No he incorporado a este Librario, a lo largo del último quindenio, demasiados libros que versen sobre el mundo del arte, pero en este final de 2023 me he propuesto enmendar esa carencia leyendo al menos un par de obras divulgativas dedicadas a pintores de fama. Para empezar esa línea he acudido a Ribera, un breve recorrido por la obra del pintor valenciano (aunque permaneció casi toda su vida en Italia), que redacta el cartagenero Alfonso Emilio Pérez Sánchez, subdirector del Museo del Prado durante casi una década y posteriormente director del mismo durante casi otra década.
En esta obra, el lector descubre mucha más información sobre el arte riberesco que sobre los pormenores de su biografía, lo cual puede resultar un poco tedioso, salvo que se aborde la obra como yo lo he hecho: abriendo en Internet la imagen de cada cuadro mencionado, el cual observé durante unos minutos antes de leer las palabras, siempre exquisitas y brillantes, del autor. Actuando de esa forma, a mí el recorrido por la obra del “Españoleto” me ha resultado sumamente vivo y placentero: he conocido la protección que le dispensaron varios virreyes de España en Nápoles; la versatilidad de sus líneas creativas, que no se ciñeron al tenebrismo o al ámbito religioso (como una mirada superficial podría inferir); el esplendor económico que vivió durante unos años (y las zozobras finales que lo atenazaron, cuando la zona comenzó a sublevarse contra el gobierno español); e incluso la misteriosa, inexplicada, novelesca desaparición de uno de sus cuadros (pintado en 1646 y traído a España en 1672), cuya pista se pierde durante el incendio del convento madrileño de santa Isabel en la aciaga fecha de 1936.
Un paseo muy agradable por la obra artística de un pintor al que, lo reconozco, conocía solamente de manera superficial. Ahora ya dispongo de más noticias sobre su fulgurante producción.