La conmoción que vive Tenerife, toda España y el mundo es enorme. Tomás Gimeno llevó a cabo un plan siniestro para causarle el máximo dolor a Beatriz Zimmermann, su expareja. Secuestró y asesinó a sus dos hijas Olivia y Anna. La primera apareció a 1.000 metros de profundidad en el interior de una bolsa atada al ancla de un barco. Y mientras sigue la búsqueda de la pequeña de 1 año y del propio Gimeno, se conocieron más detalles de la trama.
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El nuevo “Gobierno del Cambio” de Israel destituye a NetanyahuEl G7 acuerda donar mil millones de vacunas a países pobresEl objetivo de Gimeno era provocarle el mayor daño posible y a su vez incertidumbre sobre el destino de sus hijas para destrozar a su ex mujer, con quien llevaba un vínculo complicado después de la separación, según la resolución dictada por el juez que investiga el caso.
En el mismo auto judicial certifica que Olivia murió por un edema agudo de pulmón, según el informe preliminar de autopsia, y su muerte es compatible con homicidio. Y se prevé que su padre la sedó antes de matar a ella y a su hermana, algo que se confirmará las las pruebas toxicológicas, informa ABC.
Gimeno visitó a sus padres con los cuerpos
A medida que se dan a conocer más detalles de los crímenes de las niñas de Tenerife, y más allá de odios y separaciones, una y otra vez da vuelta por las cabezas la misma pregunta: ¿Qué llevó a este padre a convertirse en un monstruo capaz de asesinar de este modo a sus hijas?
Y entre los pormenores del plan macabro se descubrió que Gimeno condujo hasta la casa de sus padres a escondidas para dejarles el perro, dos tarjetas de crédito y las claves. Pero lo que llama la atención dentro de tanto espanto es que fue hasta la casa con los cadáveres de sus hijas ya en el baúl de su automóvil.
Previamente cuentan que había enviado un mensaje a Beatriz con la voz de Olivia para que fuera a las 9 a recoger unos cuadros a su casa.
Fuente: EFE