En
las escaleras de la Generalitat el día que proclamaron la República Catalana
aparecen unos 200 alcaldes blandiendo sus bastones de mando en señal de apoyo a
parlamentarios independentistas, a Bruselas para apoyar a Puigdemont, acudieron
unos 200 alcaldes a manifestarse. En Cataluña puede que sean unos 750 alcaldes/ayuntamientos
quienes apoyan la independencia, a tenor de los municipios inscritos en la AMI,
Asociación de Municipios por la Independencia.
Las
movilizaciones protagonizadas por alcaldes independentistas parecerían el
reflejo de un pueblo, mayoritariamente en marcha en apoyo a la
autodeterminación, aunque rascando un poco aparece una diferente realidad. Como
ocurre en otras ocasiones, las cifras secesionistas esconden la mitad de
Cataluña. La utilización del concepto ‘pueblo’ para designar a una totalidad de
siete millones y medio de personas con diferentes identidades e intereses, es
un recurso típicamente nacionalista, fascista y populista, el todo catalán, expulsa o esconde a los
catalanes no independentistas. No existe, ni existió nunca, un pueblo catalán
homogéneo, como no existe pueblo español unilateral, no todo el pueblo catalán
está representado por los secesionistas, ni existió un mandato de independencia
en las urnas ya que los votos nunca fueron mayoría ni en las elecciones de
2015, ni en las anteriores.
La declaración de independencia es apoyada por los
diputados representantes de 1.628.714 de votantes a JuntxSí, mas los
representantes de 337.794 votantes de la CUP, en total sumarían 1.966.508 votos
de ciudadanos sobre un censo electoral de 5.510.853 de catalanes con derecho a
votar. Los votos de las últimas elecciones que arroparían la declaración de
independencia representan un 35.68% del cuerpo electoral catalán, lo cual es
profundamente antidemocrático.
En
general basándonos en los datos que facilita la Generalitat podemos afirmar que
los votantes independentistas viven en mayor proporción en el interior de
Cataluña que en la costa, y más en pueblos pequeños que en ciudades grandes. A
ello se puede añadir por coincidencia histórica que los territorios en los que
el carlismo era fuerte coinciden con los pueblos en los que actualmente el
independentismo es fuerte. También dicen los datos de la Generalitat que son
independentistas quienes tienen rentas más altas, y votantes de la CUP las
altas de las altas.
De
las últimas elecciones municipales de 2015 podemos extraer informaciones
interesantes: Cataluña tiene unos 950 pueblos, de los cuales 540 son pequeños,
tienen cada uno menos de 1.000 habitantes en el censo electoral, los hay que más
que pueblos, parecen pequeños barrios de segundas viviendas vacacionales. En
general las cifras aquí facilitadas lo son de censo electoral y no de población
total, el censo de 5.376.553 de personas representa aproximadamente un 71.5% de
la población total catalana, 7.518.903 habitantes.
En
las elecciones municipales de 2015 -con una abstención del 41.5%- eligieron 9.077 concejales y 947 alcaldes para
todos sus pueblos, en diferente número por municipio según población,
reservando un mínimo de 3 concejales para los pueblos más pequeños, aquellos
que tienen menos de 100 habitantes; los que tienen entre 101 a 250 habitantes eligen
5 regidores y 7 los comprendidos entre 251 y 1.000 habitantes.
Las
normas anteriores suponen adjudicar un regidor cada 35 votantes en aldeas de
menos de 100 habitantes, o cada 142 papeletas en un pueblo pequeño de entre 251
y 1.000 habitantes, o adjudicar un regidor cada 3.000 o 4.000 electores en las
poblaciones grandes, lo cual supone primar sobremanera lo pequeño, perjudicando
a los partidos y ciudadanos en las ciudades grandes.
La
particular despoblación de media Cataluña interior y el efecto de la ley
electoral que prima lo rural y poco poblado, sobre lo urbano costero e
industrial con mayor población, provocó en las elecciones municipales
desigualdades tales como que, por ejemplo el PSC en general sacara 20.000 votos
más que ERC, pero obtuviera poco más de la mitad de regidores, de 1.278 el PSC
a 2.381 ERC. En la comparación de Ciudadanos con la CUP ocurrió algo similar,
C’s obtuvo en general 10.000 votos más que la CUP y solo 176 concejales, para más
del doble la CUP hasta 372, insistimos, con 10.000 votos menos.
Que
sea legal no oculta la realidad de que obtuvieron más votos, ganaron el apoyo del pueblo, pero lograron bastantes menos concejales y
por ende menos alcaldes. La explicación es que los unos obtienen los votos en
pueblos pequeños en muchos casos medio abandonados y los otros en ciudades, el
resultado asignará a esos partidos independentistas un número mayor de
alcaldes, chillones que se pavonean con el bastón creyendo representar a mayorías
de catalanes, mientras las mayorías parecen ser las perdedoras.
Los
independentistas y sus apoyos siempre han ocultado enfrentar la realidad que
representan esos 750 alcaldes, con por ejemplo los de 7 de las ciudades
gobernadas por los socialistas del PSC, cuyos censos electorales soportan los
siguientes números redondeados: Hospitalet de Llobregat, 175.000; Terrassa,
153.000; Lleida, 93.000; Tarragona, 90.000; Mataró, 86.000; Santa Coloma,
79.000; Cornellá, 62.000.
Naturalmente
los socialistas no han obtenido la totalidad de votos de esos censos
electorales, como tampoco lo hicieron los alcaldes independentistas de la
totalidad de sus pueblos, solo lograron la mayoría que les permite representar
al conjunto de sus poblaciones, la apabullante puesta en escena de los alcaldes
independentistas parecería representar a la mayoría de población, cuando una
sola ciudad, como Hospitalet, puede
sumar la población de 540 pueblos.
Retengan
la cifra global de las 7 ciudades citadas anteriormente, que representan un
censo electoral de unos 750.000 habitantes y comparen con 195.253 que es la suma del censo electoral de los
540 pueblos de Cataluña cuyo censo está por debajo de 1.000 habitantes cada
uno, en los cuales obtuvieron muy amplias mayorías, tanto en las elecciones
autonómicas Junts per sí, o partidos equivalentes en las municipales, y la CUP.
-De la totalidad de 947 alcaldes, CiU sumó 437 alcaldías, ERC 259 y la CUP 19-.