Si vamos a pasar un par de días fuera de casa, en el mercado hay un montón de sistemas para que nuestras plantas no se estropeen. Pero…si además queremos ahorrar un poco, este sistema casero nos puede servir.
Para poner en marcha nuestro sistema de riego automático, primero tenemos que regar la maceta, después llenamos de agua la botella que nos va a servir para que nuestra planta se mantenga regada y feliz, con un golpe seco la introducimos en la maceta o en el suelo y ya está.
La pregunta del millón es como no se va toda el agua nada más poner la botella. Bueno la explicación es sencilla, cuando ponemos la botella boca abajo no entra aire en la botella y por tanto no se sale el agua.
Por este motivo es muy importante regar primero la maceta, para que cuando pongamos la botella boca abajo no haya aire en la tierra, entonces no entra aire en la botella y no sale el agua. Si cuando la ponemos boca abajo vemos que se producen burbujas o el nivel del agua cambia rápidamente, eso es que quedaba aire en la tierra. No pasa nada volvemos a llenar la botella y lo volvemos a intentar.
Si el periodo que nos vamos a pasar fuera de casa, es más de un par de días, podemos usar botellas más grandes y problema resuelto.
Esta es una forma fácil de tener un riego automático y barato para nuestras plantas.
Fuente radmegan in words & pictures