Las pilas antiguas se hacían de piedra arenisca o granito. Se utilizaban para lavar la ropa y para dar de beber al ganado. En los últimos tiempos son muy apreciadas por su valor estético en jardines especialmente de estilo rústico.
Si decide integrar una de estas piezas en su jardín la principal recomendación es no realizar ninguna modificación más allá de una limpieza con cepillo de alambres.
Durante un viaje que realicé hace poco se me presentó la oportunidad de hacer la fotografía que a continuación os muestro:
Dos pilas de lavar y un abrevadero de piedra, claramente en desuso pero con muchos años de historia. Un rincón con personalidad, un lugar con encanto. Espero que no acaben en algún jardín y puedan continuar siendo admiradas por su belleza nostálgica.