, sus grafías, canciones, contenidos abstractos de tiempo (ayer, mañana, fechas, meses), conocimiento de los sentidos, conocimiento del esquema corporal, las clases de inglés y sus avances. Este tema lo trató la tutora de mi hijo, como siempre explicándolo todo fantásticamente bien, recomendándonos trabajos en casa, etc.
- Explicación del primer trimestre, denominado fase de adaptación, y encarando los objetivos de este segundo trimestre. Aquí daban por hecho que muchos padres sobreprotegen a los niños y no les están ayudando a madurar. Me consta que en algunos casos sucede, pero no me gustó mucho cómo se enfocó el tema.
- Actividades complementarias, desarrollo emocional de los pequeños. Esta parte la explicó una profesora que, aunque muy joven, creo que tiene mucha experiencia y las ideas muy claras. Los pequeños tendrán una salida al teatro y otra a la granja escuela. Nos explicaron cómo los niños están asumiendo sus tareas, cómo están madurando, nos pidieron colaboración en cuanto al cumplimiento de normas y en cuanto a que los niños asuman su rol en la familia y/o colegio. Para que todos trabajemos en la misma línea.
Después tocó el turno de dudas y preguntas. Esta parte sobró, sin duda. Me ha quedado muy claro que la gente necesita contar su historia personal y que desde luego le importa un pepino la buena marcha de la clase, las profesoras, los demás niños y los demás padres. El egoismo y ombliguismo impera y eso es lo que se enseña a los niños.
Mamá 1: con tono agresivo y desafiante, pide explicaciones a las tutoras de por qué razón la profesora de su hija no pudo atenderla telefónicamente un día que la llamó a las 9,05 de la mañana. Nos dejó a todos claro (fundamental conocer su vida y milagros) que su nena entra en el cole a las 7,30 de la mañana. El día en cuestión la niña entró enferma, y ella quería hablar con la tutora de su hija para comentarle el hecho en sí y supongo darla indicaciones de lo que hacer al respecto. Punto 1, un niño NO debe asistir enfermo al colegio. Punto 2, las tutoras no son administradoras de medicinas ni de cuidados a pobres niños malitos, que en clase son 24 más. Punto 3, si la tutora sale del aula y atiende la vital e importantísima llamada de esta madre, dejaría a 24 niños solitos en el aula. Explicado esto a esta señora muy amablemente, muy lejos de bajarse de la burra y darse cuenta de que ella no es el centro del universo, se quejó casi a voz en grito y exigió una cuenta de correo electrónico para contactar con la profesora cuando ella lo creyera oportuno. Vivir para ver.
Mamá 2: Se queja de la directora por el trato recibido un día en concreto y por permitir que su ex-pareja recogiera a su hijo, cuando no tiene autorización. Allí, en público, y sin ser un tema común nos expuso su situación personal. Su ex-pareja, padre también de la criatura tiene una orden de alejamiento de ella, solo puede ver al niño en momentos acordados, y no tiene autorización para recogerlo del colegio, salvo que la madre así lo indique. Digo yo, ¿tan sola está esta criatura que nos ha hecho a todos los papás y mamás allí presente de su lamentable situación personal?. ¡Ojo!, que yo lo lamento profundamente, pero chica, contar por contar...
Mamá 3: Saca a relucir el tema de la puntualidad a la entrada de la mañana. Las tutoras han recalcado la necesidad de que se llegue a la hora a la que suena el timbre. Todos los días tienen goteo de niños que llegan más tarde de la hora. Esto perjudica al grupo ya que no pueden iniciar tranquilamente su actividad de la mañana. Esta señora nos cuenta cómo sale de su casa con la lengua fuera, viene corriendo con su hija mayor y además con el carrito de su bebé. Pero,...., una vez más llega tarde. En vez de pensar "pues mañana salgo diez minutitos antes y llego genial", nooooo, es mejor pensar que en el colegio son, cito sus palabras "muy inflexibles porque no se ponen en el lugar de las madres". Pues con el temita en cuestión la señora estuvo mareando la perdiz diez largos y eternos minutos. Y no contenta con esto luego enganchó a la profe de su hija y la siguió martirizando.
De esta reunión me han quedado unos cuantos aspectos claros, entre ellos:
- Me gusta el programa del colegio, respetando mucho el ritmo emocional de los más pequeños, así como sus individualidades.- Me gusta cómo informan a los padres y piden colaboración para trabajar en conjunto. - Me gusta el orden en que trabajan los aspectos académicos.- Tengo ya mi grupito de mamis afines. Me llevo bien y comparto ideas con otras dos mamás muy agradables. Las tres salimos de la reunión ojipláticas.- La relación con algunos papás y mamás siempre será difícil.- Algunos adultos inculcan a los niños principios lamentables: lo importante soy yo y solo yo. - Algunos adultos están muy solos y no tienen a quien contar su vida y preocupaciones.- La directora del cole, que empezó este curso, sustituyendo al Director (así con mayúsculas) de los último 20 años, tiene sus días contados. Es una borde, maleducada y su empatía es nula.
A ver si pido ya la tutoría individual con la tutora de mi hijo, porque de eso si que tengo ganas.