Revista Filosofía
Justicia Social y Honestidad
César Ricardo Luque Santana
El día 26 de enero del año en curso por la mañana, se celebró en un importante hotel de la capital nayarita un foro llamado “Justicia social y Honestidad”, en el marco de la precampaña de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), actividad que por las absurdas disposiciones del IFE se tuvo que realizar en un recinto cerrado.
Los ponentes fueron importantes académicos mexicanos de la talla Rodolfo Stavenhagen quien abordó una visión general de la “relación Estado-Sociedad”, Lucio Oliver Costilla que tocó el tema de “Estado de bienestar”, el ex secretario de Estado e insigne investigador Carlos Tello quien habló de “crecimiento económico”, mientras que Araceli Damián lo hizo sobre “desigualdad social” y finalmente Gustavo Leal, colaborador de La Jornada y académico de la Universidad Autónoma Metropolitana habló sobre el sensible tópico de “salud pública”. Obviamente el ponente principal fue Andrés Manuel López Obrador quien presentó 20 puntos o compromisos de justicia social y honestidad para instaurar lo que él llama una república amorosa.
Al margen de comentar brevemente los planteamientos de los ponentes, el recinto para una mil quinientas o dos mil personas estuvo completamente abarrotado. Se podían ver a militantes y personajes de las izquierdas nayaritas de diversas épocas, de distintos lugares del estado y de diferentes corrientes políticas. Algunos aspirantes a candidaturas por las distintas fuerzas que integran la alianza progresista que impulsa la candidatura de AMLO aprovecharon la situación para hacer pasarela repartiendo volantes con supuestos apoyos a sus personas o acercándose a saludar al tabasqueño para tomarse la foto y a lo mejor conseguir su bendición. También asistieron un buen número de estudiantes y profesores universitarios así como dirigentes de los partidos políticos aliados y de MORENA, entre otras muchas personas de todas las condiciones sociales.
En cuanto al contenido de las ponencias me resulta difícil ofrecerles una reseña de cada una porque no tomé nota, por lo que me limitaré a destacar algunas ideas sueltas. En esencia se hizo un diagnóstico de los daños ocasionados por 30 años de neoliberalismo que han impedido por todo ese tiempo un crecimiento económico del país y han provocado un empobrecimiento generalizado, al mismo tiempo y en contraste que un enriquecimiento inaudito e insultante de una minoría de privilegiados. El Estado neoliberal según los ponentes, ha deteriorado severamente el tejido social por lo que urge establecer políticas públicas que permitan un crecimiento económico con una mejor distribución de la riqueza. En este punto se trajo a colación la experiencia de algunos países de Sudamérica que, desde el poder del Estado, han estado construyendo una alternativa al neoliberalismo logrado un crecimiento sostenido de 6% anual, el cual se ha reflejado en una recuperación significativa de las condiciones de vida de la población a la vez que les ha permitido recuperar soberanía.
La propuesta es por consiguiente recuperar un Estado de bienestar social sin incurrir en el autoritarismo y la corrupción del pasado, por lo que se aseguró que no sería suficiente hacerse del gobierno sino que sería necesario cambiar las conductas de los servidores públicos y politizar a la sociedad otorgándole un poder real a través de una democracia participativa, en la idea de construir un poder popular donde se mande obedeciendo, es decir, donde la sociedad tenga un control de sus gobernantes. De otro modo, es decir, de persistir los gobiernos de derechas panistas o priistas, se ahondará en la desigualdad social y con ello se cancelará la posibilidad de hacer viable la vida en comunidad porque no podrá haber paz social con pobreza e injusticia.
López Obrador por su parte mencionó uno a uno sus 20 puntos para una regeneración de la vida nacional empezando por señalar algunos rubros de la economía en que se derrochan los dineros públicos en gastos complemente inútiles que sólo sirven para mantener privilegios de una voraz burocracia política. Señaló por ejemplo que se gastan miles de millones de pesos en servicios médicos de los altos funcionarios públicos y que ese dinero recuperado se iría a los institutos de salud públicos para sanearlos y mejorarlos. En este sentido, dichos funcionarios que requieran servicios de salud, tendrían que atenderse en el ISSSTE al igual que los demás servidores públicos. También puso como ejemplo el derroche de dinero en las cajas de ahorro que los funcionarios y representantes populares realizan con dinero del erario público y que llegan a sumar cifras tan altas que en este caso equivale a todo el presupuesto de un estado como Nayarit.
El combate a la corrupción y las políticas de austeridad forman parte de las medidas que se tendrían que implementar con eficacia para contar con los recursos suficientes que permitan impulsar la economía nacional haciendo énfasis en el mercado interno y apoyando a los productores del campo y la ciudad de los sectores social, público y privado. Dijo que haría valer la Constitución contra los monopolios, que se tendría que impulsar al cooperativismo poniendo de ejemplo a la refresquera Pascual que es un caso exitoso de una empresa de capital social, y añadió que ese ejemplo tendría que reproducirse en todos lados. Habló de apoyar a los jóvenes con becas para estudiar, con la creación de 7 millones de empleos para quitarle a la delincuencia los espacios que ha ocupado ante el abandono de los jóvenes, se subsidios al campo, etc. En fin, cada una de las propuestas que realizó AMLO, causaron un gran entusiasmo y cada una de ellas la sustentó con datos duros que las haría viables y factibles.
Sería importante ir dando a conocer cada uno de los 20 compromisos a través de todos los medios y formas posibles para apropiárselos y así difundir el mensaje de este importante proyecto de nación, de tal suerte que nos permita convencer a los electores indecisos o despistados de que si hay opción a los gobiernos neoliberales del PRI y el PAN. Hacerle ver a los ciudadanos que no se trata de apoyar a AMLO por mera simpatía o prejuicio ideológico, que no se trata de ponerlo a él al mismo título que otros candidatos como si se tratara de simpatizar con tal o cual equipo de fútbol. Lo importante es lo que los candidatos en sí mismo representan, su trayectoria personal que los avala como personas capaces y honradas o no, de las personalidades que los apoyan cuya autoridad intelectual y moral son un referente significativo para definir una postura, y en el caso de AMLO, al menos darle el beneficio de la duda, pues a los otros candidatos y sus partidos ya se les dio la oportunidad de gobernar y lo hicieron mal porque empeoraron las cosas beneficiando a unos cuantos con dinero público. AMLO representa en este sentido una verdadera alternativa de cambio porque cuenta con un proyecto emanado desde abajo, de un conocimiento del México profundo, porque está sustentado con las mejores mentes del medio académico como los ponentes que en esta ocasión vinieron y otros talentos mexicanos como la escritora Elena Poniatowska, el científico René Drucker Colín y una larga lista de artístas, científicos, intelectuales y académicos cuya autoridad moral e intelectual -reitero- son un referente irrefutable para los escépticos nihilistas.
Realmente, de aplicarse los 20 compromisos que López Obrador esgrimió en este foro en la ciudad de Tepic, estaríamos en otro país, en un mejor país, en un México con equidad, democracia y justicia al que todos aspiramos. Insisto en decirles a quienes se persisten en una desconfianza tozuda contra todos los políticos que no es momento de vacilar, que en vez de abstenerse o votar por los de siempre sólo porque creen que todos son iguales, le den una oportunidad a AMLO de demostrar sus dichos. Tal vez con ello se estén dando a sí mismos una oportunidad sin quererlo.