Acudir a la presentación de un disco en el Hotel Palace de Madrid está muy bien. De hecho, atravesar los umbrales de semejante edificio de por sí es toda una experiencia. Ahora bien, ¿por qué conformarse con tomar nota y disfrutar de tres canciones en directo pudiendo entrevistar allí mismo al protagonista? Lo nuevo de Riki Rivera ya está en la calle, Las que nadie quiso con temas que creó para otros artistas, y eso mismo quise aclarar para empezar...
Cuando escuché el disco dudé, pero después de escucharte en directo tengo más dudas... ¿Nadie las quiso o fuiste tú quien no quería desprenderse de ellas y así poder grabarlas antes o después?
[risas] No, realmente solo cuatro canciones fueron enviadas como propuestas. Tampoco son canciones que fueron enviadas a un artista en concreto... Son canciones que al final regresan a ti.
¿Entonces "las que nadie quiso" o "las que nadie supo querer"?
"Las que nadie quiso" son personas, no son canciones. Hablamos de personas que se quedaron apartadas pensando que nadie las quiso, pero realmente nadie las supo querer por sus ideas, condición sexual, forma de ser... No quiero que la gente sufra, eso es algo que me preocupa mucho, sobre todo en la gente joven. El bullying me duele muchísimo. Yo sufrí bullying de pequeño, cuando ni siquiera se llamaba bullying, por ser gordito y tener gafitas. Por eso quiero que los niños tengan valores y para mí los valores en la vida son el respeto y la pureza.
¿Y hasta qué punto te muestras reivindicativo en este disco?
No, en este disco he coleccionado 10 canciones blancas. Hablo de amor, no hay ninguna canción de desamor. No hay heridas ni cicatrices, sino diversión y luz, como el amanecer que se ve en la portada si te fijas, ese color naranja.
Tengo entendido que Mis cuatro gatos surgió como respuesta a un hater en las redes sociales...
En Mis cuatro gatos me he desquitado un poco, me lo pusieron a huevo. Aún así es una canción completamente inofensiva, que si me pongo en plan cabrón... Me gustaría conseguir un altavoz mayor para hacer llegar un mensaje así, pero no es el momento. Ahora toca conectar y hacer cosas bonitas.
¿Exactamente en qué momento profesional y personal llega este trabajo?
Llega en el momemto perfecto, soy completamente libre. No tengo ninguna atadura, ningún complejo, ningún condicionante no pierdo el tiempo en esas cosas y creo que fluyo casi al 100% a la hora de crear música.
¿Tampoco sientes presión por lo que ya has conseguido? No sé, por ejemplo el Goya que ganaste por la banda sonora de la película El niño.
No, presión ninguna. De hecho, ahora he dado con un equipo de trabajo con el que he conectado a la primera y eso ayuda mucho. Yo he tenido muchos jefes, de todo tipo, y entre tantas órdenes ha costado identificar al artista. Por eso el momento actual no podría ser mejor y aquí mi pareja Violeta Arriaza es fundamental. Ella es compositora y productora y entiende muy bien la música actual. Eso me aporta muchísimo.
Riki, con todos los palos que tocas y has tocado, ¿estás centrado al 100% en Las que nadie quiso?
Voy a poner en el foco en este disco, pero también me pone eso de estar en proyectos distintos y de colaborar con otros artistas.
A propósito de otros nombres, ¿quiénes te gustaría que estuvieran en una reedición de este álbum?
No, yo no reeditaría, haría un disco nuevo. Sigo siendo fan de Joaquín Sabina o de Alejandro Sanz, quien me marcó mucho de pequeño, no sé, yo hacía canciones y de repente descubrí a un tío que hacía las canciones que yo quería hacer [risas]. Manuel Carrasco me encanta, además somos supercolegas, Vanesa Martín también me encanta y he trabajado con ella, o Miguel Poveda, que estoy 'in love' con él. Para Sergio Dalma hemos compuesto un par de canciones, pero nunca ha cantado una mía y me encantaría. También me llama mucho la atención grabar un disco con gente que canta increíble, pero aún no ha tenido la oportunidad. En esta ocasión he contado con Bey en Prueba de fuego, el bonus track.
¿Y si solo te puedes quedar con uno?
No me voy a morir sin grabar una nota de guitarra en una canción de Alejandro Sanz. Una nota al menos, ya no te digo ni cantar [risas].
¿El éxito sería que uno de estos nombres canten tus canciones?
El éxito es que tus canciones te gusten a ti. No hace falta que escuches con la lupa, fijándote en cada detalle, lo bonito es disfrutar de tu música. Tampoco hace falta que lo escuches todos los días, pero llegas a un punto en el que te pones tus canciones en el coche.
¿Ya has rayado Las que nadie quiso?
[risas] Este disco ya me lo he puesto un par de veces. Creo que me quedará una más, pero poco más.
Y para llegar hasta ese nivel, por encima del bien y del mal podría decirse, ¿hay que superar más "pruebas de fuego" casi como el título de tu canción o pruebas de fe?
[risas] Sí, hay que superar ambas pruebas. Pruebas de fuego seguro, como cuando durante la pandemia hicimos bolos en garitos de 100 personas. Había que estar allí y verlo, porque podrían haber estado vacío. Y prueba de fe también porque te reafirmas en algo en lo que tú estabas convencido, pero siempre queda una pequeña duda: ¿y si esto no funciona?
Por ahí van mis tiros, porque en la era del streaming, de las plataformas, ¿necesitas tener tus principios más a mano que nunca y no perder de vista la meta en ningún momento?
No, yo creo que la meta es la constancia y las buenas canciones, eso no falla. Buenas canciones en general, entiéndeme, buena canción, buena producción, buena mezcla, etc. Hay que invertir y tener un buen equipo, no consiste en tratar de triunfar tú solo con tus canciones.
¿Qué canción recomendarías a quien esté leyendo ahora mismo estas líneas?
Siendo la canción menos producida del disco, Mis cuatro gatos va a calar por la historia que tiene, lo sé. La indirecta también es muy bonita, pero yo me quedo con Artículos de lujo, por la producción que tiene, que nos hemos llevado la canción a un concepto más 'urban', más actual, y por el mensaje. Los auténticos artículos de lujo están en nuestros corazones; no son rólex, ni lamborghinis, ni yates..
Hombre, el yate si te lo montas bien y sabes rodearte... pero que conste que no me refiero a lo que hizo C.Tangana durante el verano.
[risas] Claro, para mí el artículo de lujo sería pasar un día en un yate alquilado con tus colegas, con tu familia. Eso tiene más valor que tener el yate. Invertiría ese dinero en otra cosa.
Para terminar, tenía apuntado por aquí algo que dijiste en otra ocasión: "no creo en nada que no sienta".
Realmente no creo nada que no sienta, de hecho ese fue el título de la propuesta de Las que nadie quiso del año pasado. Por otra parte tengo el grifo de la sensibilidad completamente roto.
Con lo enrarecido que está todo ahora mismo...
Por supesto, también siento cosas negativas y me las tengo que creer. Si no veo el fundamento de algo, no me lo creo. Especialmente la gente joven tiene que ser fiel a ese sentido de su personalidad, hay que tener activado ese radar para saber si algo te duele o no y poder argumentarlo.
La pandemia nos ha puesto a prueba y ahora yo no sabría decirte si de fuego o de fe.
"No creo en nada que no sienta" también viene del confinamiento, de todo lo que hemos pasado, porque se ha visto mucho granuja que se ha aprovechado de la situación. ¿Tú has visto la serie 'El juego del calamar'?
En ello estoy, no hagas spoilers por favor
No, no los hago [risas]. La pandemia ha sido como hacer un simulacro, un estudio sociológico para ver si ganamos o fracasamos y hemos fracasado.
Ahora sí, para terminar, ¿qué te gustaría que sienta quien escuche Las que nadie quiso?
Quiero que sienta verdad.
¿Y qué no quieres que sienta?
No me gustaría que se quedara sin captar los mensajes del disco, que como he dicho son todos positivos. No hay ninguna puñalada.
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