Tenemos interiorizada la idea de que como niños teníamos que ir al colegio, para adquirir una serie de conocimientos. Al menos yo lo tenía construido así en mi cerebro: voy al colegio a aprender cosas nuevas, a formarme y a intentar ser mejor cada día, al terminar el colegio elegiré la carrera que mejor encaje con mi perfil e iré a la universidad para formarme como profesional, entre medias acudiré a una auto escuela para aprender a conducir... todo muy pautado, muy asimilado, y con muy buenos resultados.
Mi pregunta es ¿por qué cuando nos convertimos en padres, no nos preocupamos por formarnos en esta nueva tarea ?
Personalmente me encanta aprender cosas nuevas, y creo que no hace falta tener un problema para estudiar/leer/visualizar psicología infantil, sino que en la formación previa está el éxito.
Es fundamental, y por lo que veo en parques y playas, no todo el mundo lo entiende así, dedicar unos minutos a la semana a parar y a reflexionar sobre:
* Como estoy educando a mis hijos
* Estoy siendo un buen ejemplo para ellos* Hay algo en lo que debería actuar de otro modo
Hacerlo en frío igual resulta difícil incluso cuando la idea se tiene clara, por eso os animo a que veáis alguno de los vídeos de Super Nanny. A mi me ayudan mucho a ver lo que hago bien, lo que debería reforzar y, como no, lo que hago mal.
Porque los niños son folios en blanco y aprenden por imitación, porque si hemos dedicado 20 años de nuestra vida a estudiar para ser profesionales en nuestro trabajo hoy en día, nuestros hijos no se merecen menos.
¡Dediquemos 1 hora a la semana! Los cambios en el caso de los niños son muy agradecidos, y se notan enseguida. Estoy segura que lo que hoy te puede preocupar, mañana lo habrás resuelto de la mejor manera: con comprensión, dedicación y amor.
Empiezo sección son la silla de pensar: una herramienta con la que conseguimos que los niños entiendan que en casa hay unos límites como: no pegar, no gritar, no lanzar objetos por los aires, recoger después de jugar...
Si tus hijos entienden estas normas a la primera... genial, enhorabuena. Pero si no es así, la silla de pensar les ayudará a entender que sobrepasar los límites tiene consecuencias:1ª Debe sentarse a pensar que es lo que ha hecho mal. El tiempo irá en función de su edad: 1 minuto por año es más que suficiente.2ª Debe reparar el daño hecho, o hacer lo que no estaba haciendo. Y lo hará acompañado por nosotros, recibiendo refuerzo positivo cuando lo haga (abrazo, beso y bonitas palabras de alegría) para hacerle ver que ese es el comportamiento que nos pone contentos.Parece sencillo ¿verdad? pues creedme que las prisas hacen que no siempre lo hagamos.¿Lo habías pensado?