A sus 84 años y tras ser rechazado por una gran parte de la industria de Hollywood, Woody Allen abre el festival de San Sebastián con una comedia romántica, ambientada en el propio festival. Ofrece un recorrido por las influencias cinematográficas de Woody desde la perspectiva de un anciano que aplica valores de anciano a un mundo cada día más joven, ahora nos presenta "Rifikin's Festival".
Woody proyecta su personalidad sobre Mort Rifkin (Wallace Shawn), un frustrado escritor neoyorquino que viaja a San Sebastián para acompañar a su mujer Sue (Gina Gershon) al famoso festival de cine. Con una estructura inicial que recuerda a Midnight in Paris, la pareja se distancia al llegar ya que Sue se encapricha del director de moda del festival. Movido por su hipocondría, Mort conoce a una atractiva doctora española (Elena Anaya) quien le enseña la ciudad y comparte con el protagonista su visión pesimista sobre el cine actual. La historia se desenvuelve con fluidez a través del magnetismo narrativo de Woody Allen que consiste en un guion genuino y divertido, combinado con una bonita puesta en escena y una carismática banda sonora. La trama se desarrolla en un flashback de una hora y media mientras Mort le cuenta lo ocurrido a su psicólogo. Gracias a esta estrategia narrativa, el director le dice al espectador que todo lo que se plantea no es más que una interpretación. Esta idea es un elemento muy recurrente en la filmografía de Woody, quien constantemente plantea el cine como terapia para tratar la inestabilidad emocional desde un prisma cómico.
A través de esta subjetividad, el director expone su visión del panorama del cine actual y aprovecha para hablarnos de sus verdaderas influencias. Mort se pasa la película elogiando a los grandes cineastas europeos y explicando su gran relevancia en el séptimo arte. Esto da paso a las divertidas visiones de Mort a lo largo de la trama, donde se imagina a él mismo y los demás coprotagonistas protagonizando escenas clásicas del cine de Fellini, Orson Welles y otras famosísimas representaciones. Estas escenas son una brillante forma de citar las influencias del director y dotan a la película del toque de fantasía que muchas veces caracteriza el estilo de Woody Allen. 
Mort es sin duda una de las mas duras auto representaciones del director ya que se trata de un personaje poco atractivo, de andares extraños, maniático y que sin duda se lleva la peor parte en la historia. Sin embargo, el encanto del personaje consiste en que no reniega de su naturaleza y se acepta a sí mismo con madurez. A través de la perspectiva de Mort, Woody ridiculiza la industria cinematográfica, personificada principalmente en el personaje de Philippe (Louis Garrel), un aclamado director tan estúpido como popular. Esta sátira resulta entretenida, pero el humor es poco inteligente y abusa de tópicos como el clásico director esnob o el pintor español inestable. La ciudad de San Sebastián cobra una relevancia fundamental en la historia. De la mano de Vittorio Storaro, Woody conduce al espectador por los sitios con más relevancia de la ciudad. Como ya es tradición en sus películas, el director crea una visón idílica del lugar donde se encuentran sus protagonistas. La fotografía de Storaro acentúa los tonos ocres creando una atmósfera que se asemeja más a un cuento que a la realidad. Visualmente es una película que sigue el estilo onírico de las últimas obras del director sin aportar nada que no hayamos visto ya. 
En pocas palabras, Rifkin’s Festival es una película entretenida en la que no veo ambición alguna por parte de su director. Los temas clásicos sobre el psicoanálisis, el amor y el miedo a la muerte, se combinan con un estilo carismático que no pretende cambiar. Sin embargo, no deja de ser una película agradable, fiel al lenguaje propio de uno de los cineastas más aclamados de la historia del cine.
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- ##check## Lo bueno
- Entretenida y fiel a su estilo.
Carta de amor a San Sebastián en todos sus aspectos.
Original forma de introducir sus influencias en el argumento. - ##times## Lo malo
- Humor vago.
Teniendo en cuenta otras películas del director, echo en falta más ingenio en los diálogos y argumento.
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- Ambientación 8.0
- La ambientación está muy cuidada y la ciudad de San Sebastián reluce en todo su esplendor. Dan ganas de ir a pasar un fin de semana a la ciudad después de ver la película.
- Desarrollo de Personajes 7.0
- Los personajes se desarrollan de una forma simpática y previsible, cayendo en tópicos como el director esnob y el pintor español inestable.
- Argumento / Guión 7.0
- Rifkin’s Festival gira en torno a sus diálogos que tratan temas aparentemente sencillos con un encanto propio que engancha el espectador. Las visiones del protagonista de escenas clásicas del cine es un punto original y entretenido con el que echarse unas risas.
- Banda Sonora 8.0
- Una banda sonora carismática que sigue la tradición del director. Uno de los ladrillos fundamentales en los que Woody Allen construye su estilo.
- Entretenimiento 7.0
- Personalmente disfruto de las películas de Woody ya que me parecen cómicas y desenfadas. Rifkin’s Festival no es una excepción. Es entretenida, pero no pasará a la historia como top 10 en su filmografía.
- Montaje / Innovación técnica 6.0
- A sus 84 años y con una filmografía tan extensa, es comprensible que Woody Allen no tenga ninguna intención de innovar. Utiliza los elementos que conoce bien y sabe que funcionan.
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- Puntuación Total 7 / 10
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