Pues sí, hoy os traigo una reseña de otra cajita de dulces japoneses, aunque esta vez no es la misma que estáis acostumbradas a ver en el blog :)
Esta vez he probado el contenido de una Japan Funbox y me ha encantado, la verdad. No sólo las chuches y snacks en sí, si no los tiempos de envío, la presentación, la información que acompañaba a la caja… ¡La experiencia ha sido de diez!
Lo que veis en la foto de arriba es lo que traía la caja que me mandaron a mí. En las Japan Funbox puedes escoger entre varios tipos de suscripción, dependiendo de la cantidad de productos que quieras recibir. Mi caja es la Mini y en ella vienen entre 5 y 7 productos, pero después tenemos la Original con un montón de cosas más (entre 15 y 20 cosas distintas). La caja Mini cuesta 14,99$ al mes, así que es un poquito menos en Euros. Todas las cajas incluyen envío gratuito desde Japón a cualquier parte del mundo.
¡El envío fue rapidísimo! Nada de esperar semanas, de Japón a Alicante en seis días! Ni la esperaba cuando me la trajo el cartero. La caja llegó en perfectas condiciones y los productos de su interior también (ya recordáis lo que me pasó con la última cajita de chuches japonesas, ejem). Sinceramente, lo de que el envío haya sido tan bueno es algo a tener muy en cuenta, no me gusta mucho que algo que contiene cosas que voy a comerme esté dando vueltas por el mundo durante semanas.
Otra cosa que me gustó mucho es que dentro de la caja venía un papel con el contenido, pero además incluía foto de cada producto e información sobre lo que es, el sabor que tiene, etc. muy útil porque a veces no entiendes nada de lo que pone en cada producto, jajaja.
Paso a enseñaros cada cosa que traía:
Melty Strawberry
Como el resto de dulces con sabor a fresa que hace Meiji, no defrauda :D
Son bombones crujientes de chocolate, a medio camino entre un bombón y una galleta, rellenos de crema de fresa. Lo curioso de estos dulces es la mezcla de las dos texturas: crujiente y más duro por fuera, y suave por dentro.
Dentro del envase venían 6 chocolatitos en una bandeja, y a primera vista tienen un aspecto extraño pero luego están riquísimos.
Whistle Candy: Grape Flavor
¡Esto me hacía mucha ilusión probarlo! Es un clásico entre los niños japoneses. Son caramelos con forma redonda y sabor a uva que al meterlos en la boca y soplar, ¡producen el sonido de un silbido! Jajaja, me encanta que en el papel de la descripción decía que a los niños les encanta y los padres lo odian.
Vienen ocho caramelos en el envase y además una cajita con un juguete sorpresa. Creía que sería un muñeco tipo huevo Kinder, de montar, pero era una figurita de plástico, quizá un superhéroe de allí. ¡Y sí que silban, sí!
Pizza Potato
Me encanta cuando en las cajas de chuches japonesas me tocan productos salados, mmmm. Mi fuerte no son las gominolas y prefiero snacks salados o chocolates, ya que es la única ocasión en la que los como.
Esto no tiene mucho misterio, son patatas fritas con sabor a pizza. Yo sigo sin encontrarle el sabor a pizza, sólo me saben a queso. Aunque en este caso con razón, porque las patatas llevan trocitos de queso cheddar por encima (benditos sean los japoneses). La bolsa es enorme, me la comí en dos veces. Y estaban muy buenas.
Slim Ganko Fried Potato
Estas son las otras patatas fritas que traía la cajita, y son súper distintas a todo lo que he probado hasta ahora, ojalá las vendieran aquí.
Son patatas fritas ligeramente tostadas y saladas, hechas de la manera tradicional. El corte es muy fino (son casi planas de lo finas que son) y extra crujientes. No se hacen nada pesadas de comer y serían un buen acompañante para otros platos de comida. Me recordaron mucho a las patatas fritas de verdad, las que sea hacen en freidora cortadas muy finas.
Ume-pachi
Caramelo en sobre con dos texturas distintas y sabor a ciruela. Al abrir el sobre encontramos unos cristales o gránulos que crujen al comerlos y también unos caramelos pequeños y ácidos. No es lo mismo, pero me recordó a los Peta Zeta que tenemos aquí, aunque el formato y el sabor no son iguales, pero es para que os hagáis una idea.
Shuwabo
Otra chuche japonesa súper curiosa, me tuve que comer un buen trozo para asegurarme de que era tal y como describía en el papel de la caja. Es un caramelo blando en forma de tubo con polvo pica pica en el interior (no es nada ácido, al contrario). La gracia está en que la mitad de la gominola tiene sabor a limón y la otra mitad a naranja, pero cuando te comes los dos sabores juntos… sabe a cola. ¡Y es verdad! ¿Cómo pueden haber inventado algo así? Creía que sería cosa del pica pica, pero no, probé sólo el caramelo por separado y seguía sabiendo a cola… es un misterio total, jajaja.
¿Conocíais esta cajita? Cada vez aparecen en el mercado más opciones de este tipo para probar dulces japoneses, pero la Japan Funbox me ha parecido una opción buenísima para probar una misma o regalar, con un precio muy competitivo y un contenido que merece la pena.
Podéis encontrar más información sobre esta cajita haciendo clic aquí.
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