Hace un par de semanas me acerqué por fin al primer tomo de la trilogía de Suzanne Collins titulado “Los juegos del hambre”, que se postula como el nuevo fenómeno adolescente gracias a su inminente adaptación cinematográfica. Para el que no lo sepa aún, la trama gira alrededor de Katniss, una chica de un futuro próximo, que vive en el duodécimo distrito del Capitolio de Panem, una sociedad cruel y dictatorial que se ha hecho con el control de lo que queda de Estados Unidos. Cada uno de estos distritos se dedica a explotar un tipo de producto con el que paga religiosamente al Capitolio y cada año debe entregar a dos adolescentes que son elegidos por sorteo para participar en los Juegos del hambre, un concurso tipo Gran Hermano que consiste en ver cómo los 24 chicos (12 chicos y 12 chicas) se matan entre ellos en un campo que cambia cada año, hasta que sólo queda uno, el ganador, al que se le premia con una vida mucho más próspera y fácil (en apariencia). Katniss, cazadora furtiva, ve cómo en el último sorteo su hermana pequeña Prim es seleccionada y, sin pensarlo, se ofrece a participar en su lugar.
Lo primero que me ha sorprendido del libro es la forma en la que está narrado: En presente y en primera persona, como si Katniss fuera redactando un diario mental mientras van sucediendo los acontecimientos. Esto tiene aspectos positivos como por ejemplo lo tremendamente rápido que te engancha la historia y la agilidad con la que está contada pero también uno muy negativo, que esta técnica le quita cierta tensión o interés al relato (no es muy dificil imaginar porqué).
Ademas los personajes son demasiado planos, no llegamos a conectar con ninguno de ellos, sólo con Katniss y a la fuerza, ya que es la que nos cuenta la historia directamente. Gale (el compañero de caza de la protagonista), Prim, la madre de Katniss, la gente del Capitolio y sobretodo los tributos (los concursantes de los Juegos) quedan dibujados con unas pocas pinceladas, por lo que el libro acaba siendo entretenido pero no llega a calar realmente. Te quedas igual que estabas, vamos. Además me ha parecido un error garrafal que la autora no le dedicara más tiempo a los rivales de Katniss en el concurso ya que terminan siendo un grupo informe y desdibujado que desaparece demasiado rápido, dejando sólo a cuatro o cinco que destacan y únicamente por intentar derribar a Katniss o por todo lo contrario. Un aspecto desaprovechado a todas luces cuando hay varios capítulos innecesarios con descripciones de vestuario, maquillaje y demás (aquí es donde más se nota hacia qué público va dirigido el libro).
El sufrimiento y las penurias que pasa la protagonista durante los Juegos tampoco están tan conseguidas como cabría esperar, una razón más por la que el libro no tiene esa intensidad que debería tener con un concurso y una situación tan extremas. En “La larga marcha” y “El fugitivo” dos novelas de Stephen King (Richard Bachman en realidad) de las que bebe directamente esta historia (hasta casi ser una nueva versión), la sensación de peligro no nos abandona desde el primer párrafo hasta el final, tememos por el protagonista y cualquier cosa puede pasar, algo que no se da en “Los Juegos del hambre”. Ni mucho menos. La mitología que expone la autora tiene algunos detalles curiosos y algunas ideas muy buenas pero en principio el conjunto es flojo.
Conclusión: El libro de Suzanne Collins se lee sólo como quien dice, eso es innegable. A pesar de estar dirigido a un público adolescente, consigue escapar en gran parte de ese rollo empalagoso-Crepusculero gracias a su trama y a que la protagonista es tan fría y tan inexpresiva como la mismísima Kristen Stewart (siguiendo con las referencias a la saga de Meyer). No es un comienzo brillante ni un libro que pasará a la historia pero sí que puede dar lugar a una película entretenida, a pesar de que no vamos a ver violencia explícita ni demasiada sangre por la calificación USA. Por cierto, qué alegría me ha dado ver a Isabelle Fuhrman (“La huérfana”) en el reparto. Yo por mi parte seguiré próximamente con “Sinsajo” (segunda parte de la saga) y os contaré qué me ha parecido, as usual.
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