Por fin ya han llegado los fresones a los mercados. Aunque todavía no están en su mejor momento, (por precio y sabor), es casi imposible resistirse a sus encantos.
Su atractivo color, su peculiar aroma y maravilloso sabor, (en casa las adoramos), hacen de los fresones una de las frutas favoritas de los niños (y mayores).
Los fresones contienen pocas calorías (unas 35 kcal. por cada 100 gramos), y un alto contenido en agua (85 %), hidratos de carbono “buenos” y fibra (soluble e insoluble), por lo que están indicadas en las dietas de adelgazamiento y/o para aquellos que quieran controlar o perder algo de peso.
Son una muy buena fuente de vitamina C, y en menor proporción contienen otras vitamina como la E, minerales como el potasio, el magnesio o el calcio, y flavonoides, lo que las convierte en una fruta rica en antioxidantes (y anti-edad).
Aunque actualmente podemos encontrar fresones de invernadero durante todo el año, su sabor y aroma no tienen nada que ver con los fresones de temporada (O sea, hay que aprovechar el momento!!).
También podemos encontrar fresones de otros países, como por ejemplo Marruecos, que son más baratos, pero no tienen ni el sabor ni las propiedades características de los fresones de España. Es típico el fresón de Huelva, (el de Palos es delicioso!!!), así como el fresón del Maresme (Cataluña) y otras regiones españolas a menor escala. (Sí, sí al fresón español!!)Los fresones son un excelente alimento, con múltiples beneficios para la salud, siendo recomendadas para:
Problemas de retención de líquidos (diurético).
Acido úrico (ayuda a expulsarlo).
Problemas de transito intestinal, estreñimiento (por su gran poder laxante).
Tienen un gran poder desintoxicante y depurador.
Contribuyen al crecimiento óseo, tejidos y sistema nervioso en los niños.
Reforzar el sistema inmunológico (formación de anticuerpos).
¿Sabíais que además las fresas son uno de los alimentos anticelulíticos por excelencia? Gracias a su alto poder diurético, la fibra y su contenido en antioxidantes, hacen de ellos una combinación perfecta para mantener la celulitis a raya.
Los fresones están deliciosos solos, con azúcar, con limón, con vinagre, con nata, con chocolate, con zumo de naranja, con cava, en batido con leche o naranja….
Pero, ¡ojo!, la conservación de los fresones no es larga, deben consumirse como mucho a los dos o tres días de s compra ya que su fina piel cubierta por las semillas, hacen de ellas un fruto perecedero.
La mejor manera de mantenerlas en perfecto estado es en el frigorífico a unos 4º C, y sacarlas una hora antes de su consumo para poder así apreciar todas sus virtudes.
Se aconseja no quitar el peciolo (la parte del las hijitas verdes) hasta después de lavarlas, (sin sumergirlas en agua), lo que se debe hacer justo antes de consumirlas, para no pierdan su sabor.
¿Y vosotros? ¿Os gustan los fresones? ¿Cómo los soléis tomar? Estaré encantada de leer vuestros comentariosBesos desde mi blog!!!!
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