Revisando las ruedas de tu bicicleta de montaña. III

Terminamos aquí nuestra serie de artículos sobre las cubiertas para bicicletas de montaña. Y lo hacemos recomendando las más adecuadas para cada momento concreto del año o para cada salida determinada. Como siempre te dejamos aquí la advertencia de no volverte loco con estos elementos y dejarte llevar por tus sensaciones y por tus ganas. A lo mejor prefieres salir todos los días con las mismas cubiertas y pasar de andar montando y desmontando ruedas, con la pesadez, y el gasto económico, que ello representa. Por ello, tranquilidad, amigo, esto son solo consejos. Lo único que siempre te decimos y a lo que tienes que hacer caso sí o sí es a disfrutar montando sobre tu bicicleta. Eso nunca lo olvides.

Si estamos en verano o vivimos en un lugar donde normalmente llueva poco deberemos usar cubiertas de más de 2.0, ya que alcanzaremos de forma natural velocidades mayores que en terreno mojado, y usando estas cubiertas vamos a evitar muchos pinchazos, además de poseer más tracción para usarla a nuestro favor. En cuanto a los tacos, si vamos a ir por un terreno muy accidentado, con piedras afiladas y muy rotas, deberemos usar tacos de tipo agresivo y cubiertas muy anchas, mientras que el taqueado será medio si nos vamos a mover por terreno menos accidentado.

Si vamos a salir en invierno o en nuestro lugar de residencia las lluvias son una constante usaremos cubiertas finas hasta 1.95, con el fin de conseguir que el neumático deslice mejor por el barro, cortándolo de una forma más sencilla que si lo hacemos con un neumático grueso. Las razones para esto no son solamente de optimización de rendimientos, sino que también se mejora así la seguridad. Además, con estos neumáticos se pegará menos barro a la goma, con lo que el peso adicional que llevaremos allí será también menor. Por último, y dado que la velocidad con lluvia será lógicamente menor, tendremos también menos posibilidades de pinchar mediante un llantazo, por lo que podremos rebajar un poco la presión de los neumáticos.

En cuanto a los tacos, tendremos que intentar que los mismos tengan una buena separación, con el fin de que nos e acumule demasiado barro entre uno y otro. Piensa que ese barro es peso extra y que además provoca que tus ruedas tengan menos adherencia. Además, dependiendo del tipo de barro que se forme cerca de tu casa los tacos tendrán un relieve más o menos agresivo, reservando este último para los grandes descensos en las zonas de montaña. Allí el barro tiene más agua, y se desprende con mayor facilidad, por lo que podemos sacrificar algo de peso en las cubiertas para ganar en adherencia, ya que el barro no se nos quedará pegado en las gomas mucho tiempo. Si vas a hacer grandes descensos también es una buena idea que revises el inflado de tus ruedas. La presión ideal de cada neumático aparece normalmente dibujado en los laterales del mismo, por lo que no deberías superarla en ningún momento. Suele bascular entre los 6.5 y 7 kilos de presión. Si el terreno es sencillo y el tiempo apropiado intenta llevar tus ruedas siempre hinchadas lo máximo posible, pues de esa forma vas a optimizar de la mejor manera posible tu rendimiento. Por el contrario si el terreno es irregular o está mojado y tienes que buscar más adherencia a lo mejor es una buena idea dejar algo de margen para que el neumático se achate cuando te subas en la bici y la adherencia sea mayor. Eso, como todo, queda a tu elección al final. Eso sí, nunca intentes ir más rápido de lo que puedes sacrificando tu seguridad…y eso vale también para los neumáticos.