Rincón de la Victoria es un municipio muy conocido de la Costa del Sol malagueña. Sus playas, su sol y su gastronomía son un reclamo turístico deseado, pero no tan distinto a lo que ofertan otras de poblaciones costeras....salvo por un detalle....sus cuevas y grutas que han sido declaradas Bien de Interés Cultural.
Y entre todo este sistema de cavidades hay una que es especial, la Cueva del Higuerón o del Tesoro.
¿Qué es lo que tiene esta cueva para ser especial?, pues que esta cueva es una de las tres únicas que se conocen en el mundo de origen marino, y las otras dos están en México y en China (aquí al lado vaya), por lo que estamos ante una cueva única en toda Europa.
Ver esta maravilla es bastante asequible, no llega a los 5€ en el caso de adultos y menos de 3€ en el caso de los niños menores de 14 años, jubilados y mayores de 65 años. Además la entrada a menores de 3 años es gratuita, más información de precios y horario aquí.
Una vez pagada la entrada (si lo desean pueden adquirir también una audioguía), pasamos por una pequeña zona con información del cueva, aquí ya descubrimos que este tesoro natural comenzó su formación durante la época jurásica bajo el agua. Fueron las corrientes marinas y el oleaje los causantes de este capricho rocoso.
En seguida vamos escaleras abajo (o ascensor) hasta la primera sala de la cueva...la Sala de la Virgen.
El nombre de la sala se debe a que fue descubierta por Manuel Laza el 12 de Octubre de 1951, día de la Virgen del Pilar.
Por aquel entonces la sala no era tan amplia como podemos ver hoy en día. El resultado actual fue el resultado de excavaciones donde se encontraron restos prehistóricos como cerámicas del neolítico y piezas de sílex, y también de época árabe se hallaron restos de cerámicas como la expuesta en las escaleras de acceso....
Aunque estas son réplicas, ya que las originales están expuestas en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid.
Pero quizás el hallazgo más interesante de está época fue un candil de cerámica con 6 monedas de oro de la época de rey almorávide Alí ibn Yusuf, un tesorillo que da pie al nombre a la cueva y a una leyenda de lo más atrayente.
Y es que según la leyenda, el 22 de febrero de 1.145 en algún lugar de esta cueva se enterró un fabuloso tesoro conocido como el "tesoro de los cinco reyes almorávides". Al morir el rey Alí ibn Yusuf, uno de sus hijos se quedó como virrey de Al-Andalus, mientras que otro de sus hijos Tesufin Ibn Ali, subió al trono en Marruecos.
Por desgracia para Tesufin, este fue atacado por los almohades, pero al menos logró enviar un gran tesoro lejos de las manos de sus enemigos poniendo rumbo a las costas de su hermano, es decir, a Al-Andalus. Una vez en estas tierras, decidieron enterrar el tesoro en esta cueva, y para asegurarse de protegerlo, enterraron en la boca de la cueva una lámpara mágica con 6 monedas de oro, un rito sagrado de protección.
¿Se imaginan poder encontrar un tesoro digno de una dinastía de reyes?, ¿qué estarían dispuesto a hacer ustedes por conseguir ese tesoro?....pues nuestro siguiente protagonista seguro que les supera.
Y es que desde la Sala de la Virgen bajando todas las escaleras llegamos a la llamada Sala del Pozo Suizo
Llamada así por Antonio de la Nari, alías "el Suizo", un mítico buscador de tesoros que hizo todo lo que pudo por encontrar el legendario tesoro escondido. Y cuando digo que hizo todo lo que pudo, fue realmente por que hizo todo lo que pudo, ya que pasó 30 años viviendo dentro de la cueva buscando incansable en cada recoveco, excavando pozos e incluso haciendo explosiones con barrenos para acceder a nuevas galerías.
Precisamente en una de estas explosiones cuentan que perdió la vida por lo que el pobre dio su vida por un tesoro de leyenda, aunque por otro lado, nunca se han encontrado sus restos, así que yo prefiero pensar que quizás "el Suizo" logró encontrar el tesoro de los cinco reyes, y luego simplemente desapareció.
La siguiente sala recibe en nombre de Sala de Marco Craso..
...llamada así porque según el historiador de la época Plutarco, este tribuno romano estuvo escondido en esta cueva junto con dos amigos y diez sirvientes durante 8 meses, que parece poco al lado de "el Suizo" pero para nada.
La siguiente es la Sala del Águila, llamada así por la piedra que tiene forma de ave rapaz volando en picado...
En esta misma sala hay otra curiosa formación que recibe el nombre del Camaleón o el Cocodrilo.
Dicen que una vez, mucho tiempo antes que "el Suizo", entraron 17 valientes hombres en la Cueva con la intención de explorarla a fondo en busca del fabuloso tesoro. Al poco tiempo todos salieron aterrados de la gruta asegurando que habían visto un animal enorme que según sus descripciones bien podría ser un gigantesco cocodrilo...
...aunque en este caso parece que hay que echar mucha imaginación.
Un poco más adelante nos encontramos con la Sala de la Diosa Noctiluca (la que luce en la oscuridad), en donde descubrimos un templo dedicado a esta diosa lunar mediterránea.
Rufo Festo Avieno, poeta del siglo IV, fue el primero en dejar constancia de la existencia de este santuario en su "Ora Marítima", pero no sería redescubierto hasta 1952 por Manuel Laza, quien también encontró en el altar bicorne que hay a sus pies, restos calcinados de huesos de mamíferos sacrificados en su honor.
El altar no fue tallado por la mano del hombre sino que es fruto de la naturaleza, aunque luego sí fue usado por el hombre como lugar de culto de la deidad.
A decir verdad, es difícil encontrar rastros de la presencia del hombre antiguo en la cueva, pero si preguntan a alguno de los vigilantes que hay en la sala, siempre pueden descubrir algún secreto oculto a las miradas no expertas.
Son muchos los artistas clásicos griegos y latinos que mencionan la existencia de tres grandes santuarios en las costas andaluzas, uno dedicado a la Venus Marina en Almería, otro dedicado a Melkart o Hércules en Cádiz y a media distancia entre ambos estaría este, el santuario lunar de Noctiluca en Málaga. Sin ir más lejos, a Noctiluca también se la conocía con otro nombre, Malac (Malaka), que puede ser el origen del nombre de Málaga...curioso ¿no?.
Seguimos avanzando para llegar ahora a la parte más profunda de la cueva, la Sala del Volcán, que cuenta con una balcón que se asoma a las profundidades..
...fue el mismísimo Manuel Laza quien bautizó esta sala con ese nombre debido a que se nota un aumento de la temperatura por la falta de aire.
Aunque el recorrido de la cueva se extiende 150 metros más, a partir de aquí el público ya no puede avanzar, por lo que debemos volver sobre nuestros pasos hasta la Sala de la Virgen para meternos ahora por la galería de la derecha en busca de la estancia más espectacular de la Cueva del Tesoro, me refiero a la Sala de los Lagos.
Se trata de la sala más grande y húmeda de toda la cueva. Probablemente habrán notado que en esta cueva no existen muchas estalactitas ni estalagmitas, esto se debe al origen marino de la misma. Pero cuando la cueva emergió, el agua de lluvia comenzó a filtrarse por la roca caliza y comenzaron a formarse muy lentamente estas curiosas creaciones...
Es aquí, en la Sala de los Lagos, el lugar indicado para buscarlas.
En esta sala, es frecuente escuchar el goteo del agua cayendo sobre los lagos. Los viejos del lugar dicen que la Cueva del Tesoro esta unida al mar por grutas aun por descubrir (salvo quizás por "el Suizo" claro), pero lo cierto es que los dos lagos que se pueden ver en esta sala son de agua dulce formado por la lluvia.
Es hora de finalizar la visita a una cueva con un origen único, con un altar dedicado a una diosa mediterránea olvidada en el tiempo, con animales fantásticos de piedra, con bellos lagos interiores, y con una leyenda de lo más sugerente...¿alguien da más?
Saludos.