Hoy os recomiendo el proyecto más reciente de Peter Sisseck, una bodega que vio luz hace 6 años: PSI. Con este vino, Sisseck ofrece un perfil de vino más fresco y frutal, sin la concentración que caracteriza a sus codiciados Flor de Pingus y Pingus.
Peter abre una nueva perspectiva en la Ribera del Duero, elaborando unos vinos más en las frutas rojas, en el frescor, en la finura, y hierba fresca; que en la extracción y la potencia. Unos vinos que maduran y se perfilan en grandes tinas de roble y en barricas de segundo y tercer año.
Este valoradisimo vino se elabora con uva procedente de viticultores de confianza, con viñedos equilibrados, plantados en vaso sobre suelos de distinta composición y con una edad media de más 30 años. La maceración tiene lugar en depósitos de cemento, para conseguir el máximo de aromas de la fruta; y la crianza, en depósitos de cemento, en grandes tinas de roble y en barricas antiguas.
En boca es fluido y fragante, de consistencia media y bastante largo. Por el estilo de vino le va muy bien la añada fresca. Se recomienda abrir media hora antes de su degustación.
Unos vinos que procedan a corto plazo en un 100% de uvas ecológicas, en la búsqueda del respeto por el entorno. Para este nuevo proyecto ha empezado a buscar viticultores con los que se quiere implicar y ayudar desde la vertiente técnica para conseguir las mejores uvas.
Un vino jugoso, intenso en boca, con notas especiadas y muy sutiles de crianza, delicioso y refrescante.