Richard Koo, Economista jefe del Instituto de Estudios de Nomura, aboga por que empresas y familias reduzcan su deuda y el Gobierno gaste
Ana Flores, Público
La burbuja estalló. El sector privado se volvió alérgico a la deuda. Lo que tenía valía menos que lo que debía. Quiebra técnica. Dejó de pedir prestado. Dejó de tirar de la economía. El FMI, la OCDE dijeron que la población estaba envejecida, que había que hacer reformas y recortar el déficit público. Las agencias de rating rebajaron una y otra y otra vez sus calificaciones hasta situarlas por debajo del nivel que otorgaban a Botswana. El Gobierno hizo caso a las presiones. Recortó el déficit. El país se paró. Ushinawareta jünen. Década perdida. No es Europa en 2011, es Japón en 1997.
Se cometieron los mismos errores, alerta Richard Koo, economista jefe del servicio de estudios del banco japonés Nomura. Entonces y ahora, Koo asesoraba al primer ministro de Japón. "Trabajo para el mundo privado y no soy japonés", ironiza Koo, que nació en Taiwán, al explicar que no siguieron sus consejos. Japón ha pagado un alto precio por ello. Ahora Koo recorre EEUU y Europa. Asesora sobre cómo salir de esta crisis, que no es de presupuesto, como se pretende, sino lo que él llama una crisis de balance, una parálisis que surge cuando todo el sector privado se pone a un tiempo a equilibrar el valor de lo que tiene y lo que debe. En su paso por España charló con Público.
-Sufre España una recesión de balance, la economía no avanza porque nadie quiere endeudarse?
-Varios países de Europa la sufren. España, sin duda. El sector privado está reduciendo al máximo su endeudamiento. El Banco Central Europeo (BCE) ha mantenido los tipos de interés en niveles muy bajos porque esperaba que empresas y familias pidiesen dinero prestado para gastarlo. Pero está ocurriendo lo contrario. Clara muestra de que algo va mal.
-¿No es la banca la que no abre el grifo del crédito?
-¿Por qué otros bancos no prestan dinero a los bancos españoles? Porque se cree que pueden tener problemas. Aquí hubo una gran burbuja inmobiliaria y estalló. Es una crisis financiera, los que prestan no pueden conseguir dinero para seguir prestándolo. Con una tasa de paro superior al 20%, todo el que se plantea prestar a este país se preocupa de si lo va a recuperar, porque la economía es cada vez más débil. Hay que volver a fuertes tasas de crecimiento. Pero, además, hay un problema de los que deberían estar pidiendo dinero prestado e invirtiendo. Eso es una crisis de balance, que llega junto a las crisis financieras. Los que pedían créditos cuando los precios subían siguen teniendo la deuda pero el precio de los activos (vivienda, etc.) es menor que la deuda. Técnicamente es una quiebra y en esa situación están familias, empresas e incluso bancos. Hay que reducir el endeudamiento.
-¿Entonces cómo se puede crecer?
-El sector privado no tiene elección. Si alguien descubre que tu compañía o banco está en quiebra, estás en un lío. El Gobierno debe ser el que pida dinero prestado y gaste.
-Europa exige lo contrario
-Exacto.
-¿Estamos perdidos?
-Yo creo que la situación en España es muy preocupante. El Gobierno debería estar incrementando el gasto y pidiendo dinero para ello y está yendo en la dirección contraria. Si el sector privado goza de salud se puede recortar el déficit. Si está enfermo, como ocurre en España, el Gobierno debe ayudar con estímulo fiscal.
Si España tuviese todavía pesetas y el sector privado estuviera reduciendo su endeudamiento, paralizando con ello el dinero en la banca, el sector financiero estaría feliz de prestar al Gobierno. Ese es el motivo por el que la rentabilidad de la deuda pública en Japón ha estado por debajo del 1% durante una década a pesar de que la deuda pública equivalía al 200% del PIB. EEUU y Reino Unido tienen un déficit tan alto como España y se financian por debajo del 2%. Un gestor de un fondo en Reino Unido, EEUU o Japón, cuando el sector privado se para, sólo puede invertir en su moneda en deuda pública. Un gestor japonés compra deuda japonesa. Uno británico, deuda de Reino Unido. Si eres un gestor español, puedes comprar bonos alemanes, holandeses, franceses... Eso sólo pasa en la zona del euro. La rentabilidad exigida al bono español sube cuando debería bajar porque el dinero se está marchando. Y si, al menos, cuando llega a Alemania, el Gobierno alemán lo pidiese prestado y lo gastase, tiraría de su economía y de los demás. Los alemanes, por ejemplo, vendrían aquí a hacer turismo. Pero ¿qué hace Alemania? Recorta su déficit. ¿Y Francia? Recorta su déficit. Europa se está haciendo más pequeña y débil. Hace cinco años, el dinero alemán y francés entraba en España, Grecia, etc., porque sacaban rentabilidad de la burbuja. Eso hizo que empeorase la propia burbuja. Ahora que ha estallado y hace falta, se va de vuelta a Alemania. Y los ahorros españoles se van también. Ese movimiento es procíclico, inestable y malo para todos. Hay que pararlo.
-¿Parar la circulación del capital?
-Estoy de acuerdo con la libre circulación del capital excepto cuando afecta a deuda pública. Por eso sugiero una norma en la zona del euro por la que cada país sólo pueda vender deuda pública dentro de su país, a sus ciudadanos, su banca. Si hubiera existido antes, los griegos no habrían podido confiar en que recibirían dinero de bancos franceses y alemanes y no habrían hecho las locuras que han hecho. Y los españoles no podrían hoy comprar deuda alemana.
-Serviría de algo ahora?
-No puede imponerse mañana. No funcionaría. Pero el Gobierno español puede anunciar que en diez años o cinco sólo venderá bonos a españoles. El mercado se calmaría. Pero se habla de lo que va a pasar en 24 horas, no en tres años.
-Porque no se sabe si el euro existirá dentro de tres años
-Si se establece esa norma, el euro se convertirá en una moneda muy poderosa. Todos los problemas fiscales, los de Grecia, Portugal... serán problemas internos, no del euro.
-Japón tiene un altísimo ahorro interno que permite financiar un elevado nivel de deuda. Aquí la falta de ahorro hizo que los bancos buscasen capital fuera
-España ya no es un país con bajos niveles de ahorro. Se están ahorrando enormes cantidades de dinero. La norma que propongo permitirá, además, flexibilidad y disciplina. Los gobiernos tendrán que convencer de que se necesita gasto y se podrán alcanzar mayores niveles de déficit que el 3% del PIB, que no tiene ninguna base científica. Y si tus ciudadanos consideran que estás desperdiciando el dinero, no podrás incurrir en déficit.
-Alemania nunca aceptará
-Si el Gobierno español, el italiano... dicen que van a adoptar esa norma, el Gobierno alemán, que es el que está causando todos los problemas, verá que no se va a repetir lo ocurrido y empezará a pensar que quizás sea buena idea ayudar a los demás. Es el único modo de salvar el euro.
-¿Y mientras?
-Se necesita un puente de financiación. Eurobonos, fondo de rescate, todo será útil.
-Hay quien opina que Europa está convirtiendo al BCE en un banco malo, cargándolo con deuda de los países con problemas
-El BCE podría comprar más deuda pero, si no se toman medidas para que no se repita lo ocurrido, cuidado. Lo último que se puede permitir el BCE es perder su credibilidad.
-¿Sirven de algo las reformas?
En 2007, España tenía superávit. ¿Dónde está el problema estructural? Grecia, incluso en las mejores circunstancias, tiene déficit. Ellos sí tienen que bajar salarios, flexibilizar el mercado laboral, subir impuestos. Pero trasladar eso a España, Portugal o Italia, no. Estos países tienen que solucionar problemas de balance del sector privado. A Japón, en 1997, la OCDE, el FMI, toda esa gente que no sabe nada, le dijeron que tenía una población envejecida, recomendaron recortar el déficit, hacer reformas. Nosotros, que asesorábamos al primer ministro, dijimos que no escuchara o todo se vendría abajo. Se decidió recortar el déficit. Adivine lo que ocurrió. En lugar de reducirse, se disparó. A Japón le costó diez años recuperarse de aquello. Cuando el sector privado está reduciendo deuda, si el sector público hace lo mismo, todo se viene abajo. El ejemplo más claro está ocurriendo ahora en España.
-¿Qué hacemos con las agencias de rating?
Las agencias de rating son un gigantesco problema. Japón lo tuvo. Le rebajaron una y otra vez hasta que estuvo por debajo de Botswana, un país al que Japón da ayuda. Afortunadamente, el mundo financiero en Japón leyó las explicaciones de Moody's y decidió que eran basura. La rentabilidad del bono público siguió bajando.
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Entrevista realizada por Ana Flores en Público
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Lectura: ¿Por qué no aumentamos la deuda pública y dejamos caer a la banca?Una mirada no convencional al neoliberalismo y la globalización