Norelys Morales Aguilera.─ El chanchullo de Berta Soler lo destapó Laura María Labrada, la hija de Laura Pollán fundadora del grupo, que afirmó en una conferencia de prensa, que Soler presentó unas 200 boletas a su favor para mantenerse al frente de las llamadas Damas de Blanco, pero fueron firmadas por las integrantes “sin saber para qué se trataba”, según la AP.
El fraude se produjo en un referendo efectuado a comienzos de marzo tras un mitin de repudio y otras acusaciones de coacción y corrupción, que pusieron en jaque al grupo que desde su surgimiento comenzó a recibir financiamiento directo de Estados Unidos y ha sido parte de la estrategia norteamericana para destruir el proceso revolucionario cubano a través de la fabricación de líderes artificiales y simbologías.
Labrada en su comparecencia negó a la actual dirigente de la agrupación el derecho de usar el nombre de su madre en rechazo a su gestión y a la expulsión de mujeres sin justificación.
Según Labrada, desde la muerte de Pollán en 2011, cuando Soler tomó el liderazgo, se sucedieron expulsiones de miembros, maltratos, inclusión de hombres que pelean e incitaciones a la violencia.
No fue posible obtener comentarios de Soler, quien se encuentra en La Florida hasta el lunes 23 de marzo, informó a la AP vía telefónica su esposo, Ángel Moya. Así que el asuntillo, como pelota, pica y se extiende.
Como parte de las desavenecias, Labrada le dio la expresa bienvenida al diálogo entre Cuba y Estados Unidos anunciado en diciembre por los gobiernos de ambos países y lo consideró "una oportunidad para la democracia en la isla", informó la corresponsal de dicha agencia en La Habana.
Soler se ha opuesto al diálogo entre Cuba y Estados Unidos y ha criticado al presidente Barack Obama por haber promovido el cambio de política, además fue invitada al Congreso para apoyar a los senadores de la ultraderecha que torpedean la normalización de relaciones bilaterales.
Labrada pretende desligarse de las componendas de Soler creando una Fundación, pero no dijo si tendrá vínculos con la Oficina de Intereses de Estados Unidos en La Habana (SINA) o con terroristas miamenses, que hasta hoy han sido los financistas de las Damas de Blanco.
El grupúsculo surgió en 2003, luego de los juicios en que la justicia cubana condenó a 75 mercenarios que se encontraban al servicio de EE.UU. cuando Bush era asesorado para atacar militarmente a Cuba, y habían llevado a cabo actos contra la seguridad de la nación. El grupo fue conformado por integrado por algunas madres y esposas de esas personas debidamente juzgadas y condenadas, hoy liberadas todas.
El 3 de marzo de 2005 Roger Noriega, secretario adjunto para los Asuntos del Hemisferio Occidental de la administración Bush, señaló que se habían añadido 14,4 millones de dólares al presupuesto de 36 millones de dólares previsto en el informe de 2004, quien además, reveló la identidad de los encargados de la elaboración de la política exterior estadounidense contra Cuba: Marta Beatriz Roque, las Damas de Blanco y Oswaldo Payá.
La Agencia estadounidense para el Desarrollo Internacional (USAID) ha finaciado a la llamada oposición cubana, lo que ubica a los disidentes que aceptan estos recursos en una situación de agentes al servicio de una potencia extranjera, lo que constituye una grave violación del código penal en Cuba y el mundo.
Laura Pollán, por su parte, no dudó en confirmar ese respaldo monetario en 2008: "Aceptamos la ayuda, el apoyo, desde la ultraderecha hasta la izquierda, sin condiciones."
En el mismo año, el Jefe de la SINA Jonathan D. Farrar, al asumir el cargo, solicitó personalmente 8.000 dólares al año para Laura Pollán.