Revista América Latina
Ricardo abumohor, y la recompensa al esfuerzo con un club moderno y campeón
Publicado el 19 diciembre 2013 por Magallanes Deportes @magadeportesPor Daniel Pérez Pavez de la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Flamante y elogiado campeón chileno de 2013, el club O’Higgins suma 58 años de vida institucional –fue fundado el 7 de abril de 1955- y desde octubre pasado que concentra todo su quehacer deportivo e institucional en el flamante Monasterio Celeste de Requínoa.
Un nombre tan místico tiene, por cierto, una significación especial y sirve como denominación al magnífico centro deportivo considerado el más moderno de Chile y acaso uno de los mejores de Sudamérica.
Las instalaciones forman parte de 14 hectáreas de terreno emplazadas en una zona eminentemente agrícola y minera, en el sector Las Mercedes de Requínoa, a 100 kilómetros de Santiago y sólo diez de Rancagua, la ciudad sede del equipo celeste que hoy dirige el técnico argentino Eduardo “Toto” Berizzo.
La distinguida familia Abumohor, encabezada por los hermanos Ricardo y Roberto –hijos del ex presidente de la Federación chilena, Nicolás Abumohor- lidera la sociedad anónima que administra la institución y que en 2011 decidió adquirir el enorme predio que antes perteneciera a una congregación religiosa belga dedicada al cultivo de almendros y a la fabricación de chocolates artesanales.
Allí se levantó una verdadera “joya” que respeta el diseño original del Monasterio y que hoy constituye el mayor orgullo del presidente Ricardo Abumohor, quien dirigía al organismo rector del fútbol nacional en el periodo a Chile que lo llevó al Mundial de Francia 1998. “Acá se prepara nuestro equipo y se forman nuestros campeones, pero además esta obra constituye en su esencia el punto de encuentro social con nuestros hinchas”, expresa Abumohor, líder del explosivo crecimiento futbolístico de un O´Higgins ya convertido en formidable campeón nacional 2012-2013.
El Monasterio Celeste cuenta con modernas instalaciones que la convierten en una verdadera ciudad deportiva, que será una gran opción de alojamiento y preparación para las selecciones que llegarán a Chile en 2015 para el Mundial Juvenil Sub 17 y la Copa América del mismo año. Entre prados y árboles frondosos, con la cordillera de fondo, se encuentran siete canchas empastadas –dos del fútbol profesional y cinco para el fútbol formativo-, y seis de pasto sintético; un hotel de concentración para 30 personas, la Casa del Jugador para los jóvenes de provincias, gimnasio de última tecnología en 200 metros cuadrados de espacio, vestuarios de lujo, un Club-House para eventos y conferencias, y la primera piscina de hielo para recuperación de lesiones que se utiliza en el fútbol chileno.
IMPACTANTE INFRAESTRUCTURA, UN SÍMBOLO DE RANCAGUA...
El centro deportivo de O’Higgins ha sido elogiado por el DT Eduardo Berizzo, quien junto a sus ayudantes de campo participó activamente en un proyecto ambicioso que lo motivó a extender su contrato original.
En rigor, para el ejemplar club chileno ha sido un año de emociones contrastantes y superlativas. El 9 de febrero perdió a 16 de sus hinchas en una tragedia carretera en el sur del país, y en noviembre último inauguró un Memorial en homenaje a las víctimas en el magnífico Monasterio Celeste que -al cabo de algunos meses-, ya transformó en un templo de campeones…