Revista Cultura y Ocio
El peligro que las personas impelidas por la excelencia representan para los demás se concreta en la figura del experto. Éste aparece bajo dos disfraces, el sociable o el antisocial. Una institución bien articulada favorecerá al experto sociable; el experto aislado constituye por sí mismo una señal de que la organización tiene problemas.
El trabajo y el juego parecen oponerse en la medida en que el juego da la impresión de no ser otra cosa que una evasión de la realidad. Sin embargo, el juego enseña a los niños a ser sociables y canaliza el desarrollo cognitiva; el juego inculca obediencia a las reglas, pero contrarresta esta disciplina permitiendo a los niños crear y experimentar con las reglas a las que obedecen. Estas capacidades, una vez que se empieza a trabajar, sirven luego durante toda la vida.
Richard Sennett. El artesano. Editorial Anagrama, 4ª edición, 2013.
Traducción de Marco Aurelio Galmarini.