Las palabras llevan consigo una ciencia matemática. No hay casualidad en los términos que identifican los movimientos humanos.
Detrás de cada termino hay un nexo exacto que conjuga en igual medida. Estoy hablando de las rimas como algo conceptual, rimas que al margen de lo útil van tejiendo un comportamiento vulgar en este sin sentido que es la vida.
Por ejemplo: no es casual, para nada casual que rutina rime con oficina. Ambas son sustantivo, ambas son graves y ambas nos remiten a la represión perpetua del alma.
La palabra guerra rima de manera escalofriante con tierra. Y no es cosa del destino: el planeta tierra es escenario por excelencia de todas las atrocidades bélicas desde siempre y para siempre dejando en claro que la extinción de la raza es meramente autóctona dejando en evidencia que un juicio final de carácter natural es menos probable que el destrozo inminente entre los humanos.
La palabra pobreza termina en eza al igual que la realeza. Los puntos más opuestos por unanimidad. De la pobreza se desprende la tristeza, dando por hecho esta relación aunque los pobres son una raza que bien saben de festejos, pero al individuo común con cierta sensibilidad social le da pena el pobre, le da lástima y sufren creyendo que el pobre vive una vida de miseria y tristeza. Y para otros el término pobreza equivale a la pereza y la razón por la cual el pobre es pobre. En la realeza aparecen parecidos como riqueza, grandeza o pureza que bien pueden funcionar como sinónimos.
Muerte rima con suerte, pene rima con nene y con semen. Iglesia rima con anestesia y con amanecía y racismo con fascismo.
Esclavitud rima con Hindú. Y no hay acierto más cierto: hay más de 15 millones de esclavos en la India, desde la explotación comercial a los mercaderes sexuales.
Es muy probable que mi subjetividad me esté llevando al delirio absoluto, pero las palabras ahí están, rimando, dejando en claro que quienes crearon el habla hispana no son unos improvisados: son poetas que bien supieron lograr que la impunidad literaria sea inconciente y sea colectiva.
