Primero pensé que iban a cancelar el Festival Internacional de Cine de San Sebastián porque bueno, pandemia, y luego pensé que, aunque el festival seguía en marcha, yo no iba a poder ir igualmente porque bueno, PANDEMIA; pero contra absolutamente todo pronóstico esta mañana a las diez menos diez he entrado por la puerta del K1 para ver la peli inaugural de este año.

Rifkin's Festival (Woody Allen, 2020) es una sesión de terapia de hora y media de Mort (Wallace Shawn), contándole a su sufrido psicólogo su viaje al festival de cine de San Sebastián (sí, en el que estoy yo ahora), al cual no le queda más remedio que ir porque su mujer Sue (Gina Gershon), que tiene que asistir en viaje de negocios, parece estar desarrollando un interés romántico por uno de sus clientes, el guapérrimo y cómicamente pretencioso director francés Philippe (Louis Garrell). Entre ver San Sebastián y vigilar que su esposa no se enrolle con el director, Mort conoce a la doctora Rojas (Elena Anaya), que hace que sus preocupaciones matrimoniales pasen a un segundo plano.

¿Qué os cuento de esta peli? Poca cosa. Woody Allen lleva haciendo la misma película diez años. No me entendáis mal, se deja ver; es bonita porque está rodada en Donostia y este sitio es fabuloso, la verdad; las historias cruzadas entre personajes son relativamente entretenidas (sin pasarse), tiene ratos divertidos; esas cosas. Pero yo la acabo de ver y ya se me está olvidando, así que no os la puedo recomendar.

Sí os digo que tiene un montón de referencias a cine clásico que yo no he pillado porque soy una inculta cinematográfica de tomo y lomo y que si las entendéis seguro que disfrutaréis mucho más todo esta historia. También tiene los típicos setecientos cameos que le gustan tanto a Allen, así que a lo mejor a vosotros os gusta. Pero a mí me ha parecido meh.

La rueda de prensa ha sido bastante raruna porque con esto del virus ni Woody Allen ni Wallace Shawn estaban realmente en la sala, sino que han respondido a las preguntas por videollamada desde Nueva York. Pero bueno, al menos teníamos físicamente a Elena Anaya y a Gina Gershon (con mascarilla las dos), así que podría haber sido peor.
