El momento más temido por los innovadores y los creativos es el bloqueo. Una situación de impasse en la que nos quedamos atascados y nos resulta difícil encontrar soluciones a los problemas que intentamos resolver. Nos bloqueamos porque intentamos forzar el proceso creativo, porque presionamos a nuestra mente consciente para que genere ideas innovadoras. Cuando lo hacemos, acabamos en un callejón sin salida en el que no avanzamos más allá de la casilla de salida.
El momento más deseado por creativos e innovadores es la revelación. Es una epifanía que se produce de manera repentina y mágica, pues es el resultado de nuestra actividad inconsciente. La revelación no consiste en una progresión lógica que nos conduce a la solución. Por el contrario, es un proceso que se produce en nuestra mente cuando dejamos de focalizarnos en el problema. En el momento en que abandonamos nuestra razón y nuestra lógica dejamos fluir a nuestro cerebro, que establece conexiones entre los diferentes conocimientos que tiene registrado para dar, como resultado, una idea que finalmente percibimos en el momento de la revelación.
La inspiración contiene una paradoja: cuando la forzamos aparece el bloqueo. Sólo cuando nos distanciamos de los problemas aparecen soluciones realmente innovadoras. No espere conseguir ideas brillantes de personas y equipos sometidos a presión. Tenga en cuenta cómo funciona nuestro cerebro y cuál es la naturaleza del proceso. La innovación y la creatividad necesitan la claridad mental que produce el alejamiento y la desconexión necesarias para que se produzca la magia. Suerte.
Notas
Si está interesado en conocer más sobre los procesos de revelación y bloqueo puede encontrar interesante la obra Ágilmente. Está publicada por Estanislao Bachrach en Editorial Conecta.