“Estaba con un toque de gracia en el tiro y cuando eso sucede se tiene que aprovechar”, dijo Ricky Rubio para intentar justificar su espléndido cinco de cinco en triples en el Buesa Arena de Vitoria. Una gran actuación individual (17 puntos) para un triunfo coral del Barça ante un Caja Laboral que no perdía en su pista en liga regular desde el 26 de abril de 2008, esto es casi dos años, cuando había sido derrotado por el Cajasol. Ricky se exhibió en un encuentro excelso de otro base y ex compañero en el DKV Joventut, Huertas, que con los mismos tantos (17) fue junto a Barac (19) el más destacado del conjunto de Ivanovic. La única noticia que celebrar para el Caja Laboral fue la reaparición tras su lesión de Splitter, que jugó diez minutos y anotó cinco puntos. Los azulgrana se presentarán con un nuevo triunfo en la serie de cuartos de final de la Euroliga (primer partido, el martes 23 a las 20.45 en Teledeporte y Canal 33) ante Real Madrid, vencedor con mucho sufrimiento ante el Gran Canaria 2014 por 74-73, con Bellas fallando el último triple y Carroll como mejor anotador visitante (30). Tomic, con 19, fue el mejor del conjunto de Messina.
Tuvo el partido un inicio emotivo, pasional y totalmente alocado, ingredientes que apasionan a los que ven en el baloncesto como un juego más de precisión y corazón que de estrategia y pizarra. Así, el ritmo era alto y el acierto muy elevado, puro correcalles. Del cóctel resultó un toma y daca delicioso que decía mucho de los ataques y muy poco de las defensas (17-16 a los 5m 42s). Dos jugadores sobresalían por encima del resto: San Emeterio, que se estancó en esos seis puntos iniciales, y Navarro, su defensor.
Contraataques fáciles
No tardó La Bomba en hacer la jugada que se ha inventado y la que le ha servido de apodo: para arriba y para abajo suavemente, dentro. Navarro (15 puntos) dejó su sello particular ante tres jugadores en su primera intervención y se encargó de reactivar a su equipo en el segundo cuarto. Apareció cuando su equipo cuando más confundido y fundido estaba. Desnortado por el eléctrico Huertas y la fiabilidad de de Teletovic y English (25-19 a los 8m 48s), los azulgrana sumaban inocencia y falta de confianza, pésimos consejeros para defender con unos mínimos. “No vais atrás, tenéis que correr, eh”, exigía Pascual para reprochar a sus jugadores que hubiesen concedido tantos contraataques fáciles.
Dirigido por Ricky y Navarro, el Barça acabó mejorando y volviéndose a poner por delante con el único triple de La Bomba (1/7 por 10/24 de su equipo) para el 34-37 a los 16m 10s. El tiro de tres que se le está atragantando al jugador, que en los últimos seis partidos lleva un balance impropio de él (5/30) o lo que es lo mismo, 16’13%. Inmediatamente después llegó el segundo triple de Ricky y dos canastas de Mickeal (13 puntos), que en su retorno al Buesa Arena cuajó un buen partido y fue muy superior en su duelo directo con San Emeterio por físico y movilidad.
Persistían los azulgrana para alcanzar los dos dígitos de renta y lo consiguieron, aunque fuese momentáneamente, con otro triple de Sada (50-60 a los 24m 01s). Nunca lograron superar los doce puntos de margen, mérito de Barac o la insistencia de Huertas, uno de los grandes valedores de un Caja Laboral que pese a su inferioridad pudo competir hasta los últimos tres minutos. Hasta los triples Ricky y Lorbek (14 puntos). Los vitorianos ven rota su racha de 30 victorias consecutivas en el Buesa Arena en liga regular. Ricky tiene mucha culpa de ello.