Todos crecemos, todos maduramos... Pero ¿Todos afrontamos la adultez de la misma manera? ¿Acaso el volverse adulto y cargar con nuevas responsabilidades (a la par que libertades) disipa todos nuestros miedos de niñez? Bueno, quizá no sea así pero al menos podemos refugiarnos en el reconfortante abrazo de un oso en nuestro especial del día del niño: Rilakkuma to Kaoru!
|13 episodios/12 min c/u|
Rilakkuma es un enigmático oso que vive con Kaoru, una joven aparentemente normal y corriente. Pero no son solo ellos 2 y además de Rilakkuma, el osezno blanco Korilakkuma y el pájaro Kiiroitori también comparten casa con Kaoru. Así que ¡¿Qué puede suceder en una casa con 3 osos sino locas y divertidas aventuras?!...
Rilakkuma to Kaoru, también llamada Rillakuma y Kaoru en su versión hispana es una miniserie producida por Dwarf Studio y que fue estrenada en 2019; esta producción cuenta con 13 episodios de 12 minutos cada uno y su distribución a nivel mundial corre a cargo de Netflix. Lo curioso es que en realidad, la serie está basada en el personaje de Rilakkuma, diseñado por Aki Kondo para la empresa japonesa de papelería San-X siendo adaptada a formato animado para celebrar el 15vo aniversario del personaje. Dentro del staff podemos encontrar gente como Masahito Kobayashi al frente de la dirección, Naoko Ogigami firmando el guion original, Shigeru Kishida en la composición de la música y la actriz de doblaje Mikako Tabeen el papel de Kaoru por mencionar a los principales. Todos ellos repitiendo también en la próxima secuela: Rilakkuma's Theme Park Adventure que saldrá durante este 2022.
Y sí, sé que más allá del evidente (y bonito) stop motion de la serie, la mayoría de ustedes se pregunten qué diablos hago escribiendo sobre algo que no sea anime... Bueno, déjenme decirles que esta serie SI es (técnicamente) un anime, una oportunidad para meternos en animación alterna y mejor aún, es una de esas pequeñas joyas escondidas perfectas para celebrar este día del niño (30 de Abril aquí en México). La premisa es bastante simple: Kaoru es una chica que vive sola y atraviesa esa etapa de joven adultez, teniendo como única compañía a su mascota el pollito Kiiroitori... O al menos así es hasta que un buen día y de la nada, llegan a su vida 2 peculiares osos: el perezoso, apachurrable y silencioso Rilakkuma y el tierno, achuchable y simpático osezno blanco Korilakkuma. Y así, sin aviso previo la vida de Kaoru se ve transformada al vivir con sus nuevos osos, con lo cual a lo largo de la serie iremos viendo el día a día de esta peculiar familia; todo a través de sus buenos y no tan buenos momentos.
Hasta aquí parece poca cosa ¿cierto? Y es que con dicha premisa y semejantes personajes uno realmente podría afirmar que la serie va dirigida al público infantil buscando más entretener que transmitir... ¡Terrible error el que estaríamos cometiendo de pensar así! Pero de eso solo somos capaces de darnos cuenta hasta comenzar el visionado, cuando descubrimos que en lugar de ver payasadas y cosas kawaii de parte de los osos (que las hay) la serie nos pone tras la decepción de Kaoru al ver que todas sus excompañeras de escuela se ausentan de la "reunión de reencuentro" para ver los sakura florecer, alegando asuntos y problemas personales. Y entonces nos damos cuenta de que el episodio es más serio de lo que esperábamos, y cuando el tono se repite en el segundo y luego en el tercero y así sucesivamente, es cuando realmente comprendemos la engañosa simplicidad de la serie...
Y es que precisamente es la narrativa en donde la serie adquiere un nivel superior, optando por tocar un tema tan profundo (y ya expuesto) como lo es el tener que madurar y lo difícil que puede llegar a ser. Y más específicamente la etapa de transición entre ser dependiente a volverse alguien independiente y con responsabilidades propias, es decir un joven adulto. Por eso es por lo que podemos apreciar a Kaoru mientras tiene malos días en el trabajo, cuando llega a casa para tener que hacer la cena, cuando debe administrarse para pagar las cuentas, el tener que buscar un nuevo departamento, la soledad y también el ver cómo es que su situación amorosa no avanza como ella quisiera. Pequeños problemas y situaciones que pese a ser del todo comunes en la vida adulta, también significan enormes cambios cuando se enfrentan por primera vez (puedo decirlo por experiencia reciente) y peor aún, pueden llegar a traducirse en cierto grado de inseguridad y consecuentes dudas... ¿Qué estoy haciendo con mi vida?, siento que me estoy estancando, porque todo lo malo me pasa a mi... Todas y cada una de ellas validas y a la cual la serie responde con una simple, poderosa e innegable verdad: Todo pasará tarde o temprano, y aunque justo en el momento algo nos parezca insalvable o el fin del mundo (nuestro mundo), la verdad es que solo hace falta respirar, sonreír y seguir avanzando, porque tarde o temprano las cosas mejoraran... porque en realidad jamás estuvieron tan mal.
Y esto es algo que la serie propone desde el papel de los osos, tomando tanto Rilakkuma como a Korilakkuma como una metáfora de la simpleza, de la diversión e incluso de la inocencia típica de un niño, pero que continua (tristemente más retraída) en nosotros al crecer, que nos permite ver que cualquier cosa puede hacernos el día y que cada momento es digno de disfrutar, teniendo preocupaciones y deberes sí, pero también esa oportunidad de vivirlos y superarlos con una sonrisa... un recurso eficaz y casi terapéutico.
Y la serie acierta no solo en presentarnos la idea a través de tiernos osos sino además de un apartado artístico donde realmente se pone el elemento clave para soportar dicho mensaje, optando por algo tan "infantil" y visual como lo es el stop motion, haciendo que la seriedad del tema sea contrapunto perfecto a lo bonito y colorido de la imagen en el televisor, envolviendo la cruda realidad con un trabajo cuidado al detalle y que ya vale la pena ver por sí solo... Como si esta serie fuera (y estoy seguro de que lo es) un cuento infantil dedicado a los adultos que precisamente, afrontan los temores de dejar la niñez...
Rilakkuma to Kaoru es un tierno y divertido relato de lo que es crecer y tener que madurar, dándonos un enfoque que atrapa y relaja gracias a su inocente animación pero que a la vez esconde mensajes simples y llenos de significado (y verdad). Con personajes fáciles de querer, una cálida sensación de familiaridad y temas de lo más cotidianos,Rilakkuma to Kaoru es un poco de lo que los adultos jóvenes podemos llegar a necesitar para recordar lo más importante de la vida...