Antes que hablar en persona o por teléfono, un número mayor de personas prefiere hacerlo por el servicio de mensajería instantanea WhatsApp. La manera de comunicarse con la gente que te rodea cambió radicalmente. Incluso se ha convertido en una herramienta vital tanto para encender la chispa del amor como para las relaciones de pareja estables. Sin embargo, los problemas que pueden surgir si su uso no se controla adecuadamente. El más habitual, los celos.
“Si te pasas todo el día enganchado al móvil tu pareja puede empezar a sentir celos de las personas con las que hablas”, comenta Alicia López de Fez, del Centro de Psicología López de Fez . “Esto puede generar una situación en la que la relación no esté basada en la confianza plena”.
Y sentencia: “Una persona que no para de escribir a su pareja tiene una dependencia emocional muy grande. Y un comportamiento obsesivo puede romper cualquier relación”, asegura la psicóloga.
Para el médico psicoanalista especializado en terapia de parejas, Carlos Fernández, “el peligro no está en la aplicación, sino en el uso que se hace de ella”.
Pablo Viudes, psicólogo, explica a Publimetro que “uno tiene que saber administrar su conectividad y su privacidad. De lo contrario WhatsApp puede vulnerar la privacidad (…) La disponibilidad de las personas es la base de su autoafirmación”. En otras palabras: si no puedes contestar, no puedes.
“WhatsApp puede abrir muchas puertas a una pareja. Se tiene que usar para construir proyectos, se debe usar con libertad y sinceridad (…) si las cosas van mal es responsabilidad de la pareja, de nadie más” concluye Fernandez.
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