No hace falta que te hablemos de la importancia que tienen las cubiertas en tu bicicleta de montaña, ¿verdad? Son ellas las que ponen en contacto tu bici con el camino, y tienen una importancia fundamental a la hora de garantizarte la seguridad. Por eso mismo seguro que tampoco tenemos que decirte que no existe una sola forma y calidad de cubiertas, y la elección por uno u otro tipo puede resultar fundamental para ti. Escoger bien un tipo de cubierta en relación al tiempo que hará en la salida, el terreno mayoritario por el que te vas a mover o tus propias aspiraciones (desde ir muy rápido hasta pasar solamente un día agradable) es un factor fundamental que tienes que tener en cuenta.
Eso sí, antes de nada una advertencia. Igual que no existe la cubierta perfecta que te permita el mejor rendimiento en cualquier tiempo y época del año también hay que decir que las diferencias entre unas y otras son bastante residuales, en el sentido de que, aunque existentes, resultan poco apreciables para el aficionado. En otras palabras, que si eres uno de esos ciclistas tranquilotes que no busca limar hasta el último segundo del crono tu único factor a la hora de decidir tiene que ser el precio (que eso nos duele a todos) y la seguridad que te aporte una u otra cubierta. Así que, sobre todo, no te vuelvas loco con cosas que no te corresponden.
Las primeras cubiertas son seguramente las más clásicas, las llamadas gruesas, aquellas que tienen 2.0 en adelante. Las ventajas de este tipo de cubiertas son evidentes, y es que dan una gran sensación de confort y de seguridad, por cuanto el agarre bajo cualquier tipo de superficie es excelente. En el punto contrario son cubiertas muy pesadas y ofrecen una superficie de rozadura sobre el piso, por lo que resultan bastante adecuadas únicamente para los cicloturistas tranquilos que no buscan ir limando segundos en cada curva. Si eres un ciclista que no busca resultados sino tranquilidad y seguridad, sin duda estas son tus cubiertas.
Las cubiertas delgadas, desde 1,95 hasta 1,70, son la opción contraria. Estas cubiertas tienen menor resistencia sobre la superficie, por lo que son ideales cuando queremos alcanzar grandes velocidades. Por descontado también son ideales sin vas a pasar por grandes tramos de carretera asfaltada, donde podrás aprovecharte de ese menor rozamiento. Eso sí, tienes que tener en cuenta que a menos agarre tendrás que tener más cuidado porque la adherencia es menor, y que también necesitan mayor presión de inflado. Por descontado que también tienen incomodidades en terrenos muy quebrados y con piedra suelta, donde el ciclista notará más esas irregularidades que con otras cubiertas más anchas.
Pero no solamente en la anchura del perfil se pueden encontrar diferentes cubiertas, sino que en el propio dibujo de las mismas también podemos apreciar importantes diferencias entre unos y otros tipos que tendremos que tener en cuenta a la hora de escoger nuestras ruedas para esa salida que tanta ilusión nos hace.
Así el llamado taqueado es otro de los elementos que no podemos perder de vista a la hora de escoger cubiertas en la bicicleta de montaña. Seguramente el más conocido, el más identificable con este tipo de máquinas, sea el llamado taco agresivo, con tamaño medio de en torno a 1.9. en estos casos los tacos, grandes y muy sobresalientes sobre el resto de la goma, proporcionan una gran sujeción para terrenos resbaladizos e irregulares, convirtiéndose así en los mejores aliados para días de barro o salidas por terreno pedregoso. Eso sí, son también los que exigen un mayor esfuerzo por parte del corredor, por cuanto esa propia adherencia hace que sea muy complicado hacer que se muevan y tienen una superficie de impacto con el suelo grande y muy intensa.
Mañana te seguimos contando formas y trucos sobre los diferentes tipos de cubiertas en la btt, y además te mostraremos a qué presión tienes que hinchar tus ruedas cada jornada.