Desde siempre pensaba que la turba sólo se utilizaba para hacer plantaciones. Era el típico saco que vamos a comprar a las grandes superficies y tiendas de jardinería cuando tenemos que cambiar alguna planta a una maceta mayor. Sin embargo, cuando vi que podía usarse también para el cuidado de la piel y para otras patologías del cuerpo me quedé alucinada.
Esto es lo que han investigado en Infertosa. Una empresa valenciana dedicada a la producción de sustratos y demás productos para la jardinería que ha decidido aprovechar la fracción natural más fina de turba para crear la turba dermocosmética.
Aunque la llamemos "mascarilla" tiene muchísimos usos. Entre ellos para combartir inflamaciones musculares y venosas, patologías articulares (artrosis, artritis, etc), balneoterapia. Sin embargo el más extendido es usarla en forma de mascarilla facial para mantener la piel limpia y sana o para combatir afecciones como la dermatitis, eczemas, psoriasis etc.
No voy a explicar aquí cómo hay que usarla según el uso que queramos darle porque sino la entrada sería bastante larga, así que os dejo un enlace al blog de Infertosa donde viene toda la información.
La probamos en casa en familia, como quien pide una pizza para compartir, pero yo compartí la Cosmetic moor mud. En mi caso tengo el pelo fino con las raíces grasas y noté que tras usar la mascarilla se me quedaba más suelto y me aguantó más tiempo limpio. Sobre la piel ha sido una de las pocas mascarillas que he probado que limpian la piel sin dejar sensación de tirantez o sequedad al retirarlas, sino todo lo contrario. La piel se queda suave y parece que no necesite hidratación.
Ha sido todo un descubrimiento y quiero probarla también a modo de balneoterapia para las piernas cansadas y también en los pies para ponerlos a punto para el verano. Si queréis probarla, os dejo aquí el link de la web donde viene toda la información.
¿Y vosotras sabíais que la turba tenía tantísimos usos?
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