The Magnetic Fields, Realism (Nonsuch records, 2010)
El nuevo disco de Stephen Meritt y sus Magnetic Fields viene a ser algo así como el negativo, el hermanito-par de "Distortion" (2008). Lo que allá sonaba alto y fuerte acá suena acústico, de cámara, intimista.
En las tapas de cada cd, un chico y una chica. Ying y yang.
Según cuenta el propio Stephen, el par se podría haber llamado también "True" y "False", aunque no especificó qué disco corresponde a cada idea.
¿Y qué tenemos aquí? 33 minutos de algunos (pocos) deslumbres de Merritt. Se extrañan aquellos momentos de una genialidad- canción que nos dejaba pasmados (y enamorados) al instante y para siempre. Los hay, pero con cuentagotas.
El comienzo promete con un clásico- magnético instantáneo ("You must be of your mind") pero pronto el disco comienza a navegar en cierta morosidad. Y sucede lo que no teníamos en los planes: un disco de canciones de Magnetic Fields "aburre" ("Interlude", "Painted flower", "Seduced and abandoned", "Always already gone", demasiados temas que se quedan). Tres canciones- delirio de salón (la nueva especialidad de Merritt, al parecer) salvan del aburrimiento: "The Dada Polka", “Everything Is One Big Christmas Tree” y "We are having a hootennany".
Como con todos los grandes cancionistas, en el caso de Stephen Merritt siempre hay que jugarle una ficha al tiempo, que es el juez supremo de la canción. Tal vez "Realism" crezca en el futuro, como el subvaluado "I" (2004).
The Radio Dept, Clinging to a scheme (Labrador, 2010)
Por su parte (y haciendo honor a su título) el nuevo disco de los suecos The Radio Dept parece conformarse con ser, apenas, otro ejercicio de su propio estilo.
Lo que comenzamos a sospechar con su correcto segundo álbum (el climático Pet Grief de 2006) aquí se confirma: los muchachos mimados de Sofía Coppola, más que un sonido, encontraron una fórmula (¿el "esquema" al que hace mención el título?) y de allí parece difícil sacarlos.
De ahí que este Clinging to a scheme no agregue nada sustancialmente nuevo al repertorio habitual del grupo, más allá de algunos bordes que rozan lo ambient ("A token of gratitude") o sutiles niveles de noise (incluido el experimento que resume ambas vetas, "For months in the shade"). Algunas capas de feedback remiten, por su parte, al lp debut (mi favorito) Lesser matters.
En la segunda mitad la modorra se sacude un poco ("Memory loss") y el disco- en general- mejora. El ambiente se refresca con la bella "David" (uno de los puntos fuertes del álbum) y a medida que nos acercamos al cierre, el balance general convence.
Todavía no sabemos si por sonido, por climas o por simple memoria afectiva (esa que los emparenta con el shoegaze y el noise pop más etéreo) pero los Radio Dept. siempre nos pueden.