Revista En Femenino

Rimillas del amor

Por Puramariacreatriva

RIMILLAS DEL AMOR

Es cosa que se celebra

de muy distintas maneras:

cuando eres niña o muchacha

te gusta un niño empollón,

te aproximas a su gafas,

intentas copiar su examen

y, levantando tus cejas,

pronto empiezas a entrenarte

en el arte del contacto

con adán, vía ocular,

con propósitos loables

que también son del “amar”.

Es cosa de blanco y negro,

cosa de suerte o de llanto,

porque en plena adolescencia

te da el amor a lo grande

y te quedas bien prendada

del gamberro de la clase,

del pelucas, del que canta,

del gallinero el más chulo,

sin saber muy bien porqué,

pero colgada te quedas

si no te quiere adán bien.

Una, entonces, se asemeja

a una brújula sin norte

y al amor lo asocias siempre

al amar a vida o muerte,

suspiras como si fueras

un pulmón artificial

y el gamberrete, el chuleta

si te mira, es de reojo,

porque entretenido anda

con la panda y el tabaco,

que le parecen, entonces,

de interés universal

y eva-adolescia se queda

a un lado, puesta a esperar

que a adán le crezca el bigote,

la sesera y otra cosa

(que darle nombre no puedo,

pero que muy clara queda)

para ver si el amor es,

como en las pelis de amor,

un gusanillo en el alma

que te roe el corazón

de tal modo y tan al gusto

que te dejas ingerir,

aceptas el canibalismo

si el caníbal es el chico

que te anula los sentidos.

La madurez viene luego,

se va el acné y la pandilla,

una versión llega nueva

del amor y sus secuelas:

buscas un adán sensato,

sensible, dulce y atento,

que al llegar a casa diga:

“Cariño, que bien te encuentro,

¿qué tal ha sido tu día?

Yo te preparo la cena

¿agua, cervecita o vino?

¿quieres un bombón postre?

¿plátano, kiwi o melón?

No te entretengas, mi amor

que tengo ganas de algo

que no se puede decir,

pero que se puede hacer,

aunque lo haremos mañana

y ya lo hicimos ayer…”


Sueñas, Eva, con hallar

un amor de esos geniales,

que te deje, para siempre,

como después de un telele,

pero de bien, no de males.

Es el amor algo extraño,

cosa profunda e intensa,

que te estremece la piel,

que en ocasiones, te encrespa,

te altera sueño y hormonas,

te hace volar si llega

y aterrizar, de un morrazo,

cuando no es el que debiera.


El amor es cosa rara,

patrimonio extraordinario

de corazones sin nombre.

No importa si lo esquivamos:

un día, que tú no esperas,

te roza con sus dos manos

te toca los labios (todos)

y te hace fijar los ojos

en un adán que te emboba…

No hay antídoto ni cura.

El corazón se te inflama,

tu cerebrito se encoge

y, sin poner precauciones,

te enamoras, te enamoras,

te sientes más que Ava Gadner.


De si dura o no esta “cosa”

del amor y sus rarezas

otro cantar es distinto:

yo no pienso desvelarlo,

lo que sé es que, por mi adán,

de sentirlo, aún no he dejado.

 

El amor es cosa extraña,

como una exótica planta:

o la riegas con cuidado

o en un cactus espinoso

se te convierte el amor

y ,más que gusto, es disgusto

lo que te provoca entonces

y si pasaste primero

por la vicaria o juzgado,

te entran ganas de pensar:

otra vez la he fastidiado!…

RIMILLAS DEL AMOR


Filed under: "AMOR", "EVA EN BUSCA DE ADÁN", HUMOR, IRONIA, MONOLOGOS, REFLEXIONES, RISAS Tagged: amor, CURIOSIDADES, ENTRETENIMIENTO, HOMBRES Y MUJERES, HUMOR, IRONIA, LITERATURA DE HUMOR, MUJERES Y HOMBRES, REFLEXIONES CON HUMOR, SONRISAS, TEXTOS DE HUMOR INÉDITOS

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