Según Richard Branson, para innovar en una empresa no se necesita de un gran presupuesto. Sólo de ambición y buenas ideas.
Cuando piensas en innovación, ¿piensas en Silicon Valley y en los avances tecnológicos y en empresas que tienen grandes proyectos de investigación y cuantiosos presupuestos? Muchas personas lo hacen, pero la realidad es que hasta los negocios más pequeños -desde una estética con dos sillas hasta los vendedores de palomitas en la calle- son capaces de generar ideas que capturen la imaginación de los consumidores. Y cuando eso sucede, te encuentras en el camino hacia la construcción de una gran marca.
Aunque hoy pudiera ser difícil de imaginar, la historia de Virgin Group es la de una Pyme que tuvo éxito gracias al espíritu innovador de nuestro equipo. Cuando mis amigos y yo iniciamos el primer negocio, Student magazine, éramos un grupo de hippies que apenas tenían dinero para sobrevivir, pero sabíamos que teníamos una idea de un producto que la gente querría: Una publicación dirigida a la gente joven como nosotros. Viví en el sótano de un amigo, y nuestra oficina estaba instalada en la cripta de una iglesia que un pastor nos dejó usar. Eventualmente convertimos nuestra camaradería y entusiasmo en un negocio global.
Teniendo esto en mente hace algunos años creamos el Branson Centre for Entrepreneurship en Johannesburgo, Sudáfrica, a través del cual hemos apoyado a 479 emprendedores de 21 industrias compartiendo conocimiento, contactos y recursos. Ahí observamos una verdadera necesidad: la tasa de desempleo es del 25%, y muchas de las personas sin trabajo son jóvenes. Aunque es un país con muchísimos recursos naturales y personas talentosas, los negocios más establecidos se encuentran muy rezagados a comparación de en países como Brasil y China.
Estuve recientemente en Johannesburgo, y mientras escuchaba los pitches de los aspirantes a emprendedores, me acordé de las muchas y diferentes formas en que un negocio puede innovar. No necesitas un gran presupuesto: todo lo que se requiere es ambición y una buena idea.
Encuentra algo que la gente quiera, y después mejóral
Miles Khubeka creó una marca con mucho potencial. Basó su negocio de restaurante en un personaje popular (y no registrado) de un anuncio de cervezas: “Vuyo”, un hombre cualquiera con un carrito de comida que triunfa. Miles abrió un restaurante basándose en las ofertas de alimentos de Vuyo, y ahora está lanzando franquicias en forma de carritos, las cuales otros emprendedores pueden operar y esparcir el nombre. Es una idea excelente.
Hay muchos restaurantes en Jonhannesburgo, pero como demostró Miles, sólo porque una idea no es completamente original no significa que el negocio se pierda entre la masa. Si tu servicio de entrega es único en alguna manera, tu empresa destacará.
La fórmula de Miles es simple: creó una marca que tiene un alcance local, pero con gran atractivo (además la comida es excelente).
Otro gran ejemplo: Simphiwe Madonsela de The Shoe Cleaning Company atendía una demanda poco explotada de un servicio en lugar poco familiar, y me preguntó si podía lanzar su negocio en Virgin Active, nuestro negocio de club de salud. Me gustaron sus agallas, así que lo invité a unirse a nuestro nuevo club para compartir su idea.
Toma lo viejo y hazlo novedos
Para construir un negocio exitoso, no necesitas construir un producto desde cero. Me acordé de cuando a principios de mes rompimos el Récord Guinness de meter a más personas dentro de un Mini Cooper clásico. (Entramos 25. Nos encanta romper récords, y el boost de relaciones públicas realmente ayuda). La personalización del diseño del Mini y el trabajo de pintura fueron desarrollados por el emprendedor Wes Bohoff. Su negocio de Plastispray cambia la imagen de un auto sin dañar la pintura original.
Si puedes cambiar el propósito de un producto existente, o si observas un espacio en el mercado donde las marcas no estén ofreciendo una mejora de sus productos que a los clientes gustaría, no hay motivo para que no lo aproveches.
Diles a los clientes acerca del propósito detrás de tu producto
Las raíces de las grandes marcas generalmente tienen una narrativa atractiva, y compartir tu historia desde el principio puede ayudarte a ganar el apoyo de tu comunidad y de sus negocios.
Un ejemplo es la historia de Mmabatho Portia Morudi, quien desarrolló su interés por las abejas cuando su abuelo de 87 años la llevó a un curso de apicultura. Ahora, ella está determinada a proteger a las abejas mientras construye un negocio exitoso al mismo tiempo.
Su Iliju Bee Farm produce miel (que es un área de crecimiento potencial en su país, ya que la demanda de miel en Sudáfrica supera a la producción). También ofrece servicios de polinización gratuitos a los granjeros y educa a las comunidades rurales acerca de la importancia de las abejas.
Fuente: Soy Entrepreneur