Ingles, Barnes y Van Lacke luchan por una pelota -EFE.
El hilo conductor del partido fue siempre Ricky, incluso en el inicio, cuando el Barça se comportó como un equipo sin alma, incómodo ante la incisiva agresividad del Blancos de Rueda Valladolid. Entonces el base azulgrana fue el único el único capaz de meter la pelotita en el aro –el Barça parecía jugar a meter los aros en el cuello de las botellas como se hace en los parques de atracciones o en las ferias– en el primer cuarto, cuando los visitantes cedieron 17 puntos y aportaron ocho. Siete de ellos fueron de Ricky, con dos canastas en juego y un tiro libre, una faceta esquiva para el equipo durante todo el encuentro. 2/6 desde la línea de personal fue el mínimo acierto de Grimau, el protagonista del final de la primera parte.
“De atrás hacia delante”
Lo había advertido Fisac, que utilizó las felicitaciones a sus jugadores –elogió sobre todo a su pareja interior titular, Lamont Barnes y Eulis Báez– y apremió al grupo a no tener prisa, a tomarse el partido como hasta entonces “de atrás hacia delante” para mantener una ventaja más que merecida de 12 puntos, que llegó a ser de +14. Pero el Blancos de Rueda Valladolid se ahogó de gloria y quiso ampliar la renta con ataques cortos y tiros mal seleccionados. Un desconcierto que no desaprovechó el conjunto azulgrana para irse al descanso con un parcial de 0-9 (30-25), gracias al primer triple (¡de once intentos!) de Terence Morris y seis puntos consecutivos del capitán Grimau, a la contra. Por fin el Barça podía correr.
Anulado Fede Van Lacke, los locales carecieron de un líder sólido, pues la actuación de Jason Robinson y sobre todo de Marcus Slaughter fue discontinua e insuficiente para contrarrestar el espectáculo propuesto por Ricky, la defensa de Víctor Sada y Boniface Ndong, que añadió 12 rebotes a sus siete puntos. Con dos pérdidas infantiles de Maxi Stanic comparecieron los locales en el último período. Dos regalos que agradeció Grimau para poner a su equipo por primera vez por delante (45-46 a 9m 08s). Los azulgrana, muy intensos y seguros en el último tramo, pasaron a gobernar el encuentro, crecidos ante un rival que quiso reponerse intentando triples imposibles.
Blancos de Rueda Valladolid (17+13+15+10) 55: Dumas (4), Van Lacke (3), Robinson (11), Báez (16) y Barnes (10) –quinteto inicial–, Martín, Diego García (8), Slaughter (3), Isaac López y Stanic. Barça (6+19+18+22) 65: Ricky Rubio (14), Grimau (12), Ingles (11), Morris (8), Vázquez (2) –quinteto inicial–, Lakovic, Sada (11), Perovic y Ndong (7).