Fue el hijo mayor del Conde de Laon, Emilio, y de Santa Celina (21 de octubre, 5 de abril, traslación de las reliquias), y su hermano menor fue el celebérrimo San Remigio (1 de octubre), apóstol y patrón de Francia.
Al parecer era un cristiano y noble prominente, respetado y amado. Era casado y su hijo fue San Lupo. Principio fue elegido obispo de Soissons en 474, a la muerte de San Edibio (3 de septiembre). Con ocasión de su consagración San Sidonio Apolinar (21 de agosto) le escribió unas sentidas letras: "Te ruego, en seguida, a ti y a tu hermano, pero sobre todo a ti, que sacies la sed que tengo [de conocerles personalmente] (…) Si la dificultad de los caminos y de las carreteras o la distancia se oponen a la realización de mis deseos, al menos reza a veces por aquel que te pide tus oraciones".Aunque la gloria de la conversión de Clodoveo, rey de los francos, se la ha llevado tradicionalmente San Remigio, lo cierto es que Principio fue muy cercano a la reina Santa Clotilde (3 de junio) y fue quien le imprimió a esta la conveniencia de, una vez expulsados los romanos, adoptar la religión cristiana de modo oficial, como elemento de unidad de todos los pequeños reinos, en aras de consolidar una sola nación. En su sede de Soissons fue un fuerte defensor de la fe cristiana y acérrimo enemigo de las costumbres paganas que aún mantenían los nuevos cristianos.El santo falleció en 505 y fue sepultado por su hermano. Sus reliquias se veneraban en la catedral de Soissons hasta 1567 cuando los herejes hugonotes las profanaron y quemaron. Solo se conservan los huesos del brazo, venerados en la Colegiata de Saint-Armel.Fuente:-"Vidas de los Santos". Tomo X. Alban Butler. REV. S. BARING-GOULD. 1916.A 25 de septiembre además se celebra a:
San Gerulf de Drongen,
adolescente mártir.
San Ceolfrid de
Wearmouth, abad
S. Cristóbal de La
Guardia, niño mártir.