Ricky Gervais no trajo la pizza a los Oscar 2014

El triunfo compartido de Gravity y 12 Años de Esclavitud se vio eclipsado por estrellas empeñadas en parecer cercanas

Tres horas y media de la más absoluta previsibilidad, tanto en el palmarés como en la presentación a cargo de Ellen DeGeneres, son el resultado que nos dejó ayer la 86 Edición de los Oscar, que fue vista por exactamente el mismo número de espectadores que la anterior. Apenas pudimos recolectar un poco de incorrección política -"O gana 12 Años de Esclavitud o sois todos racistas"- a cargo de la anfitriona, en la que fue su segunda noche al frente de la gala tras salvar la papeleta en 2007, mientras que el triunfo numérico de Gravity se iba confirmando poco a poco, cada vez que subía alguien del equipo a recoger un premio y justificada un espectáculo completamente fuera de la órbita del cinismo en la que se mueven ilustres maestros de ceremonias como Ricky Gervais, Tina Fey y Amy Poheler. Un anuncio de comida rápida y otro de telefonía después, los académicos usaron el comodín de la reivindicativa 12 Años de Esclavitud para zanjar la noche y poder ir a divertirse de verdad a las fiestas post Oscar.
Nuestra crónica de la gala, con fotos y vídeos, tras el salto.
El monólogo de apertura:
No sabemos si es que DeGeneres recibió instrucciones de compensar la acidez de la que hizo gala el año pasado Seth McFarlane, que abrió con una canción sobre tetas, o es que la presentadora se puso como target un público principalmente familiar y puritano, pero la ceremonia vista ayer parecía una entrega de los MTV Awards hecha en 1992, con un perturbador cruce con un talk show religioso de los de guitarra y cumbayá. Su momento álgido se produjo con el selfie -o "autorretrato" en lenguaje moderno- que se hizo Ellen con estrellas del calibre de Brad Pitt, Kevin Spacey y Meryl Streep, que se convirtió en la foto más retuiteada de la historia con más de dos millones de interacciones en apenas unos minutos. Así de oportunista y facilona fue toda la noche.

Ellen nos deleitó con introducciones como "probablemente piensen que los siguientes invitados son geniales porque lo son", para presentar Liam Hemworth y Charlize Theron, mientras que no perdía oportunidad para meterse con Jennifer Lawrence, el nuevo blanco de los Oscar tras la misteriosa deserción de Jack Nicholson de la vida pública. La joven actriz, ganadora el año pasado por El Lado Buenos de las Cosas, no recolectó una estatuilla sino otro tropiezo en la alfombra roja, que no pasó desapercibido para la presentadora. Tampoco ganó la única representación española, Esteban Crespo, por el cortometraje Aquel No Era Yo. 
Apenas hubo rastro del ingenio mordaz de la que fuera encargada de presentar los doblemente postpuestos Emmys después del atentado de las Torres Gemelas, donde se lució con joyitas como "algo así molestaría más a un talibán que ver a una mujer gay de traje y rodeada de judíos". En su lugar, DeGeneres se limitó a llamar "señor" a Liza Minnelli, que fue la gran perdedora real de la noche, y no La Gran Estafa Americana o El Lobo de Wall Street, al quedarse oliendo el culo de Kevin Spacey en su intento por salir en el que ya es calificado como el selfie más famoso y caro de la historia.
Después de ordenar pizza para que comprobemos que las estrellas también son personas y saben comer con las manos, en lo que supuso una de las técnicas de product placement menos elegantes desde la de Samsung en la ceremonia de los Oscars de 2014, la conductora obligó al productor Harvey Weinstein a soltar 200 dólares para pagar la cena, una proeza aún mayor que el récord de Twitter.

Dejando a un lado las portentosas interpretaciones de los nominados U2, Pharrell Williams y Karen O. sobre el escenario, la solemnidad hizo acto de aparición con el recuerdo a los desaparecidos durante el último año, donde no faltaron James Gandolfini, Philip Seymour-Hoffman o la asistente de cámara Sarah Jones, fallecida hace tan sólo dos semanas en el rodaje de Midnight Rider. Aunque el momento más tenso se produjo cuando John Travolta, sin flujo sanguíneo al cerebro por culpa de su tradicional peluquín de los Oscar, presentó a la cantante del tema ganador Let It Go como Adela Dazeem cuando su nombre real es Idina Menzel. Twitter no tardó en poner fino al actor.
Al igual que sucediera en la ceremonia de 1977, donde Star Wars se hizo con 7 estatuillas pero perdió la de Mejor Película en favor de Annie Hall, que ganó 4 dorados en total, Hollywood nos reitera que no tiene problemas en reconocer los méritos técnicos de las superproducciones de ciencia ficción al premiar a Gravity y a su director Alfonso Cuarón, aunque también sigue empeñada en buscar la foto más condescendiente a la hora de coronar a sus intérpretes y a la categoría reina. Así, 12 Años de Esclavitud finaliza una temporada de premios como la gran cinta de 2013 en términos oficiales pero con Gravity y la segunda juventud de McConaughey convertidos en los fenómenos de la temporada que sí recordaremos dentro de 20 años. Porque a Solomon Northup y al trabajo que hizo anoche Ellen DeGeneres ya los hemos olvidado.

Aquí podéis recuperar nuestro seguimiento en vivo de la gala, con todo el palmarés y nuestra quiniela, en la que hemos acertado 9 de las 11 principales categorías. A continuación os dejo unas imágenes de los ganadores:
-Cuarón, representando una escena de Gravity con 2 de los 7 Oscars que se llevó su película:

-Primer Oscar en la carrera de Brad Pitt. Fue como productor de 12 Años de Esclavitud:

-La ceremonia de anoche se celebró para que pudieramos tener esta foto:

-No son personajes de Se Levanta el Viento, sino los ganadores del Oscar a la mejor canción por Frozen:

-El nuevo icono de la moda en Estados Unidos, Lupita Nyong´o tiene un nuevo complemento:

-A pesar de su cara de actor, se trata de Emmanuel Lubezki, director de fotografía de Gravity:

-El de este año ha sido uno de los palmarés más jóvenes de la historia:

-Como Matthew McConaughey siga mirándole así, el Oscar está a punto de confesarlo todo:

-Por fin, el primer Oscar de Spike Jonze, por el guión original de Her:

/Pics vía Deadline.