Revista Cine
Esta película es conocida como la Star Wars turca. Cosa que como todas las breves y rápidas descripciones de algo complejo deforma más que retrata. Es cierto que esta peli roba muchos fotogramas del rancio filmi de Lucas, pero no es a la única que roba y también roba música de muchas pelis, en especial de Star Wars y de las de Indiana Jones. Así pues, el mote con el que ha pasado a ser popular en ciertos círculos es impreciso y reduccionista, Dunyayi es más que la versión turca del éxito de Lucas.
Después de decir que es la Star Wars turca siempre se añade que es muy mala, muy incoherente y muy cutre. No es así. Es inefable. Es decir, no se puede describir con palabras por lo que todo lo que se dice de ella es inexacto y subjetivo. Dunyayi es mala. incoherente y cutre sólo cuando le aplicamos el criterio burgués que nos ha enseñado Hollywood, pero ocurre que no pretende cumplir con esos cánones. Dunyayi es delirante y por ello esta más allá de la maldad, la incoherencia y la cutrez así como de la crítica. Hablar sobre ella es un poco inútil. Es algo sólo para ver.
He intentado informarme sobre este esperpento para poder calibrarlo con justicia, pero lo poco que he encontrado es contradictorio y plantea más preguntas que explicaciones. Dunyayi es tan delirante que es imposible ver a través de ella. No se puede captar las intenciones de los autores ni las condiciones de producción. Sin embargo, hay unos pocos datos que se pueden extraer. Está claro que sus autores no tenían ni un duro, pero parece que eso era lo normal en el cine turco de la época. También está claro que está hecha para consumo interno, si no no se habrían atrevido a robar metraje y música a tutiplén, y que sus artífices conocían el cine de Ciencia Ficción y Aventuras estadounidense de los 15 años anteriores a Dunyayi pues comienza versionando el final de Star Wars, para luego pasar a versionar el comienzo de El planeta de los simios, protagonizada por el inmenso C. Heston, y después, de forma más libérrima, el comienzo de Rollerball para luego, y por fin, volar libre, aunque versionando y pirateando con regularidad. Otra cosa que está clara es que hay algo de soberbia en ella, no lo digo por su descarado robo, sino porque su protagonista, C. Arkin, un actor legendario en Turquía, el Héroe de Acción de allí durante décadas en todo tipo de géneros, es también el guionista que ha titulado su delirio de la siguiente manera: El hombre que salvó el mundo. Este hombre tiene toda la pinta de ser una rara avis ya que practica las artes marciales y conoce el cine extranjero siendo nacional de un país provinciano y por entonces marginal. Quizás de aquí nazca ese delirio pues parece que este resulta de mezclar muchas cosas pero sin remover, como si le estuviera haciendo un martini a Bond. Lo último a considerar de esta peli es que tiene cierto erotismo, no olvidemos que estamos hablando de un país musulmán que hoy es bastante conservador. Aquí las pocas mujeres, aunque sosas, son jóvenes y guapetonas y van o con minifalda (y se las filma en contrapicado) o en bikini. Así pues estamos hablando de una peli audaz y rara que homenajea a su modo particular la década de oro del cine de Ciencia Ficción estadounidense (y antes, porque uno de los malos es una versión tosca de Robbie el célebre robot de El planeta prohibido).
El Robbie turco haciendo de las suyas. Un cliché del cine pop turco en concreto y del Pop internacional en general es hacer que el malo mate criaturicas adorables.
Empecemos por desmontar lo de la maldad de Dunyayi. La peli no tiene medios por lo que se hizo rápido y sin rectificar, es decir, sin pensar, pero aún así está bien hecha. El director sabe lo que está haciendo como demuestra la escena en que versiona el fabuloso comienzo de El Planeta de los Simios. Sabe manejar la cámara y el montaje. El problemilla que tiene, además de no tener medios, es que su estilo en general es un tanto rancio ya que remite a la sencillez, estatismo y frontalidad del cine pop de los 30 y 40, a los seriales cinematográficos que homenajean Lucas y Spielberg en sus pelis más célebres, si bien estilísticamente solo el 1º. Tampoco está mal interpretada. Su protagonista es mejor intérprete que cualquier héroe de acción más occidental. Es cierto que los extras dan pena, pero que paleto no queda mal en una peli?, así como algún secundario y el villano, pero también que la tradición interpretativa de los actores es diferente, remite más a la tele antigua y al cine mudo. No se puede decir que un intérprete del cine mudo o de la antigua tele es malo. La interpretación del cine mudo no es mala es exagerada y gesticulera porque los actores no podían usar su voz y normalmente estaban en un plano lejano. La interpretación de la tele antigua no es mala porque sus actores sólo podían usar la cara ya que prácticamente todo eran primeros planos por lo que todo lo debían hacer con la cabeza. Así pues, Dunyayi no es mala, simplemente lo hace lo mejor que puede según sus propias reglas. En todo caso, se hacen montones de pelis malas al año que son malas por no estar bien dirigidas y/o interpretadas. Así pues, la verdad es que Dunyayi no es peor que la típica peli que se estrena hoy y eso que su presupuesto sólo tiene 2 cifras. Así, decir que es mala es decir que es igual que es como cualquier peli al uso y eso injusto para la peli turca.
Homenajeamos los huevos de esta desconocida actriz turca.
Dunyayi no es exactamente cutre. Es pobre. No es cutre porque no quiere abarcar más de lo que puede o pasar por lo que no es. En ese sentido parece más la típica obra de teatro que montan los pueblos con todo hecho en casa o comprado en tiendas baratas y donde todo es buena voluntad y se se sabe que se cuenta con la indulgencia de público. En ese sentido Dunyayi me recuerda mucho al cine pop mexicano de los 50 y 60, que tengo entendido que continua. Un cine de andar por casa para un público poco exigente a la vez que poco formado. Hay que tener en cuenta que Turquía es un país rural, pobre y provinciano, mucho más antes y como ha cambiado eso desde algunos sectores sociales de allí se quiere dar un "giro conservador". Ese es el público al que quieren satisfacer InanÇ y Arkin. Esta peli no está hecha para nosotros, los ciudadanos occidentales que tenemos todas las comunidades, estamos integrados en la mejor área del planeta y estamos empachados de todo tipo de entretenimientos. Así pues, el escaso y penoso diseño de producción es cutre sólo a nuestros ojos, que hemos visto de todo. Dunyayi es para la gente de la Turquía profunda, de ahí que la Ciencia Ficción deba ser peculiar. Por ello el grueso de la peli está rodado en un pueblo troglodita de la Capadocia, un lugar no muy diferente al culo del mundo donde creció Luke.
Para compensar el alto tono gay de la escena hablamos de mujeres. En Ben Hur, también con el gran C. Heston, no cayeron en ello.
Dunyayi no es incoherente es delirante. 1º hay que decir que el cine estadounidense es de por si incoherente. La marca de fábrica del cine posmoderno de EE.UU. son los guiones llenos de agujeros, olvidos, contrasentidos y deux ex machina. Así que no veo bien que quien tolera y celebra eso crítica a esta peli porque le parece incoherente, que además supongo que se hizo sobre la marcha, como muchas pelis de serie B de cualquier nacionalidad. Eso quiere decir que no se repasa y todo se adapta a las condiciones de cada día. Por ello sus guiones suelen ser incoherentes. Pero Dunyayi cumple con lo importante: es fácil de seguir, como las pelis estadounidenses. Los detalles no casan o se olvidan o se transforman, pero queda claro que Dunyayi relata la lucha del Bien contra el Mal y se puede seguir las peripecias del héroe, aunque no comprender. Por ello Dunyayi con tiempo y dinero podría haber estado mejor. El argumento no está copiado de Star Wars, en todo caso remite más a la antigua serie televisiva de Galáctica (de hecho los escasos stormtroopers de la peli lucen una versión tosca del traje de los cylon), lo que pasa es que cuenta también un conflicto cósmico. Dunyayi va "del Bien contra el Mal", como dice Triers al final de cada capítulo de su delirante Riget. A hostias ya que sin presupuesto y siendo el protagonista un artista marcial era la mejor opción. Además, al igual que Lucas se basó en los mitos, Arkin también lo hizo con la salvedad de que le salió mejor. En mi opinión porque la Turquía profunda está cerca de los relatos orales tradicionales. Por ello el componente místico de Dunyayi está mejor conseguido que el de Star Wars. Aquí también el protagonista debe pasar un Viaje del Héroe para demostrar que tiene la humanidad y la capacidad luchadora precisas para conseguir los objetos sagrados capaces de derrotar al Mal, una espada gigante de juguete de color dorado que imita un rayo y un cerebro de plástico pintado de dorado, que el protagonista funde para hacerse unas botas y unos guanteletes dorados que remiten a esos puños y pies de Hulk o la Cosa a la venta en jugueterías. Y en el cerebro está la brillantez de Dunyayi. Star Wars es escapista. A pesar de que en el fondo está lo nuclear en esa arma de destrucción masiva capaz de destruir un planeta, al final todo es convencional y vulgar. En cambio Arkin supo ver que todo está en el cerebro. La célebre "batalla por las mentes y los corazones" de los capitalistas y comunistas lo refleja Arkin perfectamente así. El que posea el cerebro humano ganará la batalla cósmica. Así pues, Dunyayi habla más de su mundo y está más comprometido que el entretenimiento infantil de Lucas, que no es más que soma.
Asesinando furries.
Asesinando furries... Dunyayi es una peli antiDisney?
Los FX de la peli. Esto es todo. Pero qué todo!
Por todo esto, aunque Dunyayi es delirante y no está dirigida a mi, en muchos aspectos es mejor que Star Wars. Es cierto que Arkin se hace la picha un lío y que es nacionalista, machista y en el tema religioso barre para su casa (después de todo la bomba nuclear es un invento cristiano que amenaza a todos sin importar lo lejos que estén de Occidente, que aún hoy sólo la tiene un estado musulmán mientras que potencias nucleares "cristianas" hay más de 5). por otro lado el cine de Acción estadounidense es nacionalista, machista y cristiano, así que quién puede culpar a Arkin?, pero su componente mítico es más puro y supo ver, no como los estadounidenses, que el éxito no está en la fuerza y en tener armas grandes y poderosas. EE.UU. confunde el dedo con la Luna y Arkin, aunque patán, sabe, quizás porque practica artes marciales, que lo chulo no es tener poderes sino una mente capaz de producirlos.
La muerte del monstruo de la peli. A ver quién puede superarlo.