La marca: Muchas ya saben que Korres es una marca de origen griego y basada en la cosmética natural. No solo eso, es que además la marca surge directamente de una farmacia homeopática. Eso sí, me ha sorprendido su "juventud", ya que data del año 1996 y a mí es una marca que me suena "de toda la vida" (imposible, porque nací en el 78 jajaja). Entre sus principios filosóficos están:
- Uso de ingredientes naturales
- Disfrute del producto (este me ha gustado, porque para mi es importante que un producto cosmético se disfrute, no soporto, por ejemplo, que una limpiadora huela mal o que una crema huela raro).
- Precio razonable (bueno, le daremos el comodín del público, desde luego astronómicos no son y hay que tener en cuenta que son naturales).
Uno de mis productos favoritos que nunca me falta en el neceser es su prebase: totalmente natural, sin siliconas y que deja la piel alisada y luminosa. No es barata, pero merece la pena. Así que, animada por esta baza, decidí seguir probando la marca con esta manteca.
Características del producto: Nos encontramos con un botecito (sí, de los de meter el dedo) de unos 7 gramos (viene en onzas) y un producto suave, menos denso que una manteca (más bien como un bálsamo) y ligeramente tintado de rojo. Ingredientes:
- Manteca de Karité
- Cera de Arroz
- Aceite de Cártamo
- Vitaminas E y C
No contiene:
- Aceites minerales
- Siliconas
- Propilenglicol
- Etanolaminas
Además, la marca "promete" un acabado jugoso y con un toque de color, cosa que cumple... (no me tengan en cuenta la cara lavá de "me arrastro por la vida", quédense con el bonito color saludable que deja en los morros jajaja). Su precio fue de alrededor de 9'50 euros en el Corte Inglés, en su tienda online también lo pueden adquirir, al mismo precio. Mi opinión personal: No es un mal producto, pero no es mi favorito. Para conseguir la hidratación continua necesito aplicarlo más a menudo que otros productos para el cuidado de los labios. Por ejemplo, si lo comparo con Letibalm, que es algo más barato, a mi me funciona mucho mejor Letibalm que Korres. Eso sí, tendría que ver los ingredientes del mi favorito porque sí resulta que está petado de aceites minerales (lindezas como parafina líquida, petrolato o incluso alcohol entre sus ingredientes, ojo!); pero funcionar a mí, me funciona mejor. Eso sí, tendría que ver, si a la larga, me conviene dejar el de los ingredientes chungos y tirar solo del natural a ver qué pasa. Por otro lado, el hecho de que es un poco engorroso de usar (como el Letibalm, el Carmex o la Vaselina Gal de toda la vida) se incrementa por el tema del color: por un lado el acabado que deja es atractivo pero luego como no te limpies el dedito bien...ya te digo donde acaba el colorao! jajaja
En resumen, aunque me ha gustado probarlo no repetiré, prefiero como les digo, el Letibalm de toda la vida a quién por ahora no desbanca ningún otro. BESOS!