¡Hola, mis queridos seres míticos!
Luego de un largo periodo sin reseñar absolutamente nada, sufriendo constantemente por mi autoflagelación preferida llamada “escuela”, vengo a ustedes con un About a movie que llevaba tiempo queriendo subir sin mucha oportunidad de hacerlo como los dioses nórdicos mandan. Pues bien, comenzaré diciendo que tenía un gran impétu por ver esta película en particular. Llamó mi atención desde un primer momento porque, además de tener un actor como protagonista a quien admiro mucho, me parecía que era una historia que, bien contada, daría mucho de sí misma para el mundo cinematográfico. Pero vayamos por partes para dar a entender en qué términos he quedado con dicho filme. Hablaré primero de la fotografía porque, a mi ver, es una de las cosas que más me gustaron de la cinta. Lo cierto es que en un inicio los cambios de cámara me parecieron un poco extraños, no podía relacionarlos del todo con una película épica. Luego me fui acostumbrando a que ésta no es una película épica en todo el sentido de la palabra. Me refiero primero a la fotografía porque me parece que es el inicio de todo un patrón de incongruencias que trataré más adelante. Volviento al tema, como ya decía, la cámara se mueve en formas extrañas que no nos dan un rítmo demasiado relacionado con el género de la película pero que, dentro de todo, no está tan mal. Para muestra, los flashbacks que manejan a lo largo de la cinta. Una vez que uno se acostumbra a ellos, a su rítmo y su intento de acelerar la historia, de volverla menos aburrida debido a que son meramente conversaciones que dan pauta a temas con, quizá, demasiado diálogo; me parece que fueron un acierto enorme. Este tipo de escenas dan dinamismo a la trama, hacen que nos lleguen las ideas generales de algo que pudo haber sido una escena plana de conversación normal entre dos conocidos que están tratando un negocio común.
Para terminar con el tema de la fotografía diré que hubieron imágenes dignas de ser vistas una y otra vez. Sobre todo y, dándoles un pequeño spoiler, la escena del lago. Esa en particular fue una de las que disfruté y sería capaz de volverla wallpaper de mi computadora. Ahora hablemos un poco de los personajes ya que la trama la conocemos todos de antemano. Eso sí, procuraré no olvidar hacer una pequeña comparación con el contexto “histórico” que se tiene de Arturo. Pero bueno, vayamos a los que nos concierne en este momento. De los personajes tengo mucho que quejarme. Comenzaré haciendo referencia a algo que quizá pueda sonar un poco racista, pero lo cierto es que me sorprendió a sobremanera el buen trato que le dan al hombre moreno amigo de Arturo. Se podría decir que es casi un terrateniente y que tiene poder y voto contra el que se le pare enfrente. Eso me perturbó un poco, no porque sea racista ni mucho menos, sino por la incongruencia a la hora de relatar lo que se podría conocer como un suceso histórico. Aquí haré un paréntesis para hacer referencia al inicio de la película, a los reberendos mamuts que ni siquiera existían en esta época. Ese tipo de incongruencias me dejaron una media hora sin poder encontrar sentido a nada en particular dentro del filme pero, admito que, una vez pasado el primer susto de todas estas locuras, la película es muy disfrutable.
Siguiendo con los personajes, hablaré otro tanto de nuestro protagonista. ¿Alguien ha visto la serie Sons of anarchy? Pues bien, parece que sacaron a Hunnam de esa serie con su papel al completo, con toda la actitud y sus gestos, para ir a ponerlo en un contexto medieval. Si bien la perspectiva de un Arturo que no se deja, que no es el clásico héroe llorón que va por la vida quejándose de su tragedia, suena tentadora; tampoco es que uno quiera a un matón medieval que ya vimos en otra perspectiva con la serie. A mi ver, fue más de lo mismo y no se tomaron ni siquiera la molestia de cambiarle el físico al triste hombre para hacer como que querían fingir que era otro personaje. Eso me molestó un poco aunque, a grandes rasgos y para términos de darle actitud a un personaje que hasta ahora había sido un héroe plano, me parece que estuvo medianamente bien logrado. “Por los pelos”, como suelen decir los españoles.
Ya para terminar y no hacerles el cuento más largo, además de para no darles más spoilers, diré que esta película es palomera, como decimos en México. Es soportable. Es entretenida y punto, a secas. No es una película de culto, nada que valga la pena para ver una y otra y otra vez hasta que la cabeza te duele. Es una película para pasar el rato, de esas que te entretienen porque no debes pensar demasiado en nada particular. Es como una película de Van Dam dónde poco importa la trama si todo el mundo se va a los golpes. No es el tipo de película que requiere mucho análisis, de manera que ayuda a distraerse con todas sus buenas escenas y una trama sencilla que da una perspectiva diferente a lo que ya conocemos sobre Arturo y su mesa redonda. En conclusión, veanla no con la idea de que será una fiel adaptación, sino más bien como un syfy de una historia que ya todos conocemos y que, para entretenerse y pasar el rato comentando con los amigos, sí que vale la pena. Por lo demás, es un hecho que el mundo puede seguir su curso y todos seguiremos con vida incluso si pasamos de largo sin verla.
Saludos enormes,