Revista Comunicación
La expresión «rey de las ratas» designa un grupo de ratas que están atadas unas con otras por las colas. Suena como un chiste macabro, pero, según todo lo que se ha sabido hasta ahora, son las propias ratas quienes se buscan este destino. Sin embargo, afortunadamente este fenómeno es muy raro y no ocasionará la extinción de las ratas.
Por desgracia, son escasas las investigaciones que se han llevado a cabo sobre los reyes de las ratas. En el siglo XVI aparecieron los primeros informes relativos a este fenómeno, aumentando su frecuencia durante los doscientos años posteriores, para desaparecer finalmente en el siglo XX, por carecer de importancia. La cifra de reyes de las ratas que se han conocido a lo largo de los últimos quinientos años oscila en total entre 30 y 60; por razones que no podemos explicar, la mayoría se ha encontrado en Alemania. Se descubrían en el interior de viejas chimeneas, en montones de heno, en sótanos y en barracas de feria. Fueron pocos los hallazgos que se registraron oficialmente y se describieron con tanto detalle como un rey de las ratas de Lindenau, junto a Leipzig, que fue localizado por un ayudante de molinero el 17 de enero de 1774: aquel monstruo de dieciséis cabezas saltó sobre el mozo del molino y, a causa de ello, fue «liquidado al momento». Unos diez museos centroeuropeos tienen la suerte de poder mostrar un rey de las ratas.
El mayor de los reyes expuestos, un manojo desordenado de 32 animales, fue descubierto en 1828 y se encuentra actualmente en el museo Mauritanum de Altenburg, una pequeña ciudad de Turingia; además es el único ejemplar que se conserva momificado. Las últimas noticias sobre reyes de las ratas nuevecitos proceden de Holanda (1963), Francia (1986) y Estonia (2005).
Casi todos los reyes de las ratas están formados por ratas negras, en latín Rattus. En Europa estas ratas negras vivieron sus mejores tiempos en una época en que todo estaba todavía bastante desordenado y sucio, es decir, antes de que se introdujera la canalización de aguas residuales y la recogida regular de basuras. Durante siglos las ratas negras pudieron encargarse sobre todo de la propagación de enfermedades mortales, sin que tal ocupación les resultara aburrida ni pesada. Desde el siglo XVIII, la rata negra está siendo desplazada por la llamada rata común, la Rattus norvegicus, que es más robusta y se desenvuelve mucho mejor en las modernas metrópolis. Además, esta rata posee una cola que es más corta que la de la rata negra, lo que posiblemente le evita el peligro de acabar formando un rey de las ratas. En cambio, la cola de la rata negra es perfecta para que se produzcan anudamientos involuntarios (no sólo es muy larga, sino que también se utiliza para agarrarse y escalar, por lo que puede enroscarse arbitrariamente alrededor de otra cola). Otros roedores rara vez están en situación de anudarse trágicamente, aunque se sabe de los casos de un rey de las ratas de campo hallado en Java, un rey de los ratones de campo en Holstein, y parece que también ha existido un rey de las ardillas. Afortunadamente, el fenómeno es totalmente desconocido en el caso de las ballenas azules.
KATHRYN PASSIG y ALEKS SHOLZ
“Enciclopedia de la ignorancia”
fuente: http://www.librosmaravillosos.com/enciclopediadelaignorancia/capitulo33.html