El asesinato a tiros hace dos semanas del joven negro Michael Brown por un policía blanco en la comunidad estadounidense de Ferguson, Missouri, invita a una revisión de las relaciones raciales, destaca hoy la prensa local.
Alrededor de 67 por ciento de los residentes de Ferguson son afroamericanos, pero solo el siete por ciento de los agentes de policía son negros, indicó un artículo del diario St. Louis Post-Dispatch, según PL.
Esa representación desequilibrada, que salió a la luz después del homicidio de Brown el 9 de agosto compromete a los líderes de la municipalidad a esforzarse más por mejorar las relaciones raciales, comentó el rotativo.
Muchos departamentos de policía no reflejan las comunidades que sirven, expresó el periódico, el cual contactó a 36 oficinas del condado donde al menos el 10 por ciento de la población es afroamericana.
En 30 de las 31 localidades que respondieron, el porcentaje de residentes negros es mayor que la proporción de oficiales negros, señaló el medio de prensa.
Ferguson, un suburbio de San Luis de unos 21 mil habitantes de mayoría negra, ha vivido dos semanas de conmoción social después que Darren Wilson le dispara seis tiros a Brown, de 18 años, en medio de una calle.
El gobernador de Missouri Jay Nixon ordenó la retirada de Guardia Nacional, enviada ahí desde el lunes pasado para aplacar las manifestaciones.
Para una gran mayoría de los afronorteamericanos, el crimen contra Brown plantea asuntos que deben debatirse en el país, reveló una reciente encuesta.
El 80 por ciento de los ciudadanos negros está convencido de que el incidente puso al descubierto divisiones raciales que aún persisten en la sociedad estadounidense y 65 por ciento cree que la policía fue "demasiado lejos".
La víspera miles de personas participaron en una marcha pacífica en Staten Island, Nueva York, para protestar contra la brutalidad policial en la muerte del también afroamericano Eric Garner, en medio de la indignación por el asesinato de Brown en Ferguson.
Los participantes, liderados por el activista Al Sharpton, se unieron bajo el lema "No retrocederemos", denunciaron que Garner, de 43 años y padre de seis hijos, perdió la vida el 17 de julio cuando un agente le aplicó una llave de estrangulamiento (método prohibido allí) para inmovilizarlo en un intento de arresto por un supuesto robo.
No estamos en contra de la policía, pero los que violan la ley tienen que responder ante la justicia, sentenció Sharpton.
Muchos de los asistentes a la jornada portaban pancartas con frases como "Detengan la brutalidad policial" y "Manos arriba, no disparen", que se ha hecho popular durante las protestas en Missouri después del homicidio de Brown.